Taller de geometria sagrada para bebés y mamás

¿Cómo te sentirías si de pasar de un sitio confortable, seguro te encontraras de repente en un lugar desconocido, poco confortable? ¿Cómo quisieras que fuera tu experiencia?

¿Qué puedo ofrecerte?

• Sentir y conectar con la energía de las figuras.
• A conectar con tu intuición.
• Tranquiliza, calma, desbloquea a tu bebé
• Limpia creencias y patrones
• Acompáñalos con los cólicos, dentición, al movimiento, a ayudarles a poner los pies en el suelo.

¿Cómo actúa la geometría?

Todos los cuerpos de lo humano están cargados de información, y la geometría busca bloqueos o conflictos tanto a nivel físico como a otras dimensiones del ser, incluso en la memoria celular, para poder resolverlos. La geometría se aplica a personas, animales, plantas, viviendas... en sesiones individuales como en grupo... tanto desde la concepción como en el acompañamiento al final de la vida.

¿Por qué con madres y bebés?

Porque ya se ha visto en la epigenética que el ambiente emocional del bebé queda grabado en su psique hasta la adultez. También se ha podido ver que todo lo que vive la madre y el cómo lo vive, sus creencias y patrones limitantes, creencias ancestrales, miedos, tristezas, su sombra...si no está trascendido pasa directamente al bebé en el momento de nacer, el cual será el encargado de liberar esta información ancestral. De esta forma, nuestros hijos no podrán vivir una vida libre. Ya decía Jung "que hasta que no hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, éste último dirigirá tu vida y tú le dirás Destino".

Los bebés son seres puros, los primeros años de su vida son seres muy conectados con su ser, si los observas más allá de la mirada ellos te hablan, te guían, nos enseñan. Con la geometría puedes conectar con tu intuición sintiendo que todos formamos parte de uno aunque tu bebé es tu espejo. Es a partir de los 6-7 años que esta conexión pasa a un segundo plano, porque ellos deben poder cumplir con su propósito amigo y vivir las experiencias terrenales para poder transmutarlas y evolucionar.

Como madres, nuestro trabajo personal libera a nuestros hijos de cargas y podemos hacerlo limpiando toda esta información a través de los trigramas (que limpian el ADN) y con otras figuras geométricas que te aportan todo lo que necesitas para cada momento de tu vida. Son claves que abren nuestras puertas aportándonos toda aquella información que necesitamos para seguir avanzando, para eliminar creencias, limitaciones, hacer consciente cuáles son nuestras frases lapidantes, aprender a ver nuestro exterior como una representación de nuestro interior, aprender a perdonar y soltar...

¿Por qué con las madres?

El cordón umbilical sigue existiendo aunque físicamente se haya cortado. Aproximadamente hasta los 7 años de vida (después ya se reparte entre padre y madre), nuestros hijos somatizan en gran parte, las emociones y desarmonías de la madre, del ambiente, del cómo lo viven... expresándolas en forma de enfermedades. Partiendo de la NO CULPA, ya que la culpa te lleva directo a querer un castigo de forma inconsciente, aceptando que cometamos errores y cogiendo la responsabilidad de mañana hacerlo mejor, podemos hacer consciente cuál es nuestro proceso mental y emocional de aquél momento...

• ¿Cómo me siento?
• ¿Por qué me siento esto? Y a partir de ahí, podemos hacer consciente algún engrama nuestro.
• ¿Por qué no soporto eso?
• ¿Por qué tengo tanto miedo a lo otro?

Durante 9 talleres se ofrece la posibilidad de liberarte y liberar a tu bebé, a vaciar la mochila, a hacer consciente qué creencias te condicionan, ya transmutar la información errónea para poder ser quien has venido a estar en esta vida y no alejarte de tu propósito, a que la madre conecte con su poder intuitivo, tratando de sentir la energía y los bloqueos de su hijo. Trabajando con los trigramas y otras figuras energéticas, también se aporta paz, bienestar, tranquilidad...anclando a los pequeños en la tierra. Durante el embarazo y hasta los 3 años, el primer susto fuerte de la madre provoca una otitis a nuestro hijo. Esta otitis puede tener repercusiones en la adultez expresando alguna desarmonía. Dependiendo del ambiente emocional puede provocar que nuestro hijo, a nivel emocional, cree un mundo en su mente, perdiendo la percepción de la realidad, desconectándose de la tierra...con la geometría re-conectamos a nuestros hijos en el suelo, arraigamos a nuestros hijos para que puedan estar conectados sin que se pierdan. Sanando a la madre, sana al bebé.

Los talleres se basan en los 8 códigos de la base trigrámica del I ching. Éstos salen de la creación de las 8 primeras células de la división celular después de la fecundación. Cada línea del trigrama está relacionada con uno de los 4 aminoácidos que conforman la cadena del ADN.

El acompañamiento con bebés y madres se realiza con la base de los trigramas del Iching aparte de trabajar con otras figuras geométricas. Cada trigrama está asociado a una información, que se aportará a cada clase junto a cada madre escogerá conectando con su ser cuál es el trigrama que necesita para seguir su proceso evolutivo.

Hasta los 7 años la emoción instaurada es la preocupación; el miedo a no tener, a que falte algo... su proceso se acompañará con autoayuda de Jin Shin Jyustu para armonizar la emoción al bebé cuando lo tengas cogido, porteándolo...

Con los trigramas la persona se adentra en un proceso de autoconocimiento, de despertar espiritual, libera la conciencia colectiva de frecuencias que nos desconectan de la esencia, nos conectan con nuestro propósito, liberación, calma, eliminar bloqueos, sintonizan con la vida, limpieza campo energético, reestructuración funciones orgánicas del cuerpo, activan la capacidad regenerativa del propio organismo en procesos degenerativos, disminución dolor, ayudan a la cicatrización.

Cuando nuestro hijo nace, pasa de un ambiente caliente, acogedor, seguro... a un ambiente grande, con mucho ruido, frío o demasiado caliente...y sobre todo, lejos de su madre. Los mamíferos para sobrevivir enseguida nacen... los nuestros aprenden a andar mucho más tarde... A veces la maternidad se nos hace pesada, cansada...nos desconectamos, como mujeres nos perdemos... entramos en la rutina de comprar, comer, hijos, noches sin dormir... olvidando que ellos en realidad de repente han pasado a un lugar que no conocen...¿cómo te sentirías tú?

Nos olvidemos que en realidad a nuestros hijos les podemos aportar aparte de valores, amor... algo mucho mayor que les ayudará a su vida...ser coherentes.

¿Por qué nos cuesta la coherencia?

Porque no decidimos en base a lo que queremos, sino que decidimos desde el inconsciente en base a las creencias y patrones... mi abuela siempre decía que quien no trabaja es un vago, mi madre decía que si no me' arreglo mi marido se marchará de casa...y situaciones infinitas. Toda esta información es la que le pasaremos a nuestros hijos. Nos pasamos la vida compensando un sistema familiar, con falta o exceso, siendo esa niña pequeña que actúa para ser querida privándonos de vivir la vida que queremos vivir.

Un hijo, te lo refleja todo, es tu gran espejo, y es a través del amor por nuestros hijos que buscamos ser la mejor versión de nosotros mismas todos los días, perdonándonos por los errores y amándonos. Libérate de las exigencias que la sociedad nos tiene puestas como buena madre, mujer, hija... es un gran regalo para el bebé, para ella, para mí, para la sociedad