Estimulación cognitiva en Alzheimer

Víctor José Aragonés Fernández
11 Ene 2017 lectura de 6 minutos
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En nuestros días el concepto de estimulación cognitiva (más conocida por la población como talleres de memoria) está directamente relacionado con la enfermedad de Alzheimer, pero no con la importancia que se merece.

La estimulación cognitiva puede considerarse como el conjunto de estímulos o actividades generados por el terapeuta con una finalidad rehabilitadora de las funciones mentales superiores (atención, memoria, percepción, pensamiento, motivación, funciones ejecutivas, lenguaje y funciones visoespaciales y visoperceptivas).

A simple vista y con la definición de estimulación cognitiva parece obvio el porqué es tan importante su tratamiento en la enfermedad de Alzheimer pero esa obviedad no implica que la población general entienda el cómo o el porqué es tan sumamente importante dicho tratamiento.

¿Por qué es tan útil la estimulación cognitiva en el caso de pacientes con Alzheimer?

Muchas personas se cuestionan la utilidad de esta disciplina con las siguientes preguntas:

  • ¿Si la enfermedad de Alzheimer afecta y elimina la utilidad de dichas funciones y además es una enfermedad neurodegenerativa, esto es que siempre avanza y empeora, por qué es tan importante su tratamiento, si al fin y al cabo van a terminar perdiendo dichas funciones?
  • ¿Estamos emprendiendo una guerra inútil contra un enemigo que sabemos que nos va a vencer?
  • ¿Estamos intentando ganar una batalla invencible ante la naturaleza y el estatus quo de nuestra vida?

Empecemos por conocer un poco más nuestro cerebro. Existe en neurología y biología el concepto de neuroplasticidad.

La neuroplasticidad es la respuesta que da el cerebro para adaptarse a las situaciones de enfermedad o daño cerebral y reestablecer el equilibrio alterado. La neuroplasticidad es considerada como la capacidad que tienen nuestras neuronas lesionadas para regenerarse y establecer nuevas conexiones entre ellas y asumir las neuronas sanas las funciones de las neuronas alteradas.

Hasta hace poco tiempo se pensaba que la neuroplasticidad descendía con la edad y que las personas mayor o que las personas con Alzheimer no disponían ya en su cerebro de este mecanismo. Esta creencia es totalmente falsa.

Si bien la neuroplasticidad efectivamente se reduce con la edad está nunca desaparece, ni en el cerebro anciano ni durante la enfermedad de Alzheimer. La neuroplasticidad aunque en menor intensidad continua estando presente en el cerebro del enfermo de Alzheimer, lo que nos da una ligera ventaja en la batalla.

La plasticidad neuronal está regida por dos tipos de factores: Factores intrínsecos que son los formados por la genética y la biología y los factores extrínsecos que son los factores ambientales como el grado de escolarización. Cada vez está más claro que el genoma no lo es todo, si bien el genoma marca toda nuestra vida, nosotros podemos controlar la interacción genética-ambiente. Es cierto que no podemos cambiar nuestros genes pero podemos modificar sensiblemente su relación con el entorno y por tanto su influencia en algunas amenazas.

Así que el objetivo básico de la estimulación cognitiva es mediante la presentación de estímulos, es decir, mediante la manipulación de la interacción genes – ambiente favorecer la neuroplasticidad cerebral que aún conservamos con el objetivo de potenciar las capacidades intelectuales, emocionales, relacionales y físicas de la persona.

La estimulación cognitiva agrupará todo conjunto de intervenciones (modificaciones de la relación genes-ambiente) que, actuando a través de la percepción sensorial y de las funciones intelectuales traten de atenuar el impacto personal y social de la enfermedad de Alzheimer.

Las actividades de estimulación cognitiva no actúan por un sinsentido inexplicable. Los psicólogos, terapeutas y médicos no las recetan porque sí.

Cuando se desarrollan tareas de estimulación cognitiva se activa la mente reforzando las sinapsis neuronales utilizando la neuroplasticidad aún existente en nuestro cerebro y en ocasiones creando nuevas sinapsis. Así la estimulación cognitiva se encarga de activar cambios plásticos en nuestros circuitos cerebrales que compensen la muerte neuronal que va produciendo la enfermedad de Alzheimer.

La práctica de la estimulación cognitiva o de las actividades estimulantes intelectualmente no solo es eficaz para prevenir la enfermedad, sino también para retrasar su progresión.

Hay importantes autores que interpretan la enfermedad de Alzheimer como un fallo en la neuroplasticidad causado por la acumulación de una proteína (depósito amiloide) que conduce a la formación de ovillos neurofibrilares que provocan la muerte neuronal. Esta muerte provoca la pérdida de funciones mentales.

Es por tanto un medida anti-alzheimer el fomentar y reforzar los procesos de neuroplasticidad para que mientras la enfermedad va eliminando sinapsis y neuronas, nosotros a través de nuestro entorno, vayamos creando nuevas conexiones y neuronas, porque al contrario de lo que la población general cree las neuronas si se pueden crear.

Esta creencia era cierta hace algunos años y caló tan profundo en la población general y en parte de la comunidad científica que, a pesar de que en nuestros días, tenemos pruebas fehacientes de que las neuronas si se regeneran, parte de la población continúa creyendo en el dogma que instauró Don Santiago Ramón y Cajal. Pues bien, sin quitarle mérito a nuestro compatriota español, hoy en día sabemos que el cerebro adulto puede formar nuevas neuronas a partir de células madre llamadas astrocitos en una función denominada neurogénesis. Aunque lo que si es cierto es que la velocidad y la capacidad de neurogénesis es menor y más lenta que la capacidad de destrucción neuronal del Alzheimer.

Estimulación cognitiva para personas con Alzheimer

Por lo tanto, con la estimulación cognitiva, mantendremos la atención, la memoria y demás funciones activas durante más años, crearemos nuevos recuerdos en nuestra memoria, podremos acceder con más facilidad a recuerdos antiguos, controlaremos nuestros síntomas de ansiedad y agitación, mantendremos nuestra independencia en la vida diaria, pero la velocidad de destrucción del Alzheimer siempre será mayor que nuestra velocidad de creación.

Pero hasta que aparezca un fármaco o vacuna definitivo que elimine por completo la enfermedad creo que merece la pena trabajar para recordar un año más a nuestra mujer o marido, para aguantar un año más y poder ser conscientes y memorizar la boda de nuestro nieto o nieta, para aguantar la capacidad atencional suficiente 2 años más para poder jugar con nuestro bisnieto, o simplemente para mantener nuestras actividades de la vida diaria un día más y ver y recordar la sonrisa de las personas que amamos.

Por eso es tan importante la estimulación cognitiva y por eso todas las personas con Alzheimer u otra demencia o cualquier persona en riesgo de sufrirla, deben trabajar con este tipo de tratamientos.