Cultivemos nuestra autoestima

Josep Masdeu Brufal
30 Abr 2018 lectura de 5 minutos
Cultivemos nuestra autoestima

Todos alguna vez, en mayor o menor medida, nos hemos sentido agobiados, llenos de sentimientos de culpa, acomplejados…

Hemos de mentalizarnos y ser conscientes que, salvo casos extremos que si necesitan la ayuda de un profesional de la salud para que nos guíe y oriente para encontrar el camino para salir del pozo, depende solo de nosotros, de nuestra actitud y forma de pensar para orientar positivamente el enfoque que damos a nuestra vida.

Por mucha ayuda que busquemos, si no estamos decididos a dar ese paso que siempre nos plantea dudas, cuando…, cómo…, porqué… etc., solo nuestra voluntad más sincera y profunda en quererlo nos hará que avancemos, más concretamente este será el primer paso de nuestra nueva andadura.

Tomar conciencia de los motivos que uno tuvo para entrar en cualquier conflicto interno, reaccionando y sobreponiéndonos al mismo, es otro paso importantísimo, que si lo analizamos más profundamente, es otra versión de paso anterior.

¿Crees que es lógico no disfrutar la vida por situaciones que influyen en nuestra actitud mental?

Estas situaciones pueden ser:

  • Externas, como cuando nos dejamos influir por otros o por situaciones que no controlamos, o
  • Internas, como cuando nos dejamos llevar por las emociones o estados de ánimos que nos anulan.

Por eso se trata de aprovechar conscientemente cada minuta de la vida.

Inteligente no es el que más sabe de determinados temas, sino el que aprende a enfrentarse a la vida diaria, para lo bueno y para lo malo, no dejando de ser feliz. Inteligente es el que busca soluciones inteligentes ante las dificultades y aunque hay muchas situaciones que no nos gustan, acepta el desafío y busca una salida.

En referencia al éxito o fracaso personal, lo que realmente nos llena, es la satisfacción de haberlo logrado con ganas y esfuerzo. Frente al fracaso hemos de descubrir donde fallamos y motivarnos para seguir adelante con firmeza.

Hay un proverbio oriental que dice, más o menos:

Si un problema tiene solución, este no existe, pero si el problema no tiene solución este tampoco existe ya que no puede solucionarse.

En el primer caso no hemos de desesperarnos ni angustiarnos ya que estas actitudes no solucionaran el problema, pero si buscamos alternativas y las visualizamos el resultado veréis como será muy diferente.

En el segundo caso, que nos soluciona adoptar actitudes negativas, meditemos la realidad que se nos plantea y aceptemos que en ese caso concreto no podemos hacer nada, cuando logremos hacernos a la idea y nos acostumbremos a ella más rápidamente volverá nuestra felicidad.

Os dais cuenta que cuando nos enfadamos con alguien y le reprochamos o lo hacemos culpable de una determinada situación que a nosotros nos molesta, si analizamos el porqué de este enfado, llegamos a la conclusión de que éste es debido a que la persona en cuestión no ha hecho o no se ha comportado como “nosotros” queríamos, y en realidad esa persona actúa según su forma de ser y que no tiene por qué coincidir con nuestras ideas.

Cada uno es responsable de lo que piensa y dice y no debemos apoyarnos en causas externas para justificar nuestro proceder. Utilizamos las emociones conscientemente y nos convertimos en su esclavo.

Somos nosotros que creamos nuestros pensamientos y de ellos surgen nuestros sentimientos. Aprendamos a dirigir el sentir y el pensar acorde con nuestras creencias. No nos escondamos detrás de frases como "es que no puedo…" o "mis emociones me traicionan", esto solo son excusas para eludir afrontar la realidad, así buscamos lástima o auto compadecernos a nosotros mismos.

Si elegimos lo negativo no nos ayudará a solucionar el problema, sino al contrario entraremos en una espiral sin fin. Por mucho tiempo que haga que padezcamos esta situación, podemos salir de ella, con el debido propósito de querer hacerlo. No lo haremos de hoy para mañana, pero poco a poco iremos viendo que podemos hacerlo y esta satisfacción de éxito nos irá dando la fuerza necesaria para seguir adelante.

Es muy importante vivir siempre en tiempo presente, por qué es lo que realmente vivimos en primera persona, el pasado solo son recuerdos y el futuro no sabemos que pasará.

Un poco de egoísmo personal en determinados momentos nos conviene, por eso es bueno sentirnos bien con nosotros mismos, amarnos y tener nuestro amor propio.

Si nosotros no nos valoramos, como podemos dar a los demás ¿ y si no damos tampoco podemos recibir.

En ningún caso es mejor odiarse a si mismo que amarse a si mismo, solo la actitud mental hace que la conducta sea, en cada caso, opuesta a la elegida.

Aprender la lección de las equivocaciones y los errores no ha de servirnos ni para desvalorizarnos ni para despreciar nuestro YO.

Aquí os dejo el artículo para que lo leáis y como siempre quedo a vuestra disposición para atender otros puntos de vista, discrepancias o aceptaciones. Tened en cuenta que casi todo en la vida es relativo, lo que quiere decir que puede tener otras interpretaciones, ¿las debatimos?