Taller de filosofía con niñas y niños

Los talleres de filosofía con niños se basan en una convicción: todo niño lleva consigo un deseo, el deseo de conocer. Se encuentra siempre allí, en algún lugar, esta curiosidad de la que se dice, injustamente, que mató al gato.

En los talleres de filosofía intentamos dar lugar a este deseo, no por satisfacerlas con un saber, sino por alentarlos con nuevas preguntas. Buscamos, principalmente, el desarrollo de la expresión, del buen decir, así como el despertar de un pensamiento crítico, atento y creativo. Decir lo que se piensa, expresar lo que se siente, argumentar escuchando la palabra del otro, construir con el grupo un pensamiento compartido, y cultivar siempre, ya que se trata de filosofía, la capacidad crítica.

En cada taller, los aprendices filósofos tienen el reto de no aceptar lo que es evidente como evidente, de preguntarse por aquello que les inquieta, ser capaces de pensar por y para sí mismos. Cada encuentro parte de una asociación libre de ideas alrededor de una palabra: amor, injusticia, verdad, amistad, miedo, realidad, tiempo, felicidad, sueño. Los niños dicen lo que piensan, como lo piensan, y nuestra tarea es ayudar a que lo digan mejor, más articuladamente, más consistentemente. No se trata de decir lo que está bien o mal, sino de decir, de un buen modo, el mismo: definiendo los términos que se utilizan, considerando diversos puntos de vista, dando razones y buscando ejemplos. después del momento de conversación, en la última parte de cada taller, cada niño puede expresar dicho de otro modo: con un dibujo, un collage o una improvisación musical, revisitando así, por medio de otros símbolos, las ideas.