Terapia Gestalt y Polaridades Disfuncionales
Cuerpo-mente – Las polaridades fundamentales
El trabajo que más me atrae de en mi propio crecimiento personal es encontrar el equilibrio entre el cuerpo y mente, entre el deseo, el instinto y la razón. Vivimos sumergidos en un tipo de tiranía de la razón, el deber y los roles. En este sentido, desenmarañar las telas tejidas durante tanto tiempo en el trascurrir de nuestras vidas es una tarea delicada y que lleva tiempo.
De la separación de la mente y el cuerpo nace una coraza muscular, síquica y energética, que impide que las emociones, las sensaciones, los sentimientos, la energía, la sexualidad y la conciencia corporal se liberen.
Un elemento fundamental en la terapia es devolver al ser humano el contacto con su propio cuerpo, recuperar la conciencia corporal. Cuanto más nos alejamos del contacto con nuestro cuerpo, más vagos se escuchan los mensajes que la sabiduría innata del cuerpo envía a la conciencia, y más nos alejamos de la capacidad auto-reguladora del cuerpo. A la vez nos quedamos a disposición de los deberías, estereotipos y roles interiorizados.
La capacidad auto-reguladora del cuerpo se ve interrumpida por la coraza músculo-psíquica-energética creada por el conflicto entre el cuerpo y la mente, entre lo que deseo y lo que debo.
Lo deseable es la reconciliación y la unidad del cuerpo-mente no separados, en el que hay cabida a ambos lados de las líneas polares.
La “ciencia” a separado materia y espíritu, creando un problema para la funcionalidad organismica. Quiero decir para el equilibrio integral del ser humano. Al separar el cuerpo de la mente, se crea un ser dividido y confrontado por la no armonía de estos dos aspectos; lo que debe ser, según razonamiento y roll, y lo que deseo según instinto y cuerpo.
En occidente se le concede más importancia a la razón que al cuerpo. La razón rige los movimientos del cuerpo, muchas veces sin tener en cuenta las necesidades de este último. El cuerpo como un ente que está compuesto de necesidades, fisiológicas y emocionales, individuales y colectivas.
Es aquí donde se desata el conflicto más importante que tiene que afrontar el ser humano: Vivimos sumergidos en la cultura de tiranía de la razón, el deber y los roles.
El trabajo de la terapia es encontrar la armonía entre el cuerpo y la mente: primero, desmontar todos los patrones viejos que impiden completarse en las necesidades fundamentales. Segundo, devolver al ser humano la sabiduría que el cuerpo posee, escuchar las “razones del cuerpo”; las necesidades fundamentales.
La cultura del miedo
La influencia de la cultura determina los patrones básicos en una sociedad, como en la que vivimos. La religión, en occidente, ha sido una de las mayores determinantes de la cultura de la moral y el positivismo. El miedo al infierno y a ser excluido de la sociedad ha hecho que las personas adopten su visión cosmológica del ser humano, que separa el cuerpo de la mente.
La ciencia ha sido profundamente influenciada por este determinismo. Así nos encontramos con una ciencia determinista donde se divide cada parte y se separa del todo. Se pierde la perspectiva antigua de totalidad, holístistica (entender al ser humano en su totalidad, el cuerpo, la mente y el espíritu, no separado del entorno). Este enfoque tiende separar al individuo de su entorno.
La Gestalt y la Bioenergética -la psicología humanista- vuelven a retomar esta visión de conjunto como totalidad y a integrar las partes en el todo creando una nueva configuración del ser humano y su entorno; el ser humano y del cosmos.
Este enfoque considera la mente y el cuerpo como unidad, al igual que el individuo y su entorno. La separación que se ha creado por la cultura dominante se convierte en el eje fundamental de la terapia humanista y holística.
Des-aprender
Más que enseñar algo, la terapia desprograma el carácter neurótico. La terapia corporal en el des-aprender de todos esos condicionantes del comportamiento (carácter disfuncional) y del movimiento que han vuelto disfuncional al organismo porque limitan su capacidad de movimiento en los aspectos físicos, emocionales y síquicos. Es como la analogía del software de un computador que se ha quedado des-actualizado, lleno de residuos y programas viejos que no sirven para realizar las nuevas necesidades, bloqueando toda la capacidad de comunicación del software (la mente) con hardware, el cuerpo y viceversa. Estos son;
- Des-aprendizaje corporal: La mente ha dominado durante tanto tiempo los movimientos del cuerpo, que el cuerpo que ya no es capaz de sentir los pulsos biológicos básicos como; la respiración, el latido cardiaco, la percepción corporal, enraizamiento ¿Cómo entonces vamos a sentir la sensación/corporal que nos informa sobre una necesidad en particular? Se crea una coraza de resistencias síquicas y físicas que impiden que las percepciones, sensaciones, sentimientos que afloran desde debajo de nuestra piel se corten e igualmente los estímulos que vienen del exterior.
