En 2012 envié un articulo titulado "Medicina más de 100 años de mentiras", creía sinceramente que aquellas mentiras, en las que aún hoy se basa la medicina, fue debido a los acontecimientos de la época.
Hoy tras haber realizado varios cursos sobre Neuropsicología y trastorno de déficit de atención e hiperactividad, e interesarme por el entorno de estas pseudociencia me encuentro con mas mentiras y atrocidades médicas.
Hechos dañinos realizados por psiquiatría de los cuales deberíamos estar informados para protegernos nosotros mismos con la verdad y averiguar lo que la psiquiatría no quiere que sepamos.
En primer lugar destacar que los trastornos psiquiátricos no son enfermedades médicas. No hay exámenes de laboratorio, escáneres del cerebro, rayos X o pruebas de desequilibrio químico que puedan comprobar que cualquier trastorno mental es una condición física. La psiquiatría todavía tiene que demostrar convincentemente la causa genética o biológica de por lo menos una sola enfermedad mental.
Lo que es algo normal en las personas, depresión, emocional o mental, la psiquiatría ha reenvasado estas emociones y comportamientos como “enfermedad” y desgraciadamente todo para vender los fármacos.
Hablar del músculo diafragma, que tantas pocas veces se hace. Todo el mundo conoce los isquiotibiales, los cuádriceps, el bíceps, el tríceps, los paravertebrales, glúteos, rectos, multífidos,... Ay! La anatomía!... Sin embargo, el diafragma es sin duda uno de los músculos más importantes del cuerpo humano y al que no se le presta mucha atención.
Diría yo, que el segundo más importante, (después del corazón) y normalmente siempre pasa desapercibido. El diafragma, es el músculo principal de la respiración, y la respiración es la vida. Podemos estar sin comer días, sin beber horas, pero no podemos dejar de respirar, sino minutos...
El diafragma, es uno de los pocos músculos que se encuentra en el plano transversal, es decir, sus fibras se sitúan perpendiculares al suelo cuando estamos de pie. Nos corta por el medio, justo debajo de las costillas, hasta la columna lumbar.
Hidratación constante: la clave.
La dermatitis atópica hace que la piel de nuestro niño sufra lesiones, literalmente se rompa, si sucede esto surgen otra serie de problemas que pueden llegar a ser muy graves, como heridas y posible infecciones que habría que tratar con antibióticos.
Para no llegar a estos extremos contamos con una gran aliada: la hidratación externa, lo ideal sería que la piel de nuestro niño, estuviese tan sana que no necesitará hidratación externa, pero esto con las agresiones que sufrimos, sobre todo en las ciudades, es utópico: contaminación aire, los componentes agresivos que hay en el agua, la sequedad en el ambiente, la poca calidad en los tejidos…
Con lo cual hay que mantener constantemente la piel de nuestro niño hidratada, y por exagerado que parezca, en momentos de crisis, esto puede suponer hidratar al niño más de tres veces al día, de hecho lo que sea necesario.
La neuralgia del pudendo o síndrome del atrapamiento del nervio pudendo es una entidad dolorosa, que se produce cuando el nervio o una de sus ramas se daña, se inflama o es comprimida o atrapada. El dolor es la causa más común de consulta y se localiza en la zona anal y genital. Se agrava al sentarse, disminuye o desaparece al estar de pie y al acostarse.
Se puede percibir de múltiples formas, como un dolor quemante, tirante, con sensación de descargas eléctricas y pellizcos, con entumecimiento, aumento de la sensibilidad, sensación de bulto o cuerpo extraño, sensaciones anormales de temperatura, estreñimiento con dolor durante la defecación, esfuerzo o ardor al orinar, coito doloroso y disfunción sexual.
El tiempo medio de diagnóstico de esta neuropatía es de 4 años, con un rango de 1-15 años. Los médicos visitados antes del diagnóstico oscilan entre 10-30.