La embarazada es una mujer normal, que está transcurriendo una etapa de su vida para la cual su cuerpo, su mente y su espíritu están perfectamente adaptados pero cobra diferentes características según las diferentes culturas. Además de configurar un fenómeno común básico del ser humano en general, se presenta de manera distinta en cada mujer y en cada uno de los partos.
La mujer normal y adaptada que se siente bien con respecto al embarazo hará sin sobresaltos la transición a la maternidad. Las mujeres que corren peligro son quienes ingresan en la gestación sumidas en cierta confusión emocional. Muchas veces, esto pasa inadvertido quedando así relegada el área emocional de la futura mamá. Si bien el obstetra, la partera y demás profesionales que abordan el área prenatal controlan en la mujer la presión arterial, el aumento de peso, los latidos cardiacos, todo ello está relacionado con lo fisiológico, que si bien es importante, no hay que descuidar tampoco la psique.
Te habrás dado cuenta de que en este siglo XXI tenemos solución para todos los males, y cuando no la encontramos por Internet vamos al profesional de turno para que nos diga qué debemos hacer y tomar para sentirnos mejor y continuar trabajando y luchando para conseguir, lo que sea que queramos en nuestra vida.
Si nos duele una muela, vamos al dentista, si es el estómago, al endocrino, si nos rompemos un brazo, al traumatólogo y si un músculo se ha movido o contracturado, al fisioterapeuta, etc.
Hacemos lo que haga falta para no sentir dolor de ningún tipo, nos tomamos una pastilla, una inyección o hacemos dieta hasta conseguir sentirnos mejor.... pero ¿qué ocurre cuando es un dolor emocional? ¿Qué ocurre cuando sentimos que no somos felices y que pese a tener de todo no somos tan felices como nuestro vecino, o pensamos que no merecemos lo que tenemos o simplemente que nunca llegaremos a ser la persona que nos gustaría ser?
Enfocar esta patología, no es fácil, ya que son muchos los libros y artículos que intentan poner luz a este tema .
Después de varios años tratando esta patología con muchos protocolos, como la acupuntura, el shiatsu, la moxibustión, etc.
Me he dado cuenta que la mayoría de casos los trataba por la sintomatología dolorosa y muchas veces con un mal diagnóstico propiciado por la información dolorosa que me daba el paciente.
¿Te gustaría eliminar de tu cabeza todo lo que te limita? ¿Te gustaría estar más alegre y atraer la abundancia a tu vida? “Todo en la vida viene a mí con facilidad, alegría y gloria”.
Hoy en día casi todas las personas sufrimos una sobrecarga de información en la mente. Tanto es así que no es raro padecer estrés, insomnio, desórdenes psicológicos de todo tipo y, en el mejor de los casos, una o varias voces internas que crean un ruido constante y limitante que enturbia nuestra vida.
Pero vayamos poco a poco…
Los pensamientos son una forma de energía que tienen carga eléctrica. Cuando pensamos mucho nuestro cerebro se sobrecarga, lo que hace que éste se encuentre en una frecuencia de ondas Beta. Este tipo de frecuencia nos bloquea, dificulta enormemente la relajación y eleva el nivel de estrés con los problemas que todo esto conlleva.