Estrés emocional

Maria Docavo Alberti
13 Sep 2018 lectura de 6 minutos
Estrés emocional

Las emociones son energía, os habéis fijado en la energía que hay en la alegría, en la pasión, en la rabia, en el odio, en la tristeza, en la impotencia, en los celos... Energía que con la emoción aparece se desarrolla y desaparece así como la emoción.

El problema está en que no nos han enseñado a tratar las emociones, tanto las positivas como las negativas, emociones de las que no se puede negar su existencia, pero que las últimas está prohibido tenerlas, prohibición que viene de la educación y que reprimimos nosotros mismos, cada uno reprime la que considera no adecuada o prohibida, sin darse cuenta que la energía combativa, esto es, la energía que se pone en reprimirla es mayor que la propia emoción, porque tiene la labor de taponar y no dejar que aflore una situación, que por su curso natural aparece toma su tiempo y desaparece.

Se comprenden los celos, aunque sean infundados están ahí, se pueden negar y controlar, pero os aseguro que se quedan guardados en un lugar, así como la rabia el miedo. Todos ellos guardados como bolsitas a que a lo largo de la vida se van acumulando, pequeños dolores del alma no resueltos, pequeñas cositas o grandes almacenadas sin actualizar, sin asimilar sin aceptar, pequeñas represiones que se van haciendo grandes hasta que no tienen más sitio y salen por donde pueden, normalmente en forma de dolor o de falta de energía derivando en un cansancio continuo, como si llevaras un saco de piedras encima de ti cada vez que te levantas.

El problema es muchas veces reconocerlas porque te acompañan y están integradas como si fueran parte de ti, hay que aprender a reconocerlas y aprender a soltar y a aceptar, lo que no podemos cambiar, y aceptarnos como seres, cada uno con sus miedos aprendidos en la infancia más temprana, miedos que nos persiguen durante toda la vida, hay que reconocer esos miedos, aceptarlos e integrarlos, dejar de luchar contra nosotros mismos y con las personas que nos provocan esos miedos innatos que son solo nuestros, Rechazando a todo aquel que te los recuerda, que nos recuerda las propias debilidades que no te permites y tampoco se las permites a los seres que te rodean . Como por ejemplo la debilidad, si tú no te la permites, no se la permitirás a tus seres queridos.

Los medicamentos quitan el dolor durante un tiempo, van al efecto no a la causa y lo que nosotros queremos es quitar es el dolor y saber de dónde viene, nos mandan a psiquiatría y nos dicen que tenemos una vida buena, normal y que no podemos quejarnos, que los problemas se pasan, que nos alegremos, pero como se hace todo eso, como se puede soportar un dolor constante ¡que te va minando poco a poco!, o nos dan antidepresivos, pero no solucionan la base que está en nosotros mismos.

Se trata de ver lo que nos pasa y desbloquearlo, liberarnos de la idea de nosotros y de la idea de cómo tiene que ser todo lo que nos rodea, de nuestro policía personal que nos controla y juzga constantemente, desde que somos pequeños, diciendo lo que hacemos mal cada día, y como lo teníamos que haber hecho, juzgando todos nuestros actos y aceptando cosas inaceptables, para ser buena persona, negando nuestros deseos y libertad a favor de los deseos de otros y libertad de otros y ¿todo ello para que?, para ser buena persona, para que me quieran, para que me acepten ,para que no se den cuenta del monstruo que soy, para no ser egoísta ,por pensar en mi felicidad o en mi desarrollo, que a veces no concuerda con lo estipulado, que a veces provoca dolor en los demás y nos hacemos víctimas del deseo de los que nos rodean a veces disfrazados de los que más te quieren, que manipulan sin ninguna consideración porque piensan que es lo mejor para nosotros , sin darse cuenta que son sus deseos los que quieren cumplir.

Todo ello en forma de posesiones, sexo, agresiones, o por el contrario mutismo, acatamiento de normas por miedo, silencios, desprecios, malos tratos manipulaciones en nombre del amor, y se hacen sacrificios que nadie te va agradecer y que no benefician a nadie aunque lo parezca. No se le hace ningún favor a una nadie que dice que si no te quedas con ella se muere, no se le hace ningún favor al que dice que necesita para vivir, no se le hace ningún favor sometiéndose a los deseos de nadie si van en contra de tu desarrollo personal, claro que por amor se ayuda a los hijos a que salgan adelante, las parejas se acompañan en la vida, para que cada uno se desarrolle, pero eso es muy distinto que sucumbir, claro que si no sucumbes te quedas a lo mejor sin nada, y ahí está el miedo “me quedo sin nada”, y no es verdad te quedas contigo y eso es mucho.

Contigo

Un ser que es inteligencia, amor y energía, un ser muy valioso y no tiene que demostrarlo cada día porque ya lo es en sí, un ser lleno de miedo a no ser. A no ser como se debería ser. ¿Cómo se debería ser? Más guapa o más fuerte, más inteligente, más bueno, más valiente, más ordenado, más eficaz, más todo, porque claro, como somos muy poco pues esto hay que mejorarlo. Y así nos pasamos la vida intentando ser algo que ya somos y no lo sabemos y a demás nos unimos a los que nos dicen muy claramente que no somos nada o algo muy mejorable y claro, como tienen razón pues bajamos la cabeza y pedimos perdón. Nos avergonzamos de nosotros mismos, de lo mal que lo hacemos o por el contrario nos enfurecemos gritamos, peleamos por no ser reconocidos, por no ser aceptados como somos, porque no nos reconocen como seres válidos que se equivocan, dependiendo claro está, del que lo juzgue.

Y así se nos pasan los años, llenos de miedos controlados para que no se noten. Todo ello repercute en el cuerpo y el cuerpo avisa con dolor, para que te despiertes y tomes las riendas de tu vida con todo lo que conlleva.