Después de que nace el bebé...

Cibeli Borges Pereira Luz
3 May 2018 lectura de 8 minutos
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Puerperio, esta fase oscura.

Durante nueve meses nos preparamos y vivimos las transformaciones para la llegada del bebé, leemos, buscamos información y toda la familia se preocupa y se ocupa de que durante el embarazo no nos falte nade. Pero un día, antes o después de la fecha esperada... Nace nuestro bebé.

El proceso del  parto, por más que preparado y esperado es siempre una sorpresa, es algo natural que no podemos controlar (por más que el mundo intente), es como “la puesta del Sol”, lo acompañamos, lo vivimos, nos dejamos llevar y así encontramos nuestra parte más instintiva que se ocupa de que el cuerpo, las hormonas y la psique bailen en consonancia con el bebé, que abre su camino a la nueva vida. Para las mujeres el parto es un momento que exige mucha fuerza y energía y después del parto necesitamos recuperarnos, descansar con nuestro bebé y prepararnos para el puerperio.

El puerperio es el periodo que engloba desde el nacimiento del bebé, pasa por todas las transformaciones físicas y psíquicas del bebé y de la mamá, y va hasta el momento en que el bebé tiene más autonomía, y en que mamá/bebé están preparados para entrar en una nueva fase, este proceso puede durar en torno de un año y medio a tres. El puerperio engloba distintos momentos:

1. Los primeros momentos después de nacer

Hablamos del primero momento piel con piel, cuando la madre tiene su bebé cerquita y este puede poco a poco sentir su olor, oír su respiración, su corazón, y sentir que aún está en casa. Este momento, es esencial tanto para el bebé como la mamá, y ayuda a que ellos activen su proceso natural, sus hormonas y puedan regularse. Hay muchos experimentos que vinculan este momento a una mejor producción de leche, a que el bebé se sienta seguro y busque la teta, a que regule su respiración y batimientos cardíacos.

2. La lactancia

La lactancia es un proceso fundamental, pero no es fácil para todas las mujeres. Va depender de muchos factores, como por ejemplo, de cómo fue el embarazo, el parto o mismo de cómo se encuentra de nutrida y sostenida esta mujer. Una madre que se siente sola y transbordada posiblemente tendrá más dificultad al dar la teta. La leche materna es el mejor alimento que se puede dar a un recen nacido, es la síntesis de todo lo que tiene de mejor esta madre, los nutrientes, las vitaminas, el amor. Pero una madre que no se siente nutrida, puede que no se sienta capacitada a nutrir, cómo una persona que no ha recibido amor, puede que no aprenda a darlo. Hay muchos factores que influencian la lactancia, si hay profesionales especializados que le apoyen, cuales son las historias de lactancia en su familia, cuáles son sus apoyos, si esta descansada, si se alimenta bien...

El sueño y agotamiento continuado durante primeros meses de vida del bebé

3. El sueño y el cansancio continuado

El sueño y el cansancio continuado pueden ser otra característica del puerperio. La mezcla entre la lactancia, que nos exige un gasto energético profundo y no poder dormir las horas que nos corresponde, pueden ser una mezcla explosiva. Para esto es importante que tomemos consciencia de la necesidad de apoyo para las tareas más básicas. La mamá, dentro de sus posibilidades, tiene que poder descansar, no estar ocupándose de la limpieza de la casa, o de su propia comida. Su horario de dormir es “cuando puede”, sea de día o de noche, y para esto tiene que aprovechar todos los momentos, y librarse de la culpa de estar “sin hacer nada”, cuidar a un recién nacido es un trabajo duro de 24 horas que nos ocupa 100%.

4. Las intromisiones externas

Las intromisiones externas suelen tener un rol negativo, tanto en la reorganización de la familia nuclear, cómo en todo el proceso de intimidad de la mama/bebé. Sólo podemos contribuir con el puerperio si respectamos las necesidades de la madre. Es la madre, que marca su tiempo, su proceso, y por lo tanto es ella quién debería poner las reglas de la casa. Hoy el día hay muchas familias que esperan hasta un mes antes de empezar a recibir visitas. Esto no quiere decir que no se apoye, pero que lo hagamos con cuidado, y que preguntemos a la familia en qué y cómo quiere este apoyo.

