La clave de una acción consciente siempre se ha definido como fluir con la propia acción. Pero ¿qué significa eso exactamente?
Si lo identificamos como hacer cosas en momento presente podemos descubrir ciertas características que por definición están ahí. Por ejemplo, si estás presente, estás aquí y ahora, es decir, tu mente y tu cuerpo comparten el mismo espacio-tiempo y ese espacio-tiempo es justo en el que estás ahora.
No estás pensando en el futuro, no estás pensando en el pasado. Ambos estados son imaginarios, es decir, sólo residen en tu mente. El futuro te llena de incertidumbres y posibilidades, mientras que el pasado te pierde en recuerdos de dudosa fiabilidad.
Es tu elección tomar consciencia de que sólo es tangible el momento presente. Estás aquí y ahora, enfocado en lo que está sucediendo en este preciso momento. Eso es estar presente en tu propia experiencia; eso es vivir tu vida.
Quiero comenzar diciendo que a pesar de que el agua es un recurso básico, un derecho humano, reconocido por la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas más de la mitad de los abastecimientos ya están gestionados por empresas privadas. Y el motivo ha sido siempre el mismo: a pesar de la evidencia de que la gestión pública es más eficaz y barata, la privatización se ha usado como una forma de obtener dinero.
Los ciudadanos tendríamos que preguntarnos a qué otros intereses, que no es la eficacia en la gestión, obedece el proceso privatizador del servicio de agua vivido en Europa en los últimos años. El agua se ha convertido en un negocio financiero y somos los ciudadanos quienes pagamos estos créditos con su correspondiente interés y beneficio empresarial.
Además, recibimos el suministro de con un alto contenido de cloro, principal producto químico utilizado para desinfectar el agua. Si bien, las autoridades sanitarias aseguran que no existe relativamente ningún peligro al beber agua clorada, simplemente, es una falsedad, ya que los niveles de los subproductos de desinfección (DBPs) del cloro, producidos por este proceso, son peligrosos y alarmantes.
No le llames cuerpo. Llámale quinto cerebro. Tu gran médico interior. ¡El mejor aliado de su salud!
Ha llegado la hora de que cambiemos nuestros conceptos de prevención, salud y enfermedad. Y de nosotros mismos. No podemos seguir siendo pacientes pasivos, condenados a sufrir las enfermedades del bienestar que matan a más de 40 millones de personas al año en el mundo, convirtiéndonos en pacientes de riesgo a medida que pasan los años y absolutamente dependientes de los fármacos cuando, en realidad, podemos ser agentes activos de nuestra salud, optimizando los recursos preventivos y auto curativos que todos tenemos, pero que no utilizamos.
Los devastadores efectos de esta pandemia están generando informaciones de todo tipo. Pero hay cosas que no se dicen. Y tienes derecho a saberlas.
En el año 2003 se produjo el brote del coronavirus SARS. En el año 2012 apareció el coronavirus MERS. En el año 2019 ha aparecido el SARS-2, más potente que el primero. Dentro de un tiempo, ¿qué aparecerá antes, el MERS-2 o el SARS-3? Sea el que sea, seguro que será más potente que su versión anterior. En ninguno de estos casos se dispuso de una vacuna ni de un antídoto humano. Además, como esos coronavirus mutan, el posible remedio de uno, ya no sirve para el otro.