Es un trastorno de la percepción de uno mismo, uno duda de lo que está sintiendo y lo interpreta como una enfermedad.
Las personas con hipocondría están preocupadas por el temor a sufrir una enfermedad grave, o aún más están sufriendo por la idea de si ya la están padeciéndola y lo desconocen, por ello se chequean el cuerpo constantemente en busca de pruebas, de que la están padeciendo.
Diríamos que sus preocupaciones están basadas en una mala interpretación de sus percepciones corporales, de lo que sienten, interpretándolo como síntomas de algo malo.
Es tal su preocupación que la persona no queda, convencida por el resultado del examen médico, persisten con el miedo a pesar del resultado positivo. De hecho, parecen quedar decepcionadas al no encontrar problemas físicos.
Estas personas nunca quedan convencidas de que están sanas, tienden a sospechar que ese médico se ha equivocado, con lo que inician una sucesión de visitas a diferentes especialistas, con la esperanza de que alguno de ellos sea capaz de descubrir su problema.
¿Sabes por qué una persona con apego ansioso se siente atraída por una persona con apego evitativo? Te lo explico.
Nuestra única defensa contra la muerte es el amor.
José Saramago (1922-2010)
De esta forma definía, el premio nobel portugués de literatura, la indefensión frente a la muerte.
Una vez que hemos deconstruido nuestro ego y nuestra zona de confort y hemos decidido saltar a la “zona de creación”, o sea, manifestar nuestros sueños a la realidad, es entonces cuando podemos usar nuestro poder natural como humanos: el poder de transformar ideas en manifestaciones.
Lo primero que has de saber es que cualquier idea que llegue a ti, a través de tus sentimientos, no de tu mente, ya es real en el plano causal.
Como humanos, a diferencia del resto de criaturas, has de sentir claramente en tus entrañas, que eres un ser creador que tiene acceso a esa dimensión superior del plano causal o de las primeras causas, eso que Platón llamaba el Demiurgo.