El ego: mi propia sombra

Purificación González Ruiz
11 Ene 2021 lectura de 7 minutos
El ego: mi propia sombra

El ego, el arquetipo de la sombra según la psicología de Jung.

Jung define el “yo” como un complejo del comportamiento. Un conjunto de muchas personalidades que nos permite operar con las emociones en el mundo. Este "yo" es el ego. El yo es la punta de un iceberg que define nuestra personalidad. Al ego, se le considera su lado oscuro, es la voz que de lo que menos habla es de humildad, esa parte de nuestra psique donde alberga lo más primitivo de ese "yo", el que la mente consciente (la que está conectada con la Totalidad) rechaza y él se sumerge en los abismos más profundos de nuestro ser.

¿Qué es el Curso de Milagros?

El Curso de Milagros es un entrenamiento mental, que me posibilita liberar al mundo de todo lo que pensé que era, y reconocerme que sigo siendo tal como fui creado, me recuerda que en realidad nunca he estado separado de esa Totalidad. Soy uno con la Totalidad que no conoce exclusiones, ni una sola. Entonces, dondequiera que miro, me veo a mí mismo en la verdad, en el amor, en la entrega, en el servicio.

El ego, todo un personaje de mi propia sombra, esa que me atrapa y me seduce muchas veces. Este personaje se pasa el día tomando notas y sacando sus propias conclusiones ya que lo que no tiene claro se lo imagina. Es como mi propia sombra, de la que quiero escapar algunas veces, pero me siento aún más atrapado en ella. Me niego a integrarla, es más, la rechazo y en consecuencia caigo en mi propia trampa. Muchas veces me aturde y desconcierta con tantas preguntas sin respuesta: Quién, cuándo, dónde, por qué para qué y todo lo que te puedas imaginar. Como te puedes suponer, le encantan los viajes al exterior, ese es su mundo favorito, todo lo que le sucede está en el exterior, por lo tanto, sus mayores obstáculos están allí, por ende, los culpables de su situación.

En síntesis: allí están los culpables y los responsables. Su deleite es recrearse en el pasado, para ajustarme las cuentas y pasarme la factura o la solicitud de reclamos de los más variados. Tiene en cuenta todo con lujo de detalle, no se le escapa una: que, si no lo tuve en cuenta, que no lo defendí, que lo dejé en ridículo frente a sus amigos o quedó mal ante el jefe o por embustero ante su pareja. Tiene una enorme capacidad del Cómo de cada asunto, de los detalles más insignificantes que te puedas imaginar. En otras palabras, tiene en cuenta pelos y señales del asunto que tú ya creías que te habías olvidado.

Y si no recordabas dónde sucedió tal o cual, hecho, él viene con el mapa del territorio para ponértelo ante tus propios ojos aquí y ahora, para que vuelvas a sentir lo que quizá no querías recordar. Con mucha razón Don Juan Matus le llamaba pinche tirano. Lo siento como un inquisidor detrás de mí, sin perderme la pista de cada movimiento. Tú te preguntarás una y mil veces por qué actúa así, quién soy en realidad.

El ego a los efectos de Un Curso de Milagros, ocupa un lugar en la mente y se ha dedicado a categorizar, a separar, a etiquetar, a juzgar y condenar lo que hago. De este modo el ego se está asumiendo como separado, te separa. El ego es quien te tienta y te engaña. Este ego, diligente, laborioso, analítico, que tiene rápido una respuesta para cada estímulo que las ilusiones del mundo te brindan, es un ego reinante, entronado, porque él decreta cómo serán tus días, incluso es capaz de ver días, ahí donde el tiempo no existe. Por eso decimos en el Curso de Milagros que el ego ha fabricado el tiempo.

Ego: tiempo y espacio. Magnífica forma para llevar registro por “un antes de o después de”, ahora clasificando geográficamente, por localizaciones, por datos, por "hechos", ego siempre historiador. Ya sabes cómo debes reaccionar si se pincha una llanta al coche, ya sabes catalogar los partidos políticos, ya sabes muchas cosas. Ese ego que no se entera que todo lo que sabe, es irreal. El ego clasifica en opuestos y posiciones, concede niveles, identifica las ilusiones que percibe y más aún, da una identidad a ti y a todo.

Si te da la identidad de estudiante, ya te sacó de la unidad, de la totalidad. ¿Cómo puedes identificarte ahora con la totalidad, si tienes una etiqueta, si la totalidad, unicidad, no tiene etiquetas?

Entonces... ¿Qué es el ego? El ego no existe. Para efectos del Curso De Milagros, se le dio ese nombre y localización (como si el ego ocupara un espacio de tu mente). Pero eso sólo fue para hacerlo más asequible, identificable mientras continúas en el sueño percibiéndote en tiempo y espacio. Tú te preguntarás una y mil veces ¿Por qué? Justo ahora que había logrado ocultar, ante la mirada de los otros, esa sombra que muchas veces me sorprende a media noche.

Ahora ante tu sorpresa, te preguntas ¿Por qué actúo así?, ¿quién soy en realidad? Vuelven otra vez esos sentimientos encontrados que te angustiaban y confundían hasta el punto de no lograr tener paz. Te sentías atrapado nuevamente en la tristeza, en la rabia de lo que te había sucedido meses atrás. Se activaba en tu memoria ese inquisidor acechándote en la oscuridad de la noche. Comienzas a angustiarte, te sientes perseguido por tu propia sombra. Tus miedos, tus desafíos.

¿Cuál sería la respuesta correcta a tantas preguntas formuladas? No temas, no pierdas tu cordura, no pierdas tu centro, conecta con tu presente, vuelve aquí, conecta con tu corazón, respira profundamente e inclínate ante la Fuente Creadora, el Tao, El Creador, Dios Padre…, según sea tu espiritualidad. El ego es un intento erróneo de la mente de percibirte tal como deseas ser, en lugar de como realmente eres. Sólo te puedes conocer a ti mismo como realmente eres. Todo lo demás es cuestionable.

El ego surge después de la separación, el cual fue fabricado en lugar de creado. Es capaz de hacer preguntas, pero no de percibir respuestas significativas, ya que éstas entrañan conocimiento y no se pueden percibir. Una Mente separada o dividida, solo puede estar confundida. Se siente incierta acerca de lo que es. Está en conflicto porque está en desacuerdo consigo misma.

Aquí te presento a tu propia sombra, el ego, del que te atemorizas por sus juicios inoportunos. No te puedes liberar del miedo hasta que no despiertes y te des cuenta que no te creaste a ti mismo, (tampoco habrías podido hacerlo). La mente egoica, se divide cuando elige inventar niveles de percepción, pero no puede separarse completamente del espíritu ya que sólo dé Él deriva todo poder para fabricar o crear. La única respuesta es poner la mente al servicio del Espíritu Santo para que sea él quien responda todas las preguntas y deshaga estos malos rollos que solo nos quitan la paz.

Cuando trabajamos en el Curso de Milagros nos damos cuenta que el ego no es mas que un sueño de lo que en realidad eres, un pensamiento de que estás separado de tu Creador y un deseo de ser lo que Él no creó. Él es un personaje que genera resistencias. Un Curso de Milagros dice:

Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe.