¿Cómo podemos reducir el efecto de los campos electromagnéticos con feng shui?

Feng Shui Vida
30 Abr 2018 lectura de 7 minutos
¿Cómo podemos reducir el efecto de los campos electromagnéticos con feng shui?

Son bien conocidos, por la comunidad médica y científica, los efectos perjudiciales que provocan en nuestra salud una exposición continua a los campos electromagnéticos (CEM), tales como antenas de telefonía móvil, líneas de alta tensión, teléfonos móviles e inalámbricos (DECT), tecnologías Wi-Fi, Bluetooth, ordenadores, microondas, electrodomésticos, transformadores, antenas de radioaficionados, radares, etc.

Hemos de diferenciar entre campo eléctrico y campo magnético. Los eléctricos pierden fuerza al encontrar un obstáculo, los magnéticos penetran a través de los materiales.

Actualmente hay equipos de medición en el mercado que calculan, de forma exacta, el grado de contaminación electromagnética, ofreciendo los resultados en V/m para los campos eléctricos, nT para los magnéticos y μW/m2 para las Altas Frecuencias.

Muchos estudios científicos se han realizado y se ha demostrado que dependiendo de diversos factores cómo la intensidad de los emisores de CEM, la frecuencia emitida, el tiempo de exposición, la dosis recibida y además el grado de sensibilidad del receptor, afectan a nuestro organismo y a todos los seres vivos, y en mayor medida a las personas con más riesgo, como son los niños, mujeres embarazadas, personas mayores y enfermos.

Estos estudios científicos revelan que los síntomas más habituales son: insomnio, cansancio, depresión, irritabilidad,  dolores de cabeza, sensación de garganta seca, falta de concentración, piel seca o irritada, pérdida del brillo del cabello, picor en el cuero cabelludo, pinchazos, cambios en el gusto y el olfato, entre otros y que afectan al sistema endocrino y pueden incluso llegar a provocar enfermedades degenerativas como el cáncer o la leucemia.

En ningún momento queremos ser alarmistas, pero tenemos la obligación de saber a lo que nos exponemos, sabemos que todas estas tecnologías ofrecen también sus beneficios, mejoran en algunos aspectos nuestra calidad de vida, pero, ¿sabemos el precio que hemos de pagar por ello?

Algunos países han publicado los límites de exposición para campos eléctricos, electromagnéticos y radiofrecuencia, también muchos investigadores independientes han aconsejado los límites máximos de exposición, para nosotros, el límite ideal debería ser 0, igual a riesgo cero.

Efecto de los campos electromagnéticos. Uso de Feng Shui.Otro dato para reflexionar es que compañías aseguradoras han excluido de sus pólizas la cobertura por problemas derivados de los campos electromagnéticos.

También se han llevado a juicio empresas que han instalado antenas de telefonía móvil, ocasionando problemas demostrados en la población cercana y dichas antenas han tenido que ser desmanteladas por decisión judicial.

El problema está ahí... mejor dicho AQUÍ, pero ¿qué podemos hacer para reducir sus efectos en nuestro hogar o lugar de trabajo?

Un estudio de Feng Shui debería incluir también un análisis sobre el grado de contaminación electromagnética del lugar y dar los consejos oportunos para reducir al máximo su impacto en nuestra salud, además de tener en cuenta el resto de energías presentes en el lugar.

El mejor consejo, a nivel general, es alejarse todo lo posible de los focos de emisión de campos electromagnéticos, pero no siempre es factible, aquí van algunas sugerencias:

