Taller para la práctica del abanico de tai-chi
El abanico, sin ser un arma, ofrece todos los efectos beneficiosos de hacer tai-chi empuñando un arma, elegancia, estética, equilibrio, respiración...
Detalles del evento
Las artes marciales chinas no solo fueron objeto de estudio y práctica por parte de la clase guerrera. Muchas otras capas de población, que no necesariamente poseían armas, usaron varios instrumentos cotidianos como armas de defensa; en su mayor parte se trataba de herramientas comunes que, manejadas con destreza, se revelaban formidables. Entre ellas destaca, por su complejidad, elegancia y eficacia, el abanico, adoptado por el Tai Chi y el Kung Fu.
Fabricado, generalmente, de seda con un marco de acero, al abrirse produce un chasquido característico. Cerrado, se utiliza como bastón para golpear o perforar; medio abierto, sirve para cortar a la manera del sable; y completamente abierto es similar a la espada e incluso puede llegar a ser un arma arrojadiza muy sorprendente.
Sin embargo, el interés actual por el abanico que muestran muchos practicantes de Tai Chi procede, precisa y paradójicamente, de no ser un arma, y de que, sin serlo, ofrece todos los efectos beneficiosos de hacer Tai Chi empuñando un arma.
En este curso abordaremos las formas de 18 y 36 movimientos del estilo Yang de Tai Chi. Lo más visible y atractivo de estas formas es su gran elegancia y estética; pero detrás de ello se oculta lo característico de las artes internas: un gran dominio del equilibrio, la respiración y el cultivo del qi o energía vital.
Taller abierto a todo el mundo (tanto principiantes como avanzados).