Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía, porque, al momento de hacerlo, se volverán tóxicas.
Bernardo Stamateas,Terapeuta familiar, Argentina
Me gusta empezar este articulo con esta frase tan aclaradora, de que son las emociones tóxicas, que terminan intoxicándonos y destruyendo tanto nuestras vidas como las de nuestros seres más queridos y próximos, pareja, hijos, padres, hermanos, etc.
Personas que en un momento concreto tienen que tomar la voz y dirigirse a un público presente, presentaciones en empresa, reuniones de propietarios, vecinos, reuniones de padres en escuelas, institutos, alumnos en exámenes orales, o relaciones con la pareja, de intimidad, declarar aquello que está perturbando la relación y no decides o no das el paso para comunicarlo y todo ello solo hace que empeorar tu situación, ansiedad y más ansiedad, rozando ya el pánico cuando la situación se acerca.
Pero también en otras situaciones muy diversas, estando en el bus o tren, decido cambiar de lugar, por el motivo que sea, la primera idea que me susurra mi dialogo interior es, van a pensar que no quiero estar con ellos, pensaran que me siento mal con ellos, que soy clasista, estirada, etc.
Lo mismo en espectáculos, cines etc., si una vez empezado decido cambiarme de lugar.
Obsesiones, compulsiones, manías y dudas patológicas, la frase que os pongo a continuación describe a la perfección en qué consisten las dudas y los miedos a un futuro incierto, que termina condicionando y creando un presente lleno de sufrimiento.
Mi vida estuvo llena de desgracias, muchas de las cuales jamás sucedieron.
René Descartes (1596 –1650) filósofo, matemático y físico francés
Esta duda se nos presenta en las cavilaciones y rumiaciones de los pensamientos obsesivos, esa idea que persiste con su duda, - …y sí. -… no será que… y otra vez -…y si fuera cierto que… y más y más dudas, -… entonces resulta que …, y el -… no puede ser, y otra vez, -…y sí.
Darle vueltas una y otra vez a la misma cuestión, intentado encontrar una respuesta satisfactoria una respuesta que soluciones todas nuestras preguntas, todas nuestras dudas.
Jean-Pierre Garnier Malet, autor del libro y de la teoría del doble cuántico o de luz, se hace eco de la importancia de hacer las paces, mentalmente, y apartar las preocupaciones para prepararse para el sueño, el descanso reparador, ya que de lo contario el doble cuántico, o doble de luz, entrará en acción intentando resolver el problema, el resultado es la interrupción del descanso, del sueño y la fatiga.
Sin entrar a valorar esta teoría del doble cuántico, si nos sirve la actitud de prepararse para el sueño reparador, ya tradicionalmente aceptada:
No te acuestes con los problemas, déjalos ir, aplázalos, y así podrás descansar, ya los retomaras al día siguiente.
Y otros dichos populares que en este caso juegan en contra, como:
Esta noche lo consultaré con la almohada.
Ya que en caso de insomnio este “- consultar con la almohada” es aportar rumiaciones y darles vueltas a los pensamientos, ahuyentando de esta forma el sueño.