Memoria de un paciente: anamnesis

11 Dic 2018 lectura de 4 minutos
Memoria de un paciente: anamnesis

Un paciente relataba esto (es un extracto):

 "Perdí a mi madre muy niño, aunque tengo una imagen vívida de ella, y ha estado siempre presente en mi vida.

Hace poco perdí a mi padre, que enfermó por largo tiempo. Los dos me enseñaron entereza y fortaleza.

A veces me sitúo en el corto tiempo en que pude disfrutarlos a los dos. Había realmente mucha alegría, y se respiraba felicidad.

Cuando vuelvo a reproducir esos momentos, veo a mi madre el día que papá traía un coche nuevo y lo había aparcado abajo. Yo debía tener menos de 4 años, pero de algún modo hay recuerdos que siguen ahí, vivos.

¡Qué emoción estrenar un coche! Yo estaba en la trona y en la cocina con mi querida madre, que entonces debía tener 27 años. Acabé de cenar rápido y bajamos.

Siempre he tenido problemas para ubicarme, y recuerdo claramente que la entrada de casa, y el vado donde había aparcado ese coche, seguían siendo algo nuevo para mi.

Era de noche y tenía sueño, pero paseamos para satisfacción de los tres en ese coche.

Como ese recuerdo, hay varios, incluso las bromas que mi mamá me hacía cuando me cambiaba los pañales. Quizás le sorprenda, pero es así. Incluso tengo un recuerdo donde quería expresarme pero aún no podía hablar.

Siento pena por las pérdidas, que además han seguido con mis amigos, y con alguna novia que he querido mucho, pero no se mostró realmente cómo era y que se despidió de malas maneras, en medio de acusaciones muy banales.

Y también siento pena por haber estado en un colegio donde me maltrataron mucho."

Dos años después, finalizando el tratamiento:

 "Ahora comprendo que hay situaciones irrecuperables, aunque en mi interior nadie puede quitarme lo que es mío, lo que me pertenece por haberlo vivido.

No permito que la trampa del dolor de la vida me invada. Comprendo que es muy penoso no haber disfrutado de mi mamá el tiempo debido, incluso otras circunstancias adversas vividas con mi padre, y puedo comprender que mis amigos no estén como yo quiero.

Pero es mi decisión centrarme en las ganancias, no en las pérdidas. Las asumo, y sé que todo va a pasar, incluso mi vida, pero soy fruto de un acto de Amor y mientras pueda, seré el proyecto que mis padres plasmaron en mi.

Tampoco permito más que me maltraten. Aunque es verdad que a veces no me he dado cuenta, y que incluso el maltratador me ha llevado a estar agresivo para después acusarme a mi de ser el verdugo, ahora estaré atento para que esto no se repita.

Mis padres estarían muy orgullosos de lo que he podido hacer, sin nada más que la educación tan buena que me han dado. A lo largo de la vida he desarrollado gran parte de los dones que me dieron, un cuerpo fuerte y que se mantiene joven a lo largo de los años, inteligencia y también he plasmado, como he dicho, lo que me podido de mi educación.

Comprendo también que las personas pueden envidiar al que progresa, y que salir adelante a veces les aleja, pero ahora soy yo el que me miró por fin. Me miró desde los ojos de mis padres, que tanto me quisieron, y veo un buen resultado.

En la vida, no solo están las sombras, por más que el final no sea el deseado, sino que también encontramos los soles que te da la misma existencia y, sobre todo, los que uno mismo genera, por el simple hecho de proponérselo.

Y si quiero ser la continuación de lo que mis amados padres pusieron en marcha, aunque se desgarrase, y si mi intención, por lo tanto, es querer honrarles, no puedo perder más tiempo sin actuar en pro del Amor y la felicidad".

Para quien puede ver estos cambios, les digo con toda sinceridad, no hay nada más pleno y anima a seguir luchando con la sombra.