Sí, desde luego es ésa la explicación. Los seres humanos somos energía que vibra a diferentes frecuencias según nuestro estado, y cada experiencia que vivimos, absolutamente todas, quedan grabadas a nivel energético formando una especie de biblioteca que nos acompaña toda la vida, a veces de manera consciente y a veces inconsciente. Esa energía grabada tiene un magnetismo y vibra en una determinada frecuencia que atrae experiencias acordes con ella.
Por ejemplo, una mujer que de niña ha vivido con un padre alcohólico ha ido almacenando una serie de sentimientos: miedo, odio, rechazo, abandono...Esos sentimientos pueden tener tanta intensidad,que aunque ella racionalmente piense que lo último que quiere en su vida es otro alcohólico, la fuerza de la energia grabada de esos sentimientos van a atraer a otra persona que le despierte de nuevo el odio, el rechazo ,el miedo al abandono, etc..
Desde mi punto de vista lo ideal para estas personas es hacer una terapia de tipo energético como el reiki, por ejemplo,por supuesto complementada con la atención psicológica, que le permitirá deshacerse de esos patrones energéticos y ser libre para decidir.