¿Se puede enviar reiki a los “malos”?
Mi respuesta es SÍ, SÍ y SÍ, precisamente los "malos" son a los que más falta les hace recibir Reiki por estar más desequilibrados. Reflexiona, ¿crees que una persona muy equilibrada, que ama incondicionalmente a todos los seres vivos tiene necesidad de hacer daño a alguien?
Ante una noticia brutal sentimos una enorme rabia ante el o los asesinos / terroristas / maltratadores / violadores... y queremos pagarles con la misma moneda pero eso no es acertado porque estamos echando más leña al fuego. Sí, algunos estaréis leyendo esto y diréis "¡claro, como a ti no te ha pasado!".
Hace tiempo claro que sentía rabia y quería lo peor para quien me hacía daño, o quienes hacían daño a tantas personas y familias enteras. Hasta que alguien me hizo comprender que esas personas tienen un gran desequilibrio producido por su odio.
Cuando veamos noticias estremecedoras en los medios, o que alguien nos haga daño, es fundamental recordar los cinco principios del Reiki: "Sólo por hoy: no me enfadaré, no me preocuparé, seré agradecido, trabajaré para mi crecimiento personal y seré amable con los demás" de esa forma no nos dejaremos envolver por el odio envenenándonos a nosotros mismos y fomentando más odio a nuestro alrededor.
Ante una situación brutal o, como he dicho antes, aparte de enviar reiki a las víctimas y sus familiares, sería aconsejable enviar Reiki también a los "malos" para que se liberen del odio y sufrimiento que les ha llevado a causar el mal a tantos seres y no vuelvan a hacer más daño. De esa forma se sanarán las heridas mentales y emocionales que provocaron el suceso.
Al enviar Reiki a una situación dura nuestros corazones se sanarán evitando que se llenen de odio, ya que lo que nosotros queremos es que algún día este tipo de noticias ya no existan, y que cuanta más gente con paz interior haya a nuestro alrededor mejor será para toda la humanidad. Pero si respondemos con odio, el ciclo nunca parará.
El Reiki no borrará lo que ha pasado, pero sí podemos liberarnos del sufrimiento pasado, presente y futuro. ¡Namasté!