El masaje holístico con aromaterapia es un tratamiento que tiene en cuenta la globalidad del individuo e involucra todas las áreas de la persona. Tiene como objetivo tratar todas las zonas corporales y utiliza técnicas que ayuden a priorizar y ayudar en las acciones biológicas sobre los diferentes tejidos, desde la piel como parte del sistema nervioso, hasta el conectivo de los huesos, articulaciones, vísceras, pasando por los músculos, todo ello integrado a través del sistema nervioso central y endocrino.
A lo estrictamente fisiológico se agrega un beneficio extra, pues a medida que trabajamos en comunicación con la otra persona, nuestras vibraciones comienzan a armonizar con ella y poco a poco, recibimos una información proveniente de otro plano más sutil, más enérgico, como un diálogo entablado entre dos almas.
La aromaterapia nos es de gran ayuda para conseguir este objetivo. Nos ayuda a liberar todos nuestros bloqueos energéticos para conseguir hacer fluir la mayor cantidad de energía posible y evitar estancamientos.
Debido a que los aceites esenciales poseen cargas eléctricas, cuando los difundimos a la atmósfera hacen que cambie la frecuencia vibratoria del entorno. Por ello poseen una importancia capital en todos los trabajos de los campos energéticos, ya sea del cuerpo humano como de la energía de nuestro medio ambiente.
El sentido del olfato es la función sensorial que más intensamente está ligada a las informaciones almacenadas en nuestro subconsciente. De modo que estas sustancias volátiles actúan sobre un plano profundo y fundamental de nuestro ser.
Como es natural, para este tipo de técnica se deberán utilizar sólo aceites esenciales puros. Todos los aromas fabricados artificialmente carecen de la fuerza activadora de las plantas, al igual que carecen de la compleja e intrincada variedad de sustancias activas que sólo pueden originarse en la Naturaleza.
Como que son sustancias orgánicas naturales, su efecto está en consonancia con las necesidades del cuerpo y del espíritu. Con frecuencia tienen un efecto equilibrador, es decir, poseen la tendencia a proporcionar un estado general sano y armónico.
Sabiendo que mente y cuerpo están profundamente interrelacionados entre sí y que los aceites esenciales trabajan en ambos campos, un masaje basado en la aromaterapia puede ser muy reconfortante, integrador, físico y sutil a la vez, obteniendo resultados a largo plazo.
Para conseguir un efecto más sutil de los aceites esenciales, el masaje también deberá tener esta característica para obtener un resultado armonioso. Deberá ser rítmico, sin intermitencias y la suavidad prevalece a la presión o al movimiento mecánico.
La finalidad de este tipo de masaje es llevar las sustancias aromáticas a las zonas del cuerpo que más lo necesitan. Para que éstas penetren bien a través de la piel, ésta deberá estar en condiciones óptimas, excluyendo toda posible congestión. Si fuera conveniente, previo al masaje se aplicaría algún tipo de tratamiento descongestionante.
El masaje holístico favorece que la persona se ponga en contacto con su núcleo interno, y ayuda a tomar mayor conciencia del cuerpo. Engloba la totalidad del Ser.
Se trabajan todas las zonas emocionales del cuerpo con la ayuda inestimable de los aceites esenciales para potenciar el efecto terapéutico.
Dentro del masaje holístico aromaterapéutico se distinguen tres tipos distintos con efecto, de menor a mayor profundidad, en el campo emocional. Estos serían:
En éste último prácticamente no entramos en contacto físico con la persona salvo en algunos puntos reflejos emocionales del rostro. Cada uno de ellos precisa de la utilización de una técnica distinta específica.
En líneas generales podríamos describir cómo deberían ser las maniobras y sus características: