El osteópata te ayuda durante el embarazo

17 Dic 2018 lectura de 3 minutos
El osteópata te ayuda durante el embarazo

Durante el embarazo el cuerpo de una mujer es objeto de un cambio estructural muy significativo. Estos cambios son necesarios para la crecida del útero donde el bebé se va a desarrollar.

Es muy importante entonces que este proceso no encuentre obstáculos que pueden dificultar la naturalidad del cambio que está teniendo lugar. El tratamiento aplicado por el osteópata es capaz de facilitar este proceso.

El embarazo es el periodo de la vida donde el cuerpo de una mujer es más susceptible a cambios.

¿Dónde puede actuar el osteópata?

El osteópata encuentra amplios márgenes de maniobra, justo porque en esta extraordinaria condición se modifica rápidamente la postura, hay un significativo aumento de peso, aumenta la presión abdominal y a menudo se manifiesta un estancamiento venoso en las extremidades inferiores.

Todas las situaciones que a menudo crean síntomas molestos son en las que el osteópata puede actuar. Naturalmente son solo algunos ejemplos de las numerosas y fascinantes alteraciones que se producen en el cuerpo de una mujer durante el embarazo.

Inicialmente se presentan síntomas, como náuseas y vómitos, que confirman los grandes cambios hormonales a los que la mujer se enfrenta y que a menudo modifican de una manera importante el estado emocional.

Desde los primeros momentos el osteópata puede ser de ayuda, en particular desde el final del tercer mes. El tratamiento, por supuesto, de acuerdo con el ginecólogo que es siempre el médico de referencia de la mujer estando embarazada.

A partir del cuarto mes la postura empieza a modificarse de una forma más sensible y aquí pueden aparecer lumbalgias y dorsalgias a las que las manos expertas del osteópata pueden ponerle remedio. Con la llegada de estas molestias también aparecen una serie de molestias que afectan a las vísceras y suelen apuntar a las vías urinarias, reflujo, dolores estomacales etc..

Estos síntomas se presentan proporcionalmente con el aumento en el volumen del útero, en particular cuando la movilidad de esos órganos es reducida. En estos casos las manos dulces del osteópata facilitan las adaptaciones reduciendo los síntomas que a veces implican el intestino y crean pesadez en las extremidades inferiores y, a menudo provocan dolores de cabeza muy molestos.

El tratamiento osteopático, en estos casos, tendrá como objetivo facilitar y mejorar el sistema respiratorio diafragmático permitiendo una más correcta circulación de los líquidos corpóreos.

La preparación al parto con la ayuda del osteópata

En la etapa final del embarazo es necesario preparar el cuerpo de la mujer que dará a luz. El osteópata mejorará la movilidad de todas las estructuras que participan en el acto de nacimiento en sí. La atención se centrará en las caderas, la pelvis y el sacro, para que sean suficientemente móviles. Los esfuerzos también mantendrán todas las estructuras musculares que afectan al suelo pélvico para minimizar el problema de la mamá y el niño durante la fase expulsiva.

El objetivo del tratamiento será facilitar, lo máximo posible, el desarrollo del parto de la forma más fisiológica posible, evitando y previniendo episodios traumáticos para el futuro bebé.