Lo que no nos enseñaron sobre el "no, gracias"

18 Dic 2018 lectura de 4 minutos
Lo que no nos enseñaron sobre el

Culturalmente hablando nos han enseñado que hay determinadas pautas para distinguir a una persona educada de una que no lo es. Una de ellas es el "no gracias" por educación.

Lo que no nos enseñaron es qué ocurre cuando digo "no gracias".

Cuando alguien nos quiere dar una muestra de afecto, tiene un gesto con nosotros. Cuando nosotros queremos tener una muestra de afecto, tenemos un gesto con los demás.

Si cuando alguien tiene un gesto de amabilidad o afecto conmigo, se lo agradezco, lo que ocurre es que aumento los niveles de serotonina de ambos, es decir, la hormona de la felicidad. Aumento la felicidad de esa persona a la vez que aumento la mía.

Qué es el "no"

¿Qué es el NO? Una palabra poderosa, una barrera, un límite, una prohibición.

Fijaos en la fórmula "NO, gracias:" Primero limito, prohíbo, y a continuación suavizo la prohibición con un "gracias."

El "No gracias" es una fórmula que impide el proceso de dar y recibir. Y lo tenemos tan estandarizado que el que por norma general da las gracias, omite el no, y acepta la muestra de afecto, es calificado de "aprovechado"'; es criticado porque siempre le están dando... La verdadera crítica que se oculta aquí es que él está recibiendo...más que yo.

Si tengo una muestra de cariño o afecto con alguien y esta persona me dice no gracias ¿volveré a tenerla? Quizás si, pero a la segunda no habrá una tercera.

¿Y si el "No, gracias" me lo dicen varías personas? ¿Me volveré a tomar las molestias de tener un gesto de afecto o amabilidad?

El No, es un límite, una barrera, una prohibición y ¿Que implica? Rechazo. Cuando me dicen No a algo, lo que siento es un rechazo. Así que tras varios rechazos me pensaré dos veces a quien hago algo e intentaré que esa persona me lo de de vuelta. Sino, primero me den. Y queridos lectores es muy español pedir que me den antes de dar.

¿Veis el círculo vicioso? Si a las personas de mi entorno les pasa lo que a mi y concluyen lo mismo que yo... ¿Alguién dará? - No. ¿Quién se queda sin recibir? - Todos.

Hay que permitir el flujo de energías, el proceso de dar y recibir.

Cuando aceptamos que otro tiene un detalle con nosotros y lo agradecemos, estamos fomentando el intercambio, estamos dándonos y proporcionando felicidad. Si tienen un detalle conmigo y lo agradezco, mi humor será mejor y estaré predispuesto a tener detalles con el resto. Si tengo un detalle con alguien y me es aceptado y agradecido, ¿no me darán ganas de tener más? ¿no me están mostrando afecto al agradecerme que haya tenido un detalle con alguien? Cuando muestro afecto por los demás, me estoy dando afecto a mí mismo.

Cuando doy y cuando acepto lo que me dan, estoy proporcionándome una pluma del colchón de la felicidad. Me proporciona valoración, atención y reconocimiento. Siento que soy importante para mí y para los demás, porque en realidad lo que estoy dando es amor. Lo que circula es la conciencia.

Pon conciencia en cuántas cosas te han dado, sin haberlas pedido. Recuerda, que las cosas que de verdad importan en la vida son gratis. Que nada puede con el amor. Que el amor es y será la fuerza que mueve el mundo porque no hay nada que motive más que él. Que para dar amor debes quererte. Y que dar y recibir es una muestra más de amor.