Un principio oscuro sutil: desviarte de tu objetivo

22 Oct 2020 lectura de 5 minutos
Un principio oscuro sutil: desviarte de tu objetivo

Muchos de nosotros hemos visto películas o leído relatos sobre energía oscura, algunas en forma más genuina (el Thanatos de Melanie Klein - MK) y otras en clásicos o con forma más reconocible como demonios y monstruos.

Y también hemos podido ver los efectos en esas realizaciones. Particularmente es palpable su afición por la destrucción en distintas vertientes, una por una vía más física y otra en el terreno de las actitudes, emociones y en general el estado psicológico del individuo o masa social.

Fuera ya del mundo artístico, y en la vida real, no todos hemos visto exorcismos, pero sí hemos leído en la Historia la maldad y aniquilación de las guerras, el holocausto y otras manifestaciones más cotidianas como el maltrato.

Este es un terreno directo, constatable que es sencillo de observar. Sin embargo, hay un terreno donde la oscuridad se mueve con fuerza y astucia. Son los efectos sutiles donde la oscuridad es el rey.

Suelen citarse a la sazón emociones que preceden a la destrucción más evidente pero que no es tan sencillo detectar a priori, en su nacimiento. La envidia es uno de tantos ejemplos, antes que se actúe en aras a poseer lo que el otro tiene o simplemente destruir lo envidiado logrando que nadie lo pueda tener.

Podríamos decir que el nacimiento de la envidia es sutil. Me refiero al momento, a cuándo empieza a formarse, pues sabemos que estamos predispuestos a ella ya que forma parte de nuestro equipo genético de supervivencia y ese aspecto no es sutil. Simplemente lo heredamos en menor o mayor medida. En tiempos de gran escasez, usurpar a otro un bien, puede ser la diferencia entre sobrevivir o morir, y sabemos que miles de generaciones anduvieron en esos lares y que acabamos imprimiendo en nuestro genotipo las tendencias que repetimos filogenéticamente. En parte de la sociedad actual, pierde sentido esa herencia pero la oscuridad sabe aprovecharla y el momento y forma en que empieza a nacer ese sentimiento, sigue siendo sutil.

Solo cabe el desarrollo de la atención y disponer de herramientas consistentes (y mucho Amor) para compensarla y disminuir su efecto cuanto antes. Si es en su nacimiento, mejor.

Y aprovecho para indicar que ya que forma parte de nuestra realidad, efectivamente, el trabajo primario es su detección como he mencionado, pero también secundariamente pero no menos importante, aprender a mitigarlo con la otra tendencia constructiva (Eros MK) e integrarlo en un objeto real y humano.

Ese es el concepto y disponemos de cientos de ejemplos, incluso también en literatura. Sin embargo, la sutilidad Thanatica abarca más áreas. Para que podamos construir y caminar hacia el objetivo que uno ha decidido, se necesitan recursos tales como la oportunidad, la base física u orgánica para realizarla, el conocimiento y el espacio/tiempo adecuado.

Lo sutil no solo destruye lo ya construido, sino que vive en el arte sutil de intentar de raíz que no se construya y merma esos recursos. Si no dispones del tiempo o tu emoción se desvía por algo trivial de tu objetivo, te estás apartando del objetivo Eros de construir pues resulta evidente pues se está deteriorando uno de los fundamentos necesarios.

Si alguien recibe el beneficio de una buena energía, construye en sí algo hermoso, pero si una experiencia trivial insatisfactoria paralela, se apodera de su atención y emoción, esa construcción se paraliza.

Es algo parecido a un impedimento o una distracción.

Muchos son lo que ahora desde la New Age interpretan que un impedimento es un mensaje: “no toca, no debía hacerlo”, pero ese obstáculo puede ocultar energía sutil que les aparta de un objetivo edificante. Más obedece a una economía o comodidad emocional interpretar siempre un bloqueo así. Sírvanse pensar que casi ningún padre le dice a su hijo “Si no ha salido bien, déjalo, no insistas, no es para ti” en el momento que encuentra un impedimento en una asignatura y no la supera. Al contrario, se suelen buscar las formas de invitarle a enfrentar y esquivar el impedimento y alcanzar el logro previsto: aprobar y conocer la materia.

Usurpar el tiempo empujando a que lo emplees en polemizar, o en defender determinadas cosas, o distraerte de tu camino en algo accesorio, son ejemplos de lo mismo.

Recuerdo haberlo vivido mucho en 2007 y 2008 cuando las redes sociales empezaban y esa energía sutil se instaló a perpetuidad en ellas. Varios nos encontramos empleando mucho tiempo en defendernos de difamaciones y sin darnos cuenta, dejábamos de hacer lo que debíamos, entretenidos y sugestionados en cuestiones estériles, vacías y finalmente, sutilmente oscuras.

También es parecido al atraco argelino. Mientras uno pregunta y te distrae, otro sustrae tu maleta del coche, que está detrás. Has perdido la atención sobre tu bien.

Repitiéndome, creo fundamental “El camino de la Atención”, como forma de estar donde uno debe y no distraerse, y tener en cuenta ese principio oscuro sutil, lo que no es tan evidente y puede apartarte de lo que quieres.