Factores de riesgo de los trastornos de alimentación

12 Dic 2018 lectura de 5 minutos
Factores de riesgo de los trastornos de alimentación

Hoy en día, por desgracia los trastornos de alimentación van en aumento de año en año. Cuando hablamos de trastornos de alimentación hablamos no sólo de la anorexia y la bulimia, que quizá son los más comentados y extendidos, sino de todos, incluyendo la obesidad, los comedores compulsivos y todo aquello que no es una alimentación normal y sana que puede llevar una persona.

Pero el problema con la comida, no es únicamente un problema de una persona que no es capaz de controlar o llevar bien su alimentación, ni tiene que ver únicamente con la presión social del culto al cuerpo y pasión por la delgadez, aunque también influye y mucho, sino que suele ser un problema mucho más profundo y la alimentación es únicamente una vía de escape y un modo de no pensar en nada más porque asusta afrontar la vida cara a cara o porque no se sabe cómo hacerlo.

Por ese motivo cuando hablamos de trastornos de alimentación hablamos de factores de riesgo en cuatro puntos importantes:

Factores de riesgo personales

  • Introversión: son personas cerradas, que les cuesta hablar de sus emociones y abrirse a los demás.
  • Necesidad de aprobación por parte de los demás y dependencia afectiva: tienden a ser personas dependiente, que siempre quieren agradar al resto, que huyen de conflictos incluso aunque tengan que renunciar a sus propios derechos, que no saben decir que no.
  • Baja autoestima y por lo tanto sentimiento de inferioridad: se comparan mucho con los demás, no sólo a nivel de aspecto físico, sino en todos los aspectos personales y sienten que salen perdiendo.
  • Impulsividad y ansiedad: lo que lleva a buscar soluciones fáciles y rápidas pero que a largo plazo pueden desenvocar en un problema de alimentación serio.
  • Necesidad de control: todo tiene que estar controlado casi de forma obsesiva.
  • Perfeccionismo: el pensamiento de todo o nada, o las cosas son perfectas o simplemente son un fracaso o una chapuza, lo cual implica que generalmente están mal ya que la perfección no existe.
  • Alexitimia: dificultad para expresar o incluso reconocer los propios sentimientos, lo que hace que se quedan encerrados en la persona y salgan de forma explosiva y a veces a través de la comida.

Factores sociales

  • La publicidad en sí misma, que vende la imagen de ser perfecta, joven, hermosa y delgada etérnamente y se vende en un halo de misterio, seducción y éxito en todos los aspectos de la vida.
  • La sociedad en sí misma que pruebe y fomenta un físico perfecto a través de obsesión por el gimnasio, cremas adelgazantes y comentarios sociales de tipo despectivos hacia aquellas personas que no encajan en los cánones de belleza actuales.
  • El concepto de superwoman, de ser capaz de todo y poder con todo, además de con una imagen excepcional.
  • La trampa de las dietas milagro o dietas rápidas
  • Críticas por parte de los demás, especialmente entre los iguales, si el físico de la persona es un poco más llenito del esperado.

Factores biológicos

  • Ser mujer es un factor de riesgo mayor que ser hombre, dado que tan sólo uno de cada 10 casos de personas con trastornos de alimentación son hombres.
  • Ser adolescente, aunque cada vez se dan más casos de personas adultas pero la mayoría suelen empezar en épocas adolescentes o de la primera juventud.
  • Constitución robusta, que implica estar un poco más fuerte de la media y puede causar complejos, así como un desarrollo de la pubertad temprano.

Factores familiares

  • Padres perfeccionistas y exigentes, no tanto en el físico sino como en otros aspectos, que fomentan poco la comunicación y la empatía.
  • Situaciones familiares inestables como alcoholismo familiar, separaciones conflictivas, maltratos, abusos...
  • Obesidad por parte de algún miembro de la familia, especialmente si ese miembro es la madre o la figura de apego principal.
  • Preocupación excesiva por parte de la familia por el cuerpo, la estética y la delgadez. Por ejemplo familias que siempre algún miembro está a dieta.
  • Padres controladores, sobreprotectores o ansiosos que crean inseguridad en los hijos.

Todos estos factores no significa que tengan que confluir en una persona para llevar a un problema con la comida. Pero sí que suelen darse varios de ellos cuando se llega a esa situación. Esto es algo importante a tener en cuenta tanto de cara a poder hacer una prevención de nuestros jóvenes, como también de cara a una vez que el problema ya está presente para saber que es más complejo de lo que realmente parece y poder abordarlo y trabajar desde su complejidad.