  • Disponer de una buena toma de tierra en la vivienda. Utilización de cables blindados o apantallados, o en tubos de metal y derivados a tierra. Lógicamente los enchufes también deberán disponer de toma de tierra.
  • Desconectar de la corriente eléctrica todos aquellos electrodomésticos que no se utilicen, aunque estén apagados siguen generando contaminación, ya que por sus cables continúa circulado corriente. En el mercado pueden encontrarse dispositivos que se instalan en el cuadro eléctrico de la casa (desacopladores de red o bioswitch) y que desconectan la corriente eléctrica de forma automática cuando no se necesita, especialmente recomendado para las tomas de corriente que alimentan el dormitorio.
  • Si se dispone de un teléfono inalámbrico DECT, hay una solución en el mercado llamada ECO-DECT, un DECT convencional emite las 24h del día aunque el teléfono esté sobre la base, el ECO-DECT sólo emite cuando se separa de la base. Dejar siempre que sea posible los ECO-DECT en la base.
  • Eliminar de la mesita de noche los despertadores electrónicos conectados a la corriente. Los que funcionan con pilas no generan contaminación EM.
  • Eliminar el televisor, equipos Hi-Fi, etc. del dormitorio, éste ha de ser un lugar tranquilo, importantísimo para un buen descanso y recarga de buena energía.
  • Alejarse de los teléfonos móviles, éstos emiten constantemente aunque no se usen. Si los usamos frecuentemente buscar soluciones manos libres. No hablar excesivamente por el móvil y menos aún los menores de 16 años, su cerebro aún está formándose.
  • No usar el móvil en lugares cerrados, como ascensores, ya que emiten al máximo su potencia para no perder cobertura.
  • Eliminar el Wi-Fi, hay soluciones como los PLC que pueden conectar los equipos informáticos a través de la corriente eléctrica.
  • Desconectar el Bluetooth de los móviles cuando no se utilice y alejarlo de nuestro cuerpo cuando se use.
  • No llevar el móvil pegado al cuerpo, mucho menos en un bolsillo cerca del corazón.
  • Evitar los equipos que utilicen radiofrecuencias, coches teledirigidos, sistemas de alarma, incluso los aparatos que colocamos cerca de la cabeza de nuestros bebés para saber ‘a distancia’ si están bien o no.
  • No usar los ordenadores portátiles sobre nuestro cuerpo, ésta práctica es muy empleada por la juventud, el portátil y su fuente de alimentación generan CEM, es aconsejable apoyarlos sobre una mesa o escritorio.
  • Alejarse del televisor cuando esté encendido, sobre todo los niños y desconectarlo de la corriente cuando no se use.
  • Alejar los secadores manuales del cuerpo, sobre todo si somos peluquer@s.
  • Evitar los cables por detrás de la cabecera de nuestra cama.
  • Si hemos de comprar una nueva vivienda, hacer un estudio geobiológico antes de firmar las escrituras y tener en cuenta los detalles mencionados, sobre todo que esté alejada de transformadores, líneas de alta tensión o antenas de telefonía o radioaficionados.
  • Evitar estar cerca de fluorescentes y si es posible cambiarlos por bombillas normales.
  • Ventilar la casa, en especial sótanos y lugares cerrados, evitando corrientes de aire.
  • En ambientes cargados puede usarse un ionizador que emita cargas negativas.
  • Evitar el uso de mantas eléctricas mientras dormimos.
  • Evitar el uso del microondas, sobre todo evitar usarlo para calentar la papilla o los biberones de nuestros hijos.
  • Eliminar la energía estática de nuestro cuerpo, con una buena ducha, calzado no sintético, pisar descalzos la tierra, el césped o baños en el mar.
  • Utilizar una vestimenta y calzado con tejidos naturales. Evitar prendas sintéticas.
  • Evitar los suelos sintéticos, moquetas, etc.
  • Existen pinturas exteriores aislantes, que usadas bajo la pintura exterior final, aíslan en gran parte los CEM.
  • También existen colchones, tejidos que aíslan y reducen los CEM y para las ventanas, aislantes transparentes.

Si no se puede evitar una contaminación excesiva (por ejemplo si un piso está sobre un transformador que alimenta a todo el bloque), lo mejor es cambiar de vivienda.

Ya que por el momento no nos queda más remedio que convivir con éstas tecnologías, en nuestras manos está hacer un uso adecuado de ellas y exponernos lo menos posible a sus efectos. Ante cualquier duda, consultar con un especialista.