Técnica metamorfica y cromoterapia aplicada

30 Dic 2018 lectura de 4 minutos
Técnica metamorfica y cromoterapia aplicada

Hace menos de 1 mes, escribí un artículo refiriéndome a la Técnica Metamórfica y mi experiencia como terapeuta con la misma.

Quizás hay personas que no saben en que consiste o por el contrario, se han informado de que se trata, ó un amigo/a la haya experimentado y te ha hablado de ella ó por medio de terceras personas… en cuyo caso bienvenido sea su conocimiento.

Yo definiría la Técnica Metamórfica, como el arte de acariciar los pies, donde se encuentran con respecto al inicio de la vida.

Y con ello ejercer de catalizadora para ayudar a la persona a que acepte y comprenda lo que en su día memorizo en lo más profundo de su ser, provocando un bloqueo. Y aquí es donde surge lo maravilloso, al aceptar esa situación, la liberamos y decimos adiós a dicho bloqueo, ya que llegamos a la raíz del problema y encontramos dentro de nosotros como hacer para cambiarlo.

A esta técnica vamos a complementarla con Cromoterapia y conoceremos un camino para igualmente liberar bloqueos, pero con color. Todo cuanto existe es luz, el color es una frecuencia de luz, dependiendo del color que observamos, produce en nosotros una respuesta distinta, adquiere un significado más amplio, incluso el mismo color lo podemos ver de forma diferente cada vez.

Nuestro cuerpo es lo que somos, no lo que tenemos sin más.

Absorbemos los colores que necesitamos y rechazamos los que tenemos más adaptados a nosotros. Pero tampoco es bueno necesitar siempre los mismos colores, nos pueden sobrecargar y tener un efecto opuesto a lo que buscamos.

Por ejemplo el violeta es la energía de la armonía, produce dosificación y el intercambio, entre otras propiedades; en cambio el abuso de este mismo color, nos genera confusión y dispersión, alejándonos de la realidad.

Si nos referimos a los colores primarios, como son: amarillo, azul y rojo tienen respectivamente una relación con tejidos blandos (como son los músculos) en el caso del amarillo, en el azul depende de cómo canalizamos las emociones y sí es en positivo, va en fluidos; en el caso del rojo esta relacionado con tejidos duros, es decir nuestra estructura, nuestros huesos al igual que la sangre, etc.

Cómo podemos ver, el color no es solo color, va más allá. Tenemos también colores secundarios e intermedios. El trabajar también con el, naranja, magenta, azul turquesa, verde manzana, violeta, etc. Los cuales tienen unas características muy especiales con relación a la Técnica Metamórfica, que nos van a influir en la vida, como tantas otras cosas, ¡por supuesto!

Así, la Cromoterapia se basa en la influencia de un color y sus propiedades… hasta ahí está claro, pero la persona que este leyendo estos renglones, se podrá preguntar: ¿y cómo puede influir un color u otro? ¿ó que poder tiene un color, para que yo me sienta de una manera u otra? Al fin y al cuando me visto por la mañana, ¡hay veces que cojo lo primero que veo en el armario!; pero cuando tengo un momento especial, ¿no miras con detenimiento que color te sienta mejor? ¿Ó qué color te apetece más ese día?

Hay muchas cosas que podemos desconocer y no por ello dejar de influirnos, aunque no sepamos muy bien que es.

Normalmente nos vestimos con los colores que necesitamos, porque nos nutre la influencia de ese color…

Es más, ¡el hecho de no saber el significado de un color, no quiere decir que dejemos de necesitarlo!.

Al igual que la Técnica Metamórfica, la Cromoterapia es aplicable a: adultos, embarazadas, niños, ancianos; para todo el mundo. En el caso de los niños, trabajar con colores es lo más normal, con ellos juegan, aprenden, expresan pintando como se sienten.

Para mí, como terapeuta si ya es enriquecedor trabajar con estas dos maravillosas técnicas, aún lo es más ver los resultados. ¡En el caso de los niños, nos enseñan tanto…! Por ello si su hijo, nieto, sobrino, hermano, le pide un color concreto tómelo en consideración, ya que necesita obtener la propiedad que le aporta, ya sea al vestir, al comer, etc.

Los niños son personas pequeñitas, pero saben perfectamente lo que quieren, a su manera. Solo tenemos que escucharles. De nosotros depende ser observadores ¿y porque no? Probar y ver el resultado. Importante es considerar sus opiniones, por pequeños que sean.

Al fin y al cabo son señales que nos indican una dirección a tomar y "ver la vida de otro color”.