TEMA: Somos víctimas de nuestras circunstancias o no?

Es comúnmente aceptado que la historia familiar en que se ha desenvuelto una persona desde su nacimiento condiciona su personalidad y su futuro.
Si alguien nace en una familia desestructura,sufre malos tratos o carece de unas mínimas condiciones educativas y económicas es fácil inducir que tendrá una personalidad insegura, conflictiva, y que probablemente encamine su vida de formas problemáticas, a causa de todo lo que ha vivido y aprendido por imitación.
Por el contrario, es de esperar que alguien que ha nacido en una familia bien estructurada,con buenos medios económicos y buena atención tendrá una personalidad más segura,más estable y se conducirá por la vida tomando decisiones más acertadas.
Sin embargo, a mí me llaman la atención casos provenientes de familias del primer tipo, en que uno de los hermanos resalta con luz propia y a pesar del desastre que se cierne a su alrededor,desde el primer momento sabe discernir lo que está bien de lo que está mal, cuestionar el comportamiento de sus padres y tomar decisiones encaminadas a desenvolver su vida de una manera positiva,¡ojo¡ sin tener a nadie que lo encauce o lo aconseje.
Así que yo planteo :¿estamos condicionados por nuestras circunstancias, o cada uno nace con una personalidad y una luz (o ausencia de ella) que es lo que verdaderamente va a guiar su vida ? ¿somos víctimas o responsables?

Hola Olga, interesante tema.

Según a mi forma de verlo, cada ser es un ser independiente en su propia personalidad. Si que pueden haber ciertas circunstancias que induzcan a tener patrones de comportamientos, tanto a nivel familiar como a nivel exterior en la calle, pero no por ello ya se es una victima por un entorno desestructurado, pues cada ser o individuo goza de una personalidad única, con la capacidad de discernir que es bueno o que es malo (aun que esto es muy relativo, por que para lo que a unos parece malo, para otros puede ser bueno o viceversa). También puede entrar en juego la ¨manipulación¨ que ello puede producir estragos en las mentes más débiles y acabar siendo títeres con una muy baja autoestima personal.
Cuando se juega al dominó, se van encajando fichas en un orden para formar una estructura que permita expandirse y que todas las fichas estén perfectamente encajadas, pero hay fichas que no encajan en el orden establecido y estas fichas pierden el turno por no poder seguir la dinámica del juego. ¿Pero que pasaría si esa ficha se pusiera sobre otro tablero y empezara una nueva estructura? Pues que se crearían nuevos caminos... Hay personalidades que tirarían esa ficha por no encajar, y otras personalidades más ¨exploradoras¨ que alentarían a iniciar nuevas sendas, aun viniendo de un mismo grupo de jugadores. A todo ello mi pregunta seria ¿gozamos de una marcada personalidad o solo seguimos unos patrones? la respuesta marcaría la diferencia entre responsables o victimas.

Hola Olga,

Respecto a esto, te comparto la Teoría desarrollada al respecto por Stanley Keleman, padre de la Psicología Somática. Keleman dice que somos el resultado de estos 3 factores:

1.- Genética.

Basándose en la Teoría de los Somatotipos de William Sheldom, y sin entrar en detalles, porque da para varios libros, hay 3 constituciones base, que en su aspecto más puro son:
- Ectomorfos: los más mentales. Grandes estrategas. Viven fuera del cuerpo
- Mesomorfos: musculosos, su forma de ver la Vida es mediante hacer, hacer y hacer
- Endomorfos: con aspecto de pera, gran presencia de la zona abdominal, son grandes aglutinadores de comida, emociones, relaciones...
Ninguno, por supuesto, tenemos una única constitución. Lo habitual es un reparto 60-30-10

2.- Contexto Social / Familiar / Cultural

No tiene mucho misterio. No es lo mismo haber nacido en La Moraleja e ir a un internado Suizo a estudiar, que en una Fabela...

3.- Cómo reaccionamos a lo que nos pasa.

Cómo yo reacciono a lo que me pasa, determina mi futuro.

