Me han encantado vuestras reflexiones sobre el silencio y los diferentes tipos que habéis identificado, sobre todo Blanca.
El silencio en terapia me parece fundamental, algo que comunica muchísimo, y una herramienta muy valiosa, sobre todo para conectar con los sentimientos, e imprescindible para vincular. Si puedes compartir con alguien un silencio, ya puedes compartir con esa persona muchas otras cosas (sonsrisas, lágrimas...).
Creo que la incomodidad que puede producir es la de querer tapar otras cosas que pueden aflorar durante ese silencio, o la molestia que genera el no saber interpretar el silencio en un contexto determinado.
Me quedo con una frase de Eurípides (de memoria, disculpad):
"El silencio es la mejor respuesta a la auténtica sabiduría".
Iñaki
(Psicólogo en Madrid, en PAIDEIA)