Las técnicas de liberación craneosacral, especialmente en pediatría, suelen ofrecer resultados sorprendentes. La expresión “¡parece magia!” es habitual tras las primeras experiencias con este tratamiento tan sutil como efectivo.
En algunos casos, incluso tras años de práctica, la eficacia sorprende al propio especialista, que bien podría creer que sí, que se trata de magia, de no ser porque es bien conocida la justificación anatómica y fisiológica, de la que damos cuenta en este artículo.
Desde el primer contacto, la respuesta autocorrectora innata de los tejidos se activa, y las relaciones entre estructuras corporales, transmitiendo la tensión y liberándola de un lugar a otro del cuerpo, se encargan de lo demás.
La nueva visión. Aprender a relacionarnos desde la eficiencia.
Para entender en profundidad el concepto de coaching sistémico debemos ahondar en la definición de coaching. El coaching es una disciplina basada en la consecución de metas u objetivos, tanto personales como profesionales, entendiendo como objetivo todo aquello que quiera lograr una persona a corto, medio o largo plazo.
El coach es aquel “entrenador” que, mediante preguntas, hace reflexionar al cliente sobre lo que desea lograr a largo plazo, qué puede hacer en el corto o medio plazo para ello, y qué recursos tiene para alcanzarlo. El coaching va mucho más allá del pensamiento, de la acción, se centra en el proceso.
La Inteligencia Emocional es la base de las habilidades sociales y la podríamos definir como la capacidad para percibir, comprender, controlar e inducir emociones y estados de ánimo en uno mismo y en los demás.
Según Daniel Goleman, autor de “Inteligencia Emocional”:
Las personas emocionalmente desarrolladas, es decir, las personas que gobiernan adecuadamente sus emociones y que también saben interpretar y relacionarse efectivamente con las emociones de los demás, disfrutan de una situación ventajosa en todos los dominios de la vida. Estas personas suelen sentirse más satisfechas, son más eficaces y más capaces de dominar los hábitos mentales que determinan la productividad.
Daniel Goleman (2001)
Algunos tipos de neuropatías todavía son un desafío para medicina convencional. Se nota la ausencia de un enfoque elaborado sistemáticamente para definir y tratar estas enfermedades.
Con otras palabras, en la vida cotidiana a veces medicamentos como ibuprofeno, cortizon o celeston administrados por el doctor no funcionan, o su efecto se nota tres meses a partir del uso, puesto que su eficacia depende del papel del flujo sanguíneo como proveedor de sustancias curativas,y porque en este caso la sangre no reparte bien las sustancias curativas de los medicamentos ingeridos oralmente o inyectados por una jeringa - el flujo sanguíneo está obstruido por los tejidos musculares fuertemente contraídos. Ni el propio sistema de defensa corporal, el sistema inmunitario, lo puede lograr por la misma causa: las contracturas masivas presionan los vasos y obstruyen la circulación de los líquidos en las zonas afectadas.
En varias ocasiones, a causa de la gravedad de las contracturas, los anticoagulantes tampoco ayudan. Por eso, muchos médicos experimentados en este caso recomiendan a sus pacientes visitar a un terapeuta manual – masajista, quiromasajista, fisioterapeuta, etc.