El Proceso de Coaching, modalidades de intervención

Josep Guasch Gómez
30 Dic 2018 lectura de 4 minutos
El Proceso de Coaching, modalidades de intervención

Probablemente conozcas el relato del capitán de un buque averiado que anduvo mucho tiempo buscando un mecánico que encontrara la solución. Probó con muchos profesionales hasta que dió con uno que, tras escuchar el relato que de los problemas del barco le expuso, se dirigió hacia una tubería de la sala de máquinas, un ligero martillazo y ¡problema solucionado en menos de diez minutos!. La anécdota va algo más allá pero para lo que nos interesa hoy ilustrar ya nos sirve. Saber dónde, cuándo y cómo intervenir para que un mínimo esfuerzo produzca mayores resultados.

Hay personas que se esfuerzan en modificar actitudes, conductas, situaciones personales difíciles... pero por más que lo intentan no encuentran una salida... no saben dónde dar el “golpe de gracia”. Y es normal, nadie nos ha enseñado sistemas operativos y prácticos de autoconocimiento y aprendizajes vitales; a su vez la intervención sobre nosotros mismos siempre resulta difícil pues escapar a la propia subjetividad es poco menos que una utopía.

El coaching se va conformando como una disciplina propia basada en la mayéutica socrática, pero no ajena a disciplinas que puedan alimentar y complementar intervenciones prácticas y efectivas, y uno de los sistemas más prácticos y efectivos que conozco para saber dónde dar el “golpe de gracia” para conseguir los mejores resultados, es el de los “niveles neurológicos”.

Los niveles neurológicos, así bautizados por el gurú de la PNL Robert Dilts, se inspiran en el modelo de aprendizaje postulado por el antropólogo Gregory Bateson en su obra “Hacia una ecología de la mente”. Simplificando mucho, dicho modelo establece que cada nivel de aprendizaje y actividad forma parte de un sistema superior y/o inferior.

Robert Dilts recogió y adaptó el modelo de Bateson en un sistema operativo de 7 niveles que ya señalé en el anterior artículo.

  • Transpersonal
  • Identidad
  • Valores
  • Creencias
  • Capacidades
  • Conductas
  • Entorno

Este modelo no sólo sugiere formas de intervención específicas que examinaremos en próximos artículos, sino que además delimita de un modo muy claro las tres grandes orientaciones que inspiran el Coaching actual y que, a su vez, aglutinan a las distintas escuelas.

Coaching transaccional

Es una modalidad que prioriza la incorporación de, o cambio en, las conductas, entorno y capacidades del individuo o de la organización.

Coaching transformacional

El cambio se origina desde niveles más profundos y abstractos, implicando los niveles de creencias, valores e identidad del sujeto.

Coaching Transpersonal

Es la más nueva de las orientaciones del coaching, aborda por una parte la frontera entre la psicología y las cuestiones, hasta ahora, más próximas a las religiones y la metafísica, y desde otra perspectiva asuntos como, la búsqueda de sentido, propósito y misión de vida, y por encima de todo ¿qué entendemos por conciencia y cómo la vivimos y definimos? Esta modalidad prioriza el trabajo en los niveles transpersonal y la Identidad.

Según el reto o aprendizaje pendiente que decidas abordar, una modalidad de coaching puede ser más efectiva que la otra, también depende de tu perfil personal; hasta ahora el coaching transaccional ha sido la modalidad de trabajo más habitual en el mundo organizacional y el laboral, y el transformacional y transpersonal más orientados al viajero que decide un trabajo interno más privado e íntimo.

Veremos en sucesivos artículos cómo funciona esta interacción.