Valor de la atención pura para conocer tu mente

11 Dic 2018 lectura de 5 minutos
Valor de la atención pura para conocer tu mente

Muy lejos de lo que habitualmente se conoce sobre la meditación, que aparece superficialmente difundida a través de CD y otros medios electrónicos, en base a guías habladas, acompañadas con música y otros adornos, la verdadera meditación es aquella que practica la atención pura.

Básicamente nos indica que las cualidades básicas de la mente no están entrenadas, ni la observación, ni la capacidad de diferenciarnos del flujo mental, ni de desaferrarnos de las emociones, ideas o producciones mentales.

Educando por procedimientos clásicos, como Samatha, paulatinamente logramos esos objetivos básicos, cuyo postre o realización final, es la capacidad de la atención plena.

La atención plena

Sería necesario escribir un libro sobre el tema y, de hecho, el manual que escribí hace tiempo, ocupa 120 páginas, solo para el primer nivel.

La atención tiene un significado coloquial o semiótico, de todos conocido, sobre todo en esos aspectos de ausencia o fracaso.

Es decir, construimos en negativo a partir de una experiencia que nos es común: Escuchar en una clase de primaria..."estás en la luna de Valencia", "estás distraído", "no estás atento", "no sigues la lección", "no me estás escuchando", "¿dónde tienes ahora tu cabeza?"...

Más constructivo así: Entendemos de una forma próxima o coloquial, que la atención supone poder seguir cualquier evento, producción y/o acontecimientos determinados de forma continua. Si durante un determinado tiempo, solamente capturo información de una determinada fuente, a pesar de que existan otros estímulos, puedo decir que he estado atento.

Aquí estamos introduciendo el concepto de la "multi-estimulación" que forma parte de la vida corriente, pero sobretodo, de la vida mental.

La vida mental recibe estímulos a través del circuito de la percepción externa y simultáneamente, estímulos a través del circuito de la percepción interna. Todo al mismo tiempo, y a pesar de eso, somos capaces de hacer medianamente bien muchas cosas. Tal es la capacidad de la mente.

Para nosotros, la mente es el instrumente privilegiando del Ego (Yo), y el Ego (Yo) el instrumento privilegiado para la experiencia espiritual a través de la humanidad. Así pues, tal es la importancia de la mente.

La energía del Ki (o Qi para los chinos)

Decimos que la energía del mi mismo es la energía del "Ki" (Qi para los chinos) se puede medir en términos de fuerza muscular, temperatura orgánica, trabajo desarrollado, y otras formas de medir la performance del "Ki "de la persona.

Pero la parte más poderosa de la energía del Ki, sin diferencia, es la fuerza de la emoción, de la imagen, del recuerdo, del pensamiento que indaga y aprende del sentimiento, del propósito, de la voluntad,... Sin esta energía previa, queda muy poco sobre las demás performances del "Ki". Con esto he querido resaltar la trascendencia de educar esta parte del mi mismo. Decimos que esta amalgama de percepciones dentro y fuera, equivalen al ruido de un equipo de radio cuando no logramos sintonizar la emisora que buscamos.

El concepto de ruido mental es relevante porque es la constante de la mente. La cantidad de estímulos, dentro y fuera, es inconmensurable. Nos vamos ahorra aquí, sobre extendernos sobre el mundo de fantasías, colores e ilusión del "Hollywood Occidental".

Es frecuente, cuando profundizas en la actividad mental, de pacientes y alumnos, el desorden en las ideas, la confusión. Algo que hace 50 años se ha bautizado como "ensaladas de ideas". El entrenamiento de la atención intenta, desde el reconocimiento de la inmensa potencialidad de la mente, extraer del enorme input informativo, aquello que queremos. Este concepto lo iremos bordeando de diferentes maneras, incluso adjuntando lecturas, para acercarnos y lograr su máxima comprensión.

Al margen del concepto, quiero recordar que si no logramos que todo el esfuerzo en las prácticas meditativas alcancen a la vida diaria, solo habremos conseguido que el método se circunscriba a nuestro laboratorio de meditación. Y ese no es, en ningún caso, nuestro destino de meditadores.

El valor de la Atención Pura para conocer tu mente

Concluyendo el valor de la Atención Pura para conocer tu mente:

Cuando el meditador se acerca a la contemplación indiferente y plena de la producción mental logra la erradicación de la censura paulatinamente. Es esta característica, junto con la disminución de la misma gracias al proceso de profunda relajación y a una nueva actitud investigadora de uno mismo logra el conocimiento de partes antes ocultas del yo.

También esta práctica de la atención pura nos ofrecerá conocimiento sobre la naturaleza universal de la mente y de todo lo observado, por ejemplo, sobre la impermanencia y finitud de todos los elementos de este escenario que en ZEN se llama Anicca, lo falso de la personalidad y la existencia de la insatisfacción y el sufrimiento o las alegrías superficiales, el dualismo irreal.

Citando a Nyanaponika Thera:

La mente es el elemento en el cual y a través del cual, vivimos. Y a pesar de todo es lo que nos es más esquivo y misterioso. La Atención Pura, sin embargo, al prestar paciente atención a los hechos básicos del proceso mental, es capaz de iluminar la misteriosa oscuridad de la mente y aprehender firmemente su huidizo flujo.

La práctica sistemática de la Atención, empezando con la Atención Pura, proporcionará todo el conocimiento de la mente que es esencial para fines prácticos, o sea para el dominio, desarrollo y liberación final de la mente.
Nyanaponika Thera