Tener en cuenta nuestra capacidad de autosanación

28 Dic 2018 lectura de 3 minutos
Tener en cuenta nuestra capacidad de autosanación

Parte del problema que se presenta en consulta cuando un paciente es "difícil" es la dificultad para comprender que el terapeuta reikiano es un mero colaborador en un proceso en el que el paciente está muy lejos de ser un observador pasivo.

Lo complejo de este asunto es que es difícil de comprender antes de adentrarse en la terapia, y lo bueno es que el subconsciente consigue con una frecuencia sorprendente eludir a la mente y desarrollar su trabajo de cambio.

La maravillosa experiencia de sentir pasar la energía por nuestro cuerpo de una forma uniforme y sin bloqueos que se interpongan es una sensación maravillosa a la que acceden sólo los pacientes que rápidamente captan que una vez que termina la sesión, hay que llevarse trabajo a casa.

Para avanzar es muy importante estudiarse a sí mismo entre sesiones. ¿por qué genero bloqueos luego de disolverlos en la sesión? ¿por qué pierdo esa sensación de placidez? ¿cuales son las cosas que me devuelven al estado anterior? ¿qué está pasando con mi energía en determinado entorno o con esta o aquella persona?

Los pacientes que hacen esto, avanzan a una velocidad pasmosa: porque sacan partido del trabajo que se hace en la consulta. Disfrutan su sesión, y se curran durante la semana su energía para no volver a la siguiente sesión igual que estaban al iniciar el tratamiento y seguir avanzando.

Lamentablemente algunos pacientes enlentecen el proceso delegando todo el proceso de sanación en mi y desconociendo su propia importancia en el proceso. La mayoría lo comprenden antes o después y hacen su parte. Pero los menos abandonan luego de algunas sesiones porque no comprenden cuál es su parte en el asunto.

En relación con todo esto hay algo muy importante que debemos comprender, independientemente de que nos planteemos o no recibir sesiones de reiki por la razón que sea: nuestra salud física, emocional, y espiritual es responsabilidad nuestra.

Nosotros podemos estar en equilibrio, es nuestra naturaleza estarlo, estamos orientados a eso, nada que nos aleje de esa verdad es normal. Tenemos la capacidad de sanarnos y enfermarnos a nosotros mismos, y lo hacemos permanentemente.

Cuando vamos a una consulta de reiki a buscar la vieja sensación de salud integral que la mayoría recordamos haber tenido en algún momento de nuestra vida, debemos recordar esa realidad.

Si queremos tomar píldoras para tapar los síntomas, la consulta de reiki no es el lugar adecuado: el proceso no será inmediato en todos los casos, eliminar bloqueos puede ser incómodo, y hace falta formar parte del proceso de forma activa. De otro modo recibiremos un poco de reiki, que siempre es mejor que nada, pero dependeremos de la sesión semanal para estar bien.

Y nunca estaremos del todo bien, porque no habremos cambiado los patrones antiguos de gestión de nuestra energía, que no son ni más ni menos que los que nos han llevado hasta el punto en el que nos planteamos la necesidad de sanar.