En una correcta alimentación es esencial mezclar lo menos posible los alimentos entre ellos para evitar problemas a nivel digestivo, para evitar el empleo simultáneo de enzimas de signo opuesto ácido y alcalino.
Algunas combinaciones incorrectas entre almidones, proteínas y lípidos, puede provocar dispepsia, fermentaciones intestinales, intolerancias, pesadez, halitosis, hinchazón. Una combinación adecuada de alimentos, permite mantener la línea, desintoxicar el cuerpo, y poner en evidencia las intolerancias alimentarias.
Entre las combinaciones menos correctas, la que más, es la de juntar la carne con la pasta, porque provoca un desequilibrio en las secreciones, que lleva a una digestión incompleta de las proteínas en el estómago y a la fermentación de los almidones en el intestino.
Cada uno tendrá que valorar la combinación optima para su organismo.
Es bueno no mezclar los almidones y los carbohidratos con las proteínas. Mientras los almidones y los azúcares para ser digeridos requieren de un pH básico, las proteínas requieren de un pH ácido.
La digestión empieza en la boca a través de las glándulas salivales, que segregan una enzima que se llamada ptialina. Por ello, es absolutamente indispensable masticar bien y durante un largo periodo de tiempo.
A continuación, los alimentos pasan a través del esófago y van a el estómago, donde se encuentran frente a un ambiente ácido y la enzima pepsina sirve para separar las proteínas.
La digestión de las proteínas continua en la parte del intestino delgado, del duodeno, donde fluyen las enzimas digestivas del páncreas y del hígado, el páncreas es un órgano fundamental que produce las enzimas como la amilasa para la descomposición de los carbohidratos, las proteasas para las proteínas y las lipasas para las grasas, la bilis, que ayuda junto a las lipasas del páncreas a la descomposición de las grasas se produce a partir de la vesícula biliar.
Cuando el alimento pasa en el intestino delgado está listo para la absorción, las amilasas descomponen los carbohidratos y las péptidas las proteínas.
Si en el cuerpo a causa de una mala alimentación hay una carencia de vitamina B6, en el intestino delgado queda una parte del alimento no digerido, que estimula la proliferación de bacterias dañinas y microorganismos que provocan hinchazón y dolor en el abdomen.
La bilis producida por el hígado y conservada en la vesícula biliar contiene lecitina y favorece la emulsión de las sustancias grasas. A quien le quitaron la vesícula biliar o a los que no digieren las grasas sería bueno que tomarán suplementos de lecitina.
Quien es intolerante al gluten, puede comer arroz, maíz, quinoa, trigo sarraceno.
Para quien toma indiscriminadamente azúcares o antibióticos o también mucha fruta, puede crear un desequilibrio en la flora intestinal y puede fácilmente ser propenso a hinchazones o somnolencia, en estos casos cuasi sería aconsejable tomar suplementos de simbióticos.
El meteorismo y el estreñimiento son a menudo causados por una mala alimentación, a menudo tomando mucha carne, huevos, quesos, harinas blancas, causando heces duras, por ello se hace aconsejable en este caso tomar mucha agua, fibra de remolacha, avena y lógicamente cambiar de alimentación.