Cómo escuchar con el corazón

Cómo escuchar con el corazón

Me llama la atención cómo al hablar de comunicación tenemos la tentación de caer en pautas para expresarnos, ser asertivos, hablar en público y, sin embargo, nos cuesta más darle el espacio a la escucha.

En esta ocasión, quiero hablar de la escucha que surge integrando lo que oímos, pensamos y sentimos. Escucha en la que bajamos la barrera de los miedos y somos capaces de crear un verdadero espacio de entrega.

Desde mi profesión considero que ésta tarea es básica para poder “estar” al lado de la persona que acude a consulta, pero creo que en la vida cotidiana nuestros encuentros con otros y relaciones con el mundo, serían más ricas si partiéramos de ésta base.

Cómo hacerlo:

  • Lo primero es entender que escuchar es un acto de apertura, no solamente recibimos palabras, sino sensaciones, emociones, vivencias y sabiduría. Puede que aparezcan mecanismos que nos bloquean y distraen, como dar consejos, opinar, intentar poner soluciones y por lo general esto impide que la comunicación siga fluyendo y frena la escucha.   Por lo tanto demos la oportunidad al otro para que se exprese y pueda llegar a un nivel más profundo de su necesidad.
  • Evitemos las interrupciones, es otra forma de conseguir que la atención se mantenga constante y de no distorsionar lo que nos quieren transmitir. El acto de interaccionar con otros nos ofrece la posibilidad de enriquecernos y crecer a través del otro.
  • Escucharse a uno mismo es el primer paso para poder captar lo que viene de fuera. ¿Cuánto tiempo al día te dedicas para saber cómo estás?, esta práctica no es hacer un juicio al final del día para evaluar lo buenos o malos que hemos sido, sino un espacio de conocimiento y comprensión para conectar con todo nuestro ser, ahí comienza la verdadera escucha.

Te animo a que practiques esta escucha y estés atento/a a lo que pasa en ti al hacerlo, la rutina y visión de los problemas tendrán otro valor.