- Des-aprendizaje del carácter disfuncional: En este segundo aspecto se trata de sacar toda la basura que hemos amontonado durante mucho tiempo y que nos limita la capacidad de movimiento. Son como viejos programas que prohíben e inhiben la capacidad de comunicación entre el cuerpo y la mente, es el carácter disfuncional, los patrones interiorizados que en muchas ocasiones ya no tienen una funcionalidad. Los viejos patrones, los roles, los deberías muchas veces nos impiden
Para explicar eso sirve la visión holística de campo, en la que podemos ver como no es solo el individuo el que determina sus necesidades, sino su relación con el entorno. Para tener una imagen más concreta de la influencia del campo, podemos fijarnos en la composición famular. Como por ejemplo una exclusión de un hijo –por el motivo que sea- o una ocupación de un roll que no corresponde –la suplantación de la madre o el padre por un hijo, son factores que ocupación de roles que terminan pasando su factura por asumir una carga que no corresponde.
La separación del individuo-entorno
El problema de la separación del cuerpo y de la mente tiene su origen en la visión determinista que disecciona al ser humano en partes que algunas restringen, reprime y valora como negativas. El enfoque determinista también separa al individuo del entorno. Vivimos en dos separaciones básicas, cuerpo/mente e individuo entorno, una abarca el ámbito individual y otra el global.
Esto se debe en gran parte en que formamos una sociedad que educa a sus hijos para reproducir un sistema, en vez de cuidar las necesidades del individuo.
Estamos sumergidos en un campo donde el todo, el campo, se relaciona con el individuo y viceversa. Se establece una relación de interdependencia donde nada funciona de forma separada sino que es un reflejo de esta interrelación. Esta interrelación va a dar origen a una configuración concreta que constantemente está en movimiento.
Figura-Fondo: Teoria del campo y enfoque holistico
La figura es aquello que se percibe sobresaliente en el campo de la percepción, y que tiene una forma definida; mientras que el fondo es algo indefinido, en cuanto no capta nuestro interés.
El emergente es la figura, es aquello que nos atrae del fondo, es la configuración emergente que obedece a una necesidad imperante del organismo.
En la perspectiva gestáltica el conflicto surge cuando una necesidad imperante esta pugnando por salir, pero esta es reprimida por la auto-imagen o estructura del carácter –como constructo de un falso yo-. De este desequilibrio entre las normas interiorizadas, patrones y la necesidad genuina surge el conflicto y, las patologías; carácter disfuncional.
Dependerá de la abertura de la persona que se percate o no de las oportunidades que pasan constantemente ante él, y de su neurosis. Que se fije –que se dé cuenta- de esas constantes perpetuas condicionadas que tienden a repetirse en su vida. El equilibrio relacional dependerá del individuo. Quiero decir de la capacidad de darse cuenta, de estar consciente
La teoría de campo se une a la visón holística del ser humano, ya que no solo el ser humano como macrocosmos es un todo si no el propio ser humano en sí mismo es un todo; un universo.
Polaridades
Los fenómenos son opuestos que tienden a separarse a partir de un punto neutro o indiferente, la adopta Perls de Friendlander y su teoría de la indiferencia creativa. En palabras de Perls;
“Mi primer encuentro filosófico con la nada fue el número 0. Lo encontré gracias a Friendlander bajo el nombre de indiferencia creativa. El cero es la nada. Un punto de indiferencia, un punto donde nacen los opuestos. Una indiferencia que automáticamente se hace creativa apenas comienza la diferenciación”.
Perls. 1970
El punto cero o indiferencia creativa es símil al vacío fértil del Tao. El vacío fértil es un estado de indiferencia-ión a partir del cual surgen los opuestos; Las figuras.
Si estudiemos las estructuras básicas, los patrones por los que el poder ha mantenido y conservado el poder podemos ver el miedo como forma de control básica que ha sido un factor determinante. Encontramos que los patrones de comportamiento en el miedo, el elemento que controla la dinámica del movimiento en el principio de placer, anteponiendo el miedo a transgredir los patrones creados por la cultura antes que satisfacer las necesidades fundamentales, creando además una serie de polaridades negativas que no se realizan por ser mal consideradas; negativizadas.
La moral victoriana ha fortalecido unos opuestos y rechazado otros considerándolos negativos: Así el amor, a valentía, por ejemplo, la fuerza, el orgullo, el altruismo han sido reforzado mientras sus opuestos (cobardía, debilidad, humildad, egoísmo, la agresividad) han sido rechazados y reprimidos.
Unas polaridades han sido reforzadas y otras rechazadas, según la conveniencia de las instituciones que marcan la “norma social”. La iglesia, los estamentos militares, los políticos, culturales etc., han marcado sus márgenes, que siguen sumergidos en inconsciente colectivo. Todo el trabajo corporal con un enfoque holístico va determinado a encontrar un equilibrio entre las polaridades.