Factores de riesgo de los trastornos de alimentación
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Hoy en día, por desgracia los trastornos de alimentación van en aumento de año en año. Cuando hablamos de trastornos de alimentación hablamos no sólo de la anorexia y la bulimia, que quizá son los más comentados y extendidos, sino de todos, incluyendo la obesidad, los comedores compulsivos y todo aquello que no es una alimentación normal y sana que puede llevar una persona.
Pero el problema con la comida, no es únicamente un problema de una persona que no es capaz de controlar o llevar bien su alimentación, ni tiene que ver únicamente con la presión social del culto al cuerpo y pasión por la delgadez, aunque también influye y mucho, sino que suele ser un problema mucho más profundo y la alimentación es únicamente una vía de escape y un modo de no pensar en nada más porque asusta afrontar la vida cara a cara o porque no se sabe cómo hacerlo.
Por ese motivo cuando hablamos de trastornos de alimentación hablamos de factores de riesgo en cuatro puntos importantes:
Factores de riesgo personales
- Introversión: son personas cerradas, que les cuesta hablar de sus emociones y abrirse a los demás.
- Necesidad de aprobación por parte de los demás y dependencia afectiva: tienden a ser personas dependiente, que siempre quieren agradar al resto, que huyen de conflictos incluso aunque tengan que renunciar a sus propios derechos, que no saben decir que no.
- Baja autoestima y por lo tanto sentimiento de inferioridad: se comparan mucho con los demás, no sólo a nivel de aspecto físico, sino en todos los aspectos personales y sienten que salen perdiendo.
- Impulsividad y ansiedad: lo que lleva a buscar soluciones fáciles y rápidas pero que a largo plazo pueden desenvocar en un problema de alimentación serio.
- Necesidad de control: todo tiene que estar controlado casi de forma obsesiva.
- Perfeccionismo: el pensamiento de todo o nada, o las cosas son perfectas o simplemente son un fracaso o una chapuza, lo cual implica que generalmente están mal ya que la perfección no existe.
- Alexitimia: dificultad para expresar o incluso reconocer los propios sentimientos, lo que hace que se quedan encerrados en la persona y salgan de forma explosiva y a veces a través de la comida.
Factores sociales
- La publicidad en sí misma, que vende la imagen de ser perfecta, joven, hermosa y delgada etérnamente y se vende en un halo de misterio, seducción y éxito en todos los aspectos de la vida.
- La sociedad en sí misma que pruebe y fomenta un físico perfecto a través de obsesión por el gimnasio, cremas adelgazantes y comentarios sociales de tipo despectivos hacia aquellas personas que no encajan en los cánones de belleza actuales.
- El concepto de superwoman, de ser capaz de todo y poder con todo, además de con una imagen excepcional.
- La trampa de las dietas milagro o dietas rápidas
- Críticas por parte de los demás, especialmente entre los iguales, si el físico de la persona es un poco más llenito del esperado.
Factores biológicos
- Ser mujer es un factor de riesgo mayor que ser hombre, dado que tan sólo uno de cada 10 casos de personas con trastornos de alimentación son hombres.
- Ser adolescente, aunque cada vez se dan más casos de personas adultas pero la mayoría suelen empezar en épocas adolescentes o de la primera juventud.
- Constitución robusta, que implica estar un poco más fuerte de la media y puede causar complejos, así como un desarrollo de la pubertad temprano.
Factores familiares
- Padres perfeccionistas y exigentes, no tanto en el físico sino como en otros aspectos, que fomentan poco la comunicación y la empatía.
- Situaciones familiares inestables como alcoholismo familiar, separaciones conflictivas, maltratos, abusos...
- Obesidad por parte de algún miembro de la familia, especialmente si ese miembro es la madre o la figura de apego principal.
- Preocupación excesiva por parte de la familia por el cuerpo, la estética y la delgadez. Por ejemplo familias que siempre algún miembro está a dieta.
- Padres controladores, sobreprotectores o ansiosos que crean inseguridad en los hijos.
Todos estos factores no significa que tengan que confluir en una persona para llevar a un problema con la comida. Pero sí que suelen darse varios de ellos cuando se llega a esa situación. Esto es algo importante a tener en cuenta tanto de cara a poder hacer una prevención de nuestros jóvenes, como también de cara a una vez que el problema ya está presente para saber que es más complejo de lo que realmente parece y poder abordarlo y trabajar desde su complejidad.