La figura paterna durante el puerperio

5. La figura paterna

La figura paterna es extremadamente importante en todo el puerperio, al inicio va ser el responsable de asumir las tareas organizativas, quién se preocupa con la comida, con la limpieza, sea haciéndolo directamente o encontrando alguien que pueda hacerlo sin cambiar el “clima” de la casa.

También es el que da el amor a la mamá, la sostiene psicológicamente, le entiende, le reconforta en sus momentos más sensibles y conecta con su nuevo estado. El padre tiene que ser consciente de que no sólo tiene un bebé, cómo su compañera ha cambiado, hay que resintonizar sus percepciones, buscar este vínculo, esta empatía con la madre que permita poder también conectarse con el bebé y construir la tríade tan esperada.

En un segundo momento del puerperio, cuando el bebé va creciendo el padre va cada vez más relacionándose directamente con él, hasta que llegue el momento que puede de manera natural establecer una relación tan próxima cómo la de la madre, e incluso ser la figura que acompaña y ayuda a definir el fin del puerperio.

6. El sueño del bebé

El sueño del bebé, puede cambiar por fases, puede que llegue durmiendo todo el día y despertándose por la noche, o viceversa. Aquí no hay regla que valga, recordar la puesta del sol, y que las adaptaciones llevan tiempo. Yo, personalmente, no soy adepta de técnicas que enseñen el bebé a dormir. Primero porque no es verdad que él no lo sabe, sí lo sabe, lo que no sabe es dormir como un adulto, 8h seguidas y solo. Y además cualquier técnica que se interponga entre la relación de apego de mamá/bebé también se interpone entre todo el proceso natural de auto regulación que se desarrolla entre nosotras y nuestras crías. Una idea que puede ayudar en el sueño del bebé es que nosotras posamos de un lado estar descansadas para acompañarlos, que su papá esté dispuesto a compartir esta responsabilidad y una cama compartida puede ser muy eficaz en la hora de cuidarlo, sentirlo cerca y alimentarlo por las infinitas noches... te dejo aquí un link sobre colecho o cama familiar.

Bueno, dentro del período que llamamos puerperio, se desarrollan muchos cambios, y lo llamo de “fase oscura” porque muchas veces nos preocupamos, hablamos y debatimos el embarazo, y después la crianza, pero saltamos este primer año o meses, en que la madre muchísimas veces se encuentra sola. Es en este momento donde se prueba su relación de pareja, donde salen sus miedos, sus sombra, donde ella es desafiada a reconocerse en su fuerza y debilidad, al mismo tiempo la sociedad determina que se acabó el período de receso, el bebé ya nació y ahora ya es hora de volver a la normalidad, le da 1 mes, o 3 meses de licencia, en que “en verdad” socialmente se espera que esté todo perfecto. Las visitas, las opiniones sin que se las pida, las intromisiones constantes, de la familia o mismo de desconocidos que actúan como expertos y anulan la sabiduría de esta madre, sirven como puntos de presión que poco a poco van quitando la auto estima y la seguridad de una mujer que necesita más que nada en el mundo es estar segura de que lo está haciendo bien.

Lo llamo fase oscura porque muchas veces nosotras no hablamos de ella, al pasar por el puerperio nos forzamos a olvidar las noches de terror, los sentimientos contrarios, y sólo recordamos de la dulzura, del amor y de la conexión que ahí hemos vivido. En partes es “normal” que así sea, pero al mismo tiempo no nombrar parte de lo que se ha vivido hace con que el mundo no le dé su debido valor, y no ayuda que posamos como sociedad cambiar, y prepararnos para un embarazo consciente, un parto humanizado y un puerperio respectado y sostenido.

De forma positiva hoy en día podemos apoyarnos en grupos de mujeres, como grupos de crianza, grupos de lactancia o mismo en actividades seguras, como la Danza Materna. No hay espacio que sustituya nuestro nido, pero hay espacios que pueden ayudarnos a estar más relajadas, a identificarnos con otras mujeres que pasan por la misma fase y a acompañarnos en un puerperio más integrado y feliz.

Mi última sugerencia es que hable, pregunte... y verás cómo otras mujeres ya estuvimos ahí y podemos ayudarte a caminar este trecho de la vida.