Bajo estas bases, Keleman, entre otras cosas, libera a los padres de toda la culpa y responsabilidad. Somos genética, sí. Vivimos una circunstancias concretas, también. Pero es el cómo respondamos a todo ello, lo que determinará nuestra Vida. Y digo cómo, porque Keleman basa su manera de ver la Psicología en el Soma, en la Forma del Cuerpo, en cómo nos organizamos muscularmente para responder a las situaciones de la Vida. De hecho, es a partir del movimiento, más concretamente de los micromovientos, como el trabaja los desbloqueos emocionales, la posibilidad de generar nuevas maneras de responder.

A eso ya le podemos sumar el tema (si creemos o no), de que elegimos a nuestros padres antes de nacer, el libre albedrío, los sistemas / herencias ancestrales, el karma, etc.

Yo no creo para nada que seamos victimas, si no que decidimos nacer en las circunstancias y con la familia que nacemos, un pacto de almas para ayudar en nuestra evolución, y luego ya esta en nuestra mano saber aprender de lo que nos rodea para alcanzar nuestras metas o estancarnos

Pienso que somos victimas de las circunstancias cuando somos niños, pero al crecer ya tenemos conciencia y criterio propio y ahi si pasamos a ser Responsables de nuestra vida.

Saludos.

Hola Fernando.
Ineresante la teoría que nos propones.Sin embargo, yo soy partidaria de incluirla en el contexto de todo lo que citas abajo: elegimos a nuestros padres antes de nacer, decidimos el guión que nos va a tocar vivir para las lecciones que necesitamos aprender, y por supuesto, tenemos libre albedrío para decidr en cada momento qué respuesta tomamos. Por tanto, además de los factores que tú mencionas, también hay que tener en cuenta nuestra mochila kármica y nuestro "plan del alma", que es el que determina nuestra sabiduría ,las circunstancias en las que nos va a tocar vivir y las características básicas de nuestra personalidad.

Estoy completamente de acuerdo.
Decidimos y pactamos todo antes de vivir. Teniendo en cuenta el karma y el plan del alma

Entiendo que la vida es un camino creativo y participativo. La obra es la vida misma, y los autores nosotros, los vivos. Unos crecemos con una mayor sensación de control sobre nosotros mismos y otros con menos, que en unos puede ser más obvia la huella del ambiente y, en consecuencia, identificarse como víctima, mientras que otros se identifican más, por decirlo de alguna manera, con el arquetipo del héroe, del "dueño de su destino", aquel que "destaca con luz propia", que dice Olga.
Creo que al héroe y la víctima los podemos considerar como polares, y la mayoría nos identificamos en algún punto del continuo entre el uno y el otro. Como tantas cosas, identificarnos en un punto de ese continuo más cerca del héroe o más cerca de la víctima, es simplemente la mejor solución de ajuste entre el individuo y el ambiente. Es, por decirlo de alguna manera, un acuerdo tácito entre ambos, pero que nunca está exento de tensión. Se trata de una solución dramática, de un punto de equilibrio precario, no de una característica del individuo.
Creo que somos responsables, pero no de quienes o de como somos. Somos responsables de lo que hacemos con ello ahora, en el momento presente, y ahí se manifiesta nuestra luz. Quienes o cómo somos, que tengamos una personalidad conflictiva o insegura, o más segura o estable, es algo cuyo sentido está más allá de nuestra individualidad. No depende de nosotros porque está en función de algo que nos supera completamente como individuos, de la misma manera que la playa supera los granos de arena. Y ahí creo que se desvanece un poco la distinción entre víctimas y héroes.
Quizá ahí sea útil imaginarlo como un inmenso baile, una inmensa coreografía en que cada uno da sus pasos tratando de armonizarse con los demás bailarines que están en escena. Tratamos de encontrarle sentido a nuestros pasos y a los pasos de los que nos rodean, pero sólo viéndolo desde fuera, en la visión de conjunto podemos encontrar el auténtico sentido.