Las personas estamos sometidas a innumerables cambios tanto biológicos como sociales y familiares. Nuestro mundo cambia a una velocidad, a veces, más alta de la que nuestra mente puede asimilar. El trabajo que realizo en este aspecto se deriva en dos bloques:
Acompañamiento de la persona frente a los conflictos o etapas de cambio, para hacerlos más llevaderos y Ayudar a la persona cuando estos conflictos o etapas de cambio se sitúan en un callejón sin salida.
En el primer caso el trabajo terapéutico será de prevención y en el segundo de tratamiento.
En este espacio psicológico, como Psicóloga y Psicoterapeuta escucho a la persona que acude a la consulta, dejando que se exprese, permitiendo establecer una valoración diagnóstica y trabajar, caso por caso, adaptando la terapia de forma individualizada.
No se etiqueta porque se trata de personas con una historia, vivencias, emociones y deseos; personas que cuando acuden en busca de ayuda tienen un sufrimiento profundo, con diversos síntomas como ansiedad, fobias, depresiones, fibromialgia, enfermedades psicosomáticas o dolor crónico. Son estos síntomas el resultado de conflictos, problemas y trastornos internos que pueden presentarse, unas veces son inconscientes, otras conscientes, pero siempre desestabilizan y provocan malestar.
Es importante subrayar que una vez establecida la alianza terapéutica, es el momento de trabajar junto con el paciente con la terapia más apropiada.
Ejerzo con ilusión en mis consultas. También me traslado a los domicilios.