¿Qué es el cáncer exactamente?

Jan Anguita
2 May 2018 lectura de 4 minutos
¿Qué es el cáncer exactamente?

Sin lugar a dudas, la enfermedad que más miedo nos da actualmente a la mayoría de personas es el cáncer. Es la palabra que nadie quiere oír cuando recibe un diagnóstico.

Ahora bien, ¿qué es exactamente esta enfermedad? ¿Cuál es su origen profundo? ¿Cómo se puede solucionar de forma efectiva? El objetivo de este artículo es dar respuestas claras a estas cuestiones.

¿Cómo se origina el cáncer?

El cáncer, aunque tiene una gran reputación de enfermedad hiper destructiva, es en realidad una alteración del organismo muy simple. Su origen se produce simplemente cuando una célula de un determinado órgano deja de realizar sus funciones y empieza a comportarse de manera extraña. Todos los tipos de cáncer se originan de esta forma tan sencilla.

Evidentemente, esto por sí solo no genera ninguna situación preocupante, el problema surge cuando esta célula original se empieza a reproducir a gran velocidad y acabamos teniendo no una, sino millones de células con un comportamiento erróneo.

El cáncer es, pues simplemente un conjunto de células que se comportan de forma no acorde con su naturaleza.

¿En qué se diferencian una célula cancerosa y una sana?

La diferencia principal entre las células sanas y las cancerosas es que las primeras son conscientes de formar parte de un conjunto, y colaboran en su buen funcionamiento, y las segundas no.

Las células sanas, por ejemplo, se reproducen siempre de forma controlada en función de las necesidades del organismo, y dejan de hacerlo cuando sienten el contacto de las células vecinas. Y no solo eso, sino que, además, siguen el ciclo natural de la vida: nacen, viven y al cabo de un cierto tiempo se mueren para dejar espacio a las nuevas generaciones. Es decir, las células sanas respetan las leyes de la naturaleza, hacen sus funciones y dejan espacio vital para las otras células.

Las células cancerosas, en cambio, no lo hacen. Una de las cosas que hacen que el cáncer resulte tan problemático es que, en general, las células cancerosas se multiplican sin cesar. Cuando entran en contacto con células vecinas, no se detienen y continúan creciendo, destruyendo todo lo que encuentran. Además, no respetan los ciclos de la vida porque no se mueren nunca, y esto aumenta los problemas que generan en el cuerpo humano.

¿Cuál es la causa profunda del cáncer?

En resumen, las células cancerosas no hacen las funciones que le corresponden por naturaleza, no respetan el espacio vital de sus vecinas y no se quieren morir. Seguro que este comportamiento te resulta bastante familiar, ¿verdad?.

Efectivamente, en la actualidad, sobre todo en los países industrializados, nos comportamos de manera similar a las células cancerosas. De hecho, es más correcto decir que las células se comportan de forma similar a nosotros, y por eso sufrimos cáncer. No podría ser de otra manera, al fin y al cabo, son nuestras propias células.

El origen del cáncer es, pues, muy profundo. Los seres humanos no sabemos qué hacemos aquí en la Tierra; no sabemos cuál es el sentido de nuestra vida ni cuál es nuestra función dentro del universo. Y lo que aún es peor: muchas veces incluso afirmamos que nuestra vida no tiene ningún sentido específico y que no tenemos ningún tipo de relación con el resto del universo.

Es decir, los seres humanos nos hemos alejado de nuestra propia naturaleza. Y como no podría ser de otra manera, nuestras células responden a este comportamiento haciendo lo mismo. Nosotros estamos al mando de nuestro cuerpo, él simplemente sigue nuestro camino.

¿Y cuál es la solución?

La solución más efectiva al cáncer es algo tan simple, tan difícil a la vez, como reconectarnos con nuestra propia esencia. Si una persona quiere que las células de sus órganos se comporten de acuerdo a su naturaleza, ella tiene que hacer lo mismo.

Es decir, tenemos que recordar quiénes somos y qué hacemos aquí. Tenemos que recordar el sentido de nuestra vida.

Esto no quita que se puedan seguir todas las terapias que uno considere necesario. Pero si le demostramos al cuerpo lo que es estar en armonía, él hará lo mismo.