La dieta Mediterránea

Sara Moreno
1 Ene 2019 lectura de 3 minutos
La dieta Mediterránea

Pero... ¿Qué es la dieta mediterránea?

Mucha gente piensa que es el tipo de dieta consumida en toda Europa, pero esto no es cierto. La dieta mediterránea es un modelo de dieta a seguir que se consume principalmente en España, Italia, Grecia y sur de Francia.

Este tipo de dieta está asociada a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cánceres, diabetes, obesidad, etc.

Pero ¿en qué consiste? Verduras, frutas frescas, legumbres, cereales integrales, aceite de oliva, moderado consumo de alcohol (una copa de vino al día), pescado y un consumo bajo de lácteos y carnes.

Beneficios de la dieta mediterránea

Veamos por partes los beneficios de cada uno de estos compuestos:

  • Frutas y verduras: proporcionan vitaminas y minerales. Son una fuente de antioxidantes que disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular, algunos tipos de cánceres, defectos del tubo neural y cataratas. Numerosos estudios han demostrado que especialmente las verduras de hoja verde y las amarillo-anaranjado son las que más nos protegen del cáncer. Además aportan fibra (disminuye el colesterol y la glucosa en sangre), ácido fólico, tocoferol, vitamina C, polifenoles, etc.
  • Legumbres: nos aportan hidratos de carbono de absorción lenta, proteínas, fibra, vitaminas y minerales.
  • Cereales integrales: como el trigo, arroz, cebada, avena, centeno, maíz, mijo, alforfón o trigo sarraceno y quinoa (pseudocereal). Nos proporcionan hidratos de carbono de absorción lenta y fibra.
  • Aceite de oliva: es el principal aceite consumido en España, compuesto principalmente por ácido oleico. Éste es un ácido graso monoinsaturado relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares y que además tiene efectos antiinflamatorios. Los mejores son el aceite de oliva virgen y virgen extra.
  • Moderado consumo de alcohol: investigaciones han demostrado que el consumo de una copa de vino tinto al día reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, principalmente porque aumenta el HDL-colesterol (bueno) y disminuye el LDL-colesterol (malo).
  • Pescado: el consumo de pescado azul proporciona ácidos grasos omega 3 (principalmente EPA y DHA) que son antiinflamatorios, antitrombóticos e hipolipemiantes (bajan el colesterol).
  • Consumo bajo de lácteos: su grasa está formada por ácidos grasos saturados (precursores del colesterol).
  • Consumo bajo de carnes y derivados: su grasa es saturada y no solo está relacionada con enfermedades de corazón si no con muchos tipos de cánceres (principalmente de colon y recto).

Llevando una dieta compuesta por los alimentos comentados, se ha comprobado que disminuyen las tasas de enfermedades crónicas y aumenta la esperanza de vida, por lo tanto, todos deberíamos de llevar a cabo este tipo de alimentación, ya no solo como tratamiento de una enfermedad sino como prevención.

Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina.
Hipócrates