Los hábitos posturales

27 Dic 2018 lectura de 4 minutos
Los hábitos posturales

Un cafecito, una buena película tirados en el sofá, tumbarnos en la playa a tomar el sol, son momentos en los que disfrutamos plenamente y nos relajamos.

Cuando empecé a observar mis propios hábitos me di cuenta de la poca importancia que le daba a como estaba sentada o acostada y que en la mayoría de estas veces en la que realmente estaba más tranquila mi postura no era la más adecuada y estaba perjudicando más mi espalda o mis piernas, etc...

¿A quién no se le ha dormido un brazo o una pierna (por no nombrar otras partes) mientras vemos una película tirados en el sofá? Nos pasamos horas y horas frente al televisor, forzando nuestro cuello con nuestros cojines decorativos, si pensamos en nuestra comodidad, siendo sincera, no cambiaría el sofá por una silla pero si pienso en mi salud, tengo que pactar conmigo misma para conseguir disfrutar y relajarme y no perjudicarme al mismo tiempo.

Tal vez es buen momento para reflexionar e intentar hacer otras cosas, en vez de estar tantas horas en frente del televisor, un ejemplo si podemos es un buen paseo que nos despejaría la mente, debería de estar más atenta e intentar revisar mi postura cuando tomo un café con un amigo y observar que es lo que mi cuerpo me está diciendo.

En la mayoría de ocasiones nuestro cuerpo nos manda señales de aviso, que se nos duerman las piernas es una señal clara, que continuamente estemos estirándonos tipo minino es otra, nuestro cuerpo está incómodo y necesita moverse, algo le pasa.

Podemos encontrar por Internet muchos consejos posturales que nos pueden ayudar a tomar conciencia de la necesidad de tener una buena higiene postural, en alguna ocasión me he encontrado con personas, sobretodo mujeres, que no querían llevar un carrito de la compra y preferían ir cargadas, o comprar esas bolsas tan bonitas y grandes que nos cabe de todo que ahora tienen los supermercados, hoy en día cuidar nuestra imagen parece vital, pero no resulta nada estético ni bonito ver a una mujer doblada que no puede llevar sus bolsas de la compra por muy bien vestidas que vayamos.

En un periodo corto de tiempo nuestro cuerpo se va a resentir, si no queremos llevar carrito y disponemos de tiempo, tal vez podríamos ir un par de veces a comprar a la semana y no hacerlo de golpe, también podríamos ver la posibilidad de que nos lleven la compra a casa. Por supuesto siempre hay excepciones ¿Quién no ha ido comprando y comprando, y ha salido de la tienda con un montón bolsas? ¿A quién no se le olvida el carro o la lista que tenia preparada en casa?, siempre hay excepciones, en este articulo quiero invitarte a reflexionar, a estar más atenta de tu cuerpo, a tomar conciencia de que en nuestro día a día es muy importante cómo nos sentamos, acostamos, etc…

Darnos opciones y oportunidades para cambiar nuestros hábitos, algo que podamos hacer nosotros mismos por mejorar nuestra salud, que nos guste y que nos beneficie, sin renunciar a la comodidad.

Las prisas son malas compañeras, a parte de estresarnos y producirnos nerviosismo y ansiedad, despistan nuestra atención y acabamos cansados y doloridos al final del día, date la oportunidad de llegar 5 minutos tarde, deja para mañana lo que tu cuerpo ya no puede hacer hoy, y realmente valora tu salud.

El cuerpo es lo que nos permite saborear esta vida, si tenemos dolor, poco vamos a disfrutar, empezar por cuidarnos nosotros mismos es un gran paso para mejorar nuestra calidad de vida.