¿Ser humano o persona?

Albert Querol Valero
20 Mar 2016
¿Ser humano o persona?

¿Profundidad o superficie? ¿Actor o personaje?

¿Qué son las palabras? Las palabras son signos. Son una fantástica herramienta de comunicación y de relación, pero también las palabras no son la experiencia ni el objeto en sí, aunque, dentro de su limitación, nos pueden acercar o señalar la dirección, o propiciar cierto entendimiento al respecto.

A fin de ir hacia puerto, las palabras son una guía.

Los signos son como el mapa que indica un territorio, pero, claro está, como dice la frase, el mapa no es el territorio, ya que para saber y experimentar cómo es el territorio, y lo que es el territorio, hay que ir al territorio y experimentarlo por uno mismo. Por tanto, éstas palabras puedes mirarlas desde diferentes profundidades, siendo consciente de que la mayor profundidad es la propia experiencia, donde, en la cuál, las palabras dejan de tener importancia porque la experiencia ya lo es todo.

En mi experiencia doy pasos para reconocer las cualidades profundas, y dejar de reaccionar en la vorágine y en la confusión de los personajes, incluso, aunque sean espacios cortos, largos o intermitentes de conexión Transparente. Y aunque el objetivo es vivirnos desde la percepción adecuada del Ser, cabe decir, que por ejemplo 10 minutos de mirada Transparente van activando la practicidad para sentir que somos ese Ente profundo en resonancia con el Todo. Por lo tanto, os animo a que descubráis por vosotros mismos vuestro verdadero SER.

¿Ser humano o persona? ¿Cuál es la diferencia?
¿Dónde nos colocamos cuando hablamos del SER humano?
¿Dónde nos colocamos cuando hablamos de persona?
¿Qué hay en la profundidad de la Vida? ¿Qué hay en la superficie de la Vida?
¿Qué diferencia hay entre lo que es un actor y los papeles que representa?

Receptividad

Cuando uno está abierto a la nueva información como estímulo, se crea una respuesta en referencia a esa apertura. Por consiguiente, desde la intención de crecer juntos, os invito a estar permeables para ir profundizando, y sentir alguna vibración o resonancia interna que se active a raíz de alguna frase, mensaje o contenido. No obstante, esto significa, que una información activará algo que está latente como sensación interna, y que está en ti, y que seguramente obedece a esa inquietud profunda, que se alberga silenciosa, desde siempre, en cada uno de nosotros.

Una atención de interés hará que podáis participar activamente en esta simbiosis escrita como algo vuestro. ¿Qué más da de dónde vengan las palabras? Si somos Unidad las palabras vienen de la misma Unidad. Lo importante es que se despierten resonancias que activen la Vida real que somos, porque los que estamos, aquí y ahora, somos una evidencia de Vida, de esa Vida de Inteligencia increíble y que va sola, funciona sola. Francamente, y directamente, somos una Inteligencia-Conciencia que no es física.

La receptividad habla de estar receptivos, desde luego, alzando las barreas mentales, y predispuestos a dar paso a vuestro propio sentir interior, ante estímulos sutiles o sensaciones que despierten y puedan abrir éstas palabras. Deja que la permeabilidad del mensaje te deje ver, en ese darse cuenta natural, y de ese modo, sentir la fuerza, la paz, la confianza, y la realidad que conllevan.

Todo lo que es Unidad se expresa en nosotros.

La importancia de estar abiertos y receptivos en la vida

Paradigma

De cara a ver dónde estamos colocados los humanos, podemos empezar abriendo una gran reflexión. De momento, sabemos que en el planeta tierra funcionan 3 paradigmas con fundamento de peso. Ampliaremos la mirada para entender y visualizar qué significa paradigma, y poder levantar la cabeza, abrir bien los ojos, y ver más allá. Al igual que un delfín cuando salta en el mar y puede ver el horizonte.

La palabra paradigma viene del griego y, de manera llana y directa, significa: ejemplo, modelo, o patrones a seguir. Por medio de la transmisión del paradigma, consciente o inconscientemente, a través de la educación generacional, se aceptan rápidamente ideas y creencias en edades tempranas. Estos modelos y patrones a seguir, impuestos y recibidos, en pleno crecimiento, en plena absorción de curiosidades, son aceptados como verdad ciega, manteniéndose vivos como paradigma, como realidad social y, por ende, realidad propia.

Por ejemplo, a causa del paradigma occidental mecanicista interpretamos muchos conceptos, esquemas, creencias y modas de peso, como realidad única de lo que tiene que ser. Y en este paradigma “de lo normal”, todo se influye y se auto-influye a lo largo de modelos comportamentales e inercias y direcciones sociales como: la sanidad, la intelectualidad, lo educacional, la economía, la ciencia, el mundo tecnológico, el poder religioso, la política, lo cultural, lo artístico... “Supuestamente” hay como que se busca el beneficio conjunto y común de la comunidad, sin embargo, es posible que el beneficio económico mueva los hilos invisibles del poder y del beneficio individual. Aunque, ante esto anterior, cada cual puede hacerse sus propias preguntas y darse sus propias respuestas.

¿Eres el pensador o eres los pensamientos del paradigma?