Coaching y niveles neurológicos de la PNL, capacidades II

Josep Guasch Gómez
30 Dic 2018 lectura de 4 minutos
Coaching y niveles neurológicos de la PNL, capacidades II

Vimos en el anterior artículo, como cuando el “juego interno” y el “juego externo” funcionan al unísono, las acciones fluyen sin esfuerzo.

Reconocer estos estados internos es de suma importancia para registrarlos y poderlos evocar cuando pudiera interesarnos; se trata de sensaciones siempre subjetivas pero que mantienen las siguientes características:

  • Existe una sensación de plena confianza en el logro del objetivo.
  • Sensación de disfrute en la acción presente (el proceso), por ella misma, independiente de la consecución o no del objetivo.
  • La atención está plenamente centrada.
  • La acción fluye sin esfuerzo.
  • Por lo tanto existe una sensación de alerta relajada.

Lo destacable de este estado es que genera el espacio para que emerjan nuevos recursos, nuevas capacidades, nuevos “cómo” hacer lo que hacemos y, sobre todo, estados internos de excelencia. Existe un postulado que se repite a menudo en las últimas tendencias de Coaching Generativo “Eres tan bueno como lo es tu estado interno”, de aquí que aprender a generar estados internos creativos sea el principal recurso de esta emergente escuela de coaching actual.

Este nivel tiene que ver con capacidades, algunas de las cuales ya señalé en el anterior artículo, a las que me gustaría añadir otras como la capacidad de visualizar, las preguntas que nos hacemos, la concentración, el enfoque mental, la gestión de recuerdos y estados emocionales, el diálogo interno y cómo lo reconocemos e intervenimos en él, nuestra capacidad de motivarnos, lo que sabemos acerca de...

Por ejemplo, es habitual pensar que se va a tener un mal día por haber empezado con mal pie, evidentemente esto corresponde con un tipo de pensamiento automático que no tiene por qué ser cierto.... salvo cuando nos dejamos llevar por él y actúa a modo de profecía auto cumplida. Reconocer y reestructurar estos pensamientos automáticos para centrarlos en narrativas internas con más sentido, forma parte de una capacidad que puede entrenarse. De hecho, gran parte de la terapia cognitiva tiene que ver con este tipo de reestructuración de pensamientos automáticos carentes de sentido común (algunos ejemplos la anticipación catastrófica, visión en blanco y negro, los debería... etc.).

Las capacidades nos permiten generalizar algo concreto (comportamiento) aplicándolo a situaciones nuevas; por ejemplo, la persona que sabe patinar sobre ruedas, generalmente tendrá menos dificultades para aprender a patinar sobre hielo, que aquella que no sepa ni una cosa ni otra; el biólogo tendrá menos dificultades para aprender medicina que el filólogo, y en lo que nos ocupa..., la persona que ha superado situaciones difíciles en su vida puede, evocando las estrategias que utilizó en su momento, sortear con más facilidad momentos de crisis actuales,  que aquellas personas que han vivido “entre algodones”.

Todos ellos han adquirido una serie de capacidades que pueden extrapolarse con cierto provecho en las nuevas actividades. La Inteligencia Emocional, es la capacidad de reconocer y gestionar nuestros estados emocionales.  Si sé, por ejemplo, que la rabia me puede conducir a la  actividad o la tristeza a la reflexión,  podré utilizar este conocimiento  a mi favor para canalizar estos estados emocionales sin verme en la necesidad de negarlos o dejarme abatir por ellos. Es cierto que los estados emocionales también están vinculados  con las creencias, valores o la propia identidad, pero, generalmente, el trabajo en este nivel es el más habitual.

Algunas reflexiones que facilitarán nuestro transitar por el mundo de las capacidades:

  • ¿Soy consciente de mi capacidad de aprender de cualquier situación o experiencia, propia o ajena?
  • ¿Reconozco lo que sé hacer bien y me felicito por ello?
  • ¿Conozco mi propio modo y ritmo de hacer y aprender para utilizarlo a mi favor en vez de recurrir a estrategias ajenas?
  • ¿Soy capaz de revisar mis formas de hacer y aprender con vistas a actualizarlas?
  • ¿Soy receptivo a nuevas perspectivas o formas de ser, estar y hacer?

En el próximo artículo seguiremos con este modelo de los Niveles Neurológicos y su impacto en el Coaching Generativo.