Dependencia emocional

12 Dic 2018 lectura de 5 minutos
Dependencia emocional

En muchas ocasiones, cuando escuchas a la gente hablar, ves que se suele confundir la dependencia con el amor hacia otra persona. Hay que tener en cuenta que amor y dependencia no son lo mismo, y sus diferencias son muy claras.

El amor es querer estar con otra persona, pero no a todas horas, es confiar en el otro, y no querer que me deje (obviamente), pero no tengo la sensación de no saber qué hacer o de morirme si no estoy con la persona amada. El amor es querer ver feliz al otro, ser generoso y comprensivo con sus necesidades, sin olvidarme de las mías, pero siendo capaz de respetar el espacio que también puede necesitar la otra persona. El amor es compatible con la vida propia, yo puedo querer mucho a mi pareja, pero a pesar de todo, soy capaz de estar concentrado en mi trabajo, de ir a ver mi familia, de mantener mi amistades, e incluso de querer estar solo en algunas ocasiones antes que estar siempre al lado de la persona amada. El amor es libertad, no es prisión, no es posesión, ni dominancia, ni una lucha de poder.

Entonces si todo lo anterior es amor, ¿qué sería dependencia?. Dependencia es:

  • No saber vivir sin la otra persona.
  • Necesitar al otro como si fuese una parte de mí mismo, no como si fuese una persona distinta a mí, sino como si fuese un todo y si no estoy con la otra persona me falta un pedazo de mí.
  • Tener que estar siempre pendiente de la otra persona.
  • Renunciar a otras cosas satisfactorias para mí como amigos o relaciones personales, o hobbies por tener que estar siempre al lado de la persona de la que dependo.
  • Anular mis propios intereses en renuncia a las demandas de la otra persona, aunque esas demandas no siempre son reales, muchas veces simplemente son sugerencias o deseos.
  • Tener la sensación que sin la otra persona no soy nada.
  • No conocerme fuera del rol de pareja de...
  • Los celos por miedo a perder a la otra persona, ya que se percibe como una necesidad vital.
  • Justificar esa dependencia con el argumento de que soy una persona que ama demasiado y de forma especial...

Si nos damos cuenta la diferencia básica entre el amor y la dependencia es que tras la dependencia la persona se anula por completo como persona priorizando su necesidad absoluta del otro y de algún modo se esclaviza a ese sentimiento. En el amor, esto no sucede, uno ama, pero no se anula a sí mismo, mantiene su propia identidad, y así se mantiene un equilibrio en que ambos miembros de la pareja se sienten libres y fuera de presiones para estar al lado de la persona a la que quieren.

El problema de la dependencia es que muchas veces se confunde y se justifica como decíamos con que mi sentimiento es más fuerte en realidad y por eso lo vivo así. En realidad no es así, porque el comportamiento en el fondo se vuelve más demandante y egoísta y desde luego más controlador, y conlleva muchas más cosas:

  • Muy baja autoestima: no me valoro nada o muy poco.
  • No tengo identidad sin la otra persona.
  • Me vuelvo exigente con mi pareja a quien le pido exactamente lo mismo que doy, que siempre esté conmigo o pensando en mí y que cuide de mis necesidades.
  • Suele suponer una sobrecarga para la pareja ya que llega a tener la sensación y es real de que si él o ella fallasen o tuviesen un tropiezo no se caen sólos sino que también se cae la persona que está dependiendo de ellos.
  • La sensación de control que se llega a ejercer sobre la otra persona puede axfisiar a la pareja y quemarla en poco tiempo.
  • Ante una ruptura, pérdida o separación, se puede pasar directamente a la depresión y una pérdida total de rumbo dado que el centro de mi universo ha desaparecido.
  • Se puede ceder a cualquier cosa, con tal de mantener a la persona amada, incluso a cosas que me hacen daño (maltrato, infidelidades...)
  • No sé velar por mis intereses.
  • Llega un momento en que no sé cuidar de mí mismo si no lo hace otro.
  • Los demás pueden aprovecharse de esta circunstancia.

Identificar el problema de dependencia siempre es el primer paso para poder cambiar y mejorar en ello.

Para lograrlo es importante, poder hacer cosas por uno mismo y de forma solitaria, mantener siempre conexión con más personas además de mi pareja como amigos y familiares, poder estar a solas y ser capaces de aguantar y llegar a sentirnos a gusto con nosotros mismos, reconocer que no me merecen las personas que son capaces de hacerme daño, permitir que mi pareja tenga vida además de amor y que pueda dedicar tiempo también a sus cosas personales sin que eso suponga un distanciamiento real de la pareja.

Si poco a poco voy aprendiendo esto, es cuando realmente puedo empezar a superar la dependencia emocional.