Tras la navidad... siempre cojo la gripe o influenza!

17 Dic 2018 lectura de 6 minutos
Tras la navidad... siempre cojo la gripe o influenza!

Siempre igual!! Pasan las fiestas de Navidad y siempre cojo la gripe o influenza.

¿Cuántas personas conocéis que en estos días están en la cama enfermos, presos de la gripe o otro virus? Ya pasaron los reyes y el recuerdo que nos queda a muchos es la condición física post-comilonas navideñas.

Es cierto que las fiestas son un buen pretexto para reunirnos y disfrutar juntos de ricos almuerzos y cenas, pero no es menos cierto que el cuerpo se ve afectado.

¿Qué sucede con el cuerpo que tiene que manejar una sobrecarga de comida mayor de lo normal? Pasa que las funciones fisiológicas del organismo se debilitan y nos quedamos más expuestos a las gripes de la temporada.

En el periodo de las fiestas tenemos la tendencia de comer alimentos prevalentemente a base de harinas (especialmente refinadas) y nos excedemos con los azucares y las grasas (por ejemplo los fiambres). Y no solo: de manera libre, brindis y celebraciones con vinos y espumosos.

La harina refinada, la clásica tipo 00 por entendernos y el azúcar blanco son los alimentos más dañinos para el ser humano y una sobrecarga de estos alimentos, habitualmente consumidos en esas fiestas soto ponen al físico a un mayor esfuerzo para gestionar la gran cantidad de toxinas que se acumulan.

Estos alimentos acidifican la sangre y los tejidos, debilitando nuestro sistema inmunitario. Se trata de alimentos que han mantenido bien poco de su original valor nutricional y que el cuerpo no reconoce como alimentos "naturales y fisiológicos" y se encuentra así a emprender una verdadera batalla para eliminar los efectos tóxicos que nos causan en el organismo.

Durante las fiestas aprovechamos las vacaciones y el merecido descanso dejando a nuestras espaldas parte del estrés laboral que nos llevamos atrás durante el año. A pesar de que el relax mental influya de forma positiva sobre nuestro cuerpo, este último se encuentra con un exceso de trabajo, más que en cualquiera otra época del año. Un organismo empeñado en restaurar, después de esas comilonas navideñas, la salud en su interior y debido a ello, las fisiológicas defensas disminuyen y las barreras contra virus y bacterias gripales son mucho más bajas.

¿Cómo podemos fortalecer nuestro sistema inmunológico?

A parte lógicamente el disminuir o eliminar de nuestra dieta esos alimentos, también lo podemos ayudar de otra forma. El sistema inmune está altamente relacionado con el sistema antioxidante ya que trata de destruir las células alteradas producidas por el estrés oxidativo, lo que contribuye en gran medida a la aparición de la enfermedad. Por lo tanto, con el fin de apoyar el sistema inmunológico, es necesario integrar más antioxidantes.

Aquí os propongo una pequeña lista:

  • Maitake: es un hongo, tiene una acción general sobre el sistema inmunitario, produce efectos hipoglicemiantes, corrige la hipertensión y el exceso de triglicéridos. Es un regulador general del metabolismo, apoyando sus funciones principales. Los hongos, en general refuerzan el sistema inmunitario.
  • Coriolus: también hace parte de la familia de los hongos, Su utilización se aconseja para detoxificar, reforzar el físico, aumentar la energía y estimular las funciones inmunitarias. Indicado también en casos de afecciones virales o tumorales
  • Angelica Archangelica: las cumarinas y polisacáridos del extracto acuoso de esta planta tienen una acción inmunomodulante: estimulan la actividad de los leucocitos potenciando y garantizando al organismo mayores defensas de los ataques externos. En general desarrolla sobre el organismo una acción carminativa, antiespasmódica, expectorante y tónica.
  • Papaya fermentada: La enzima de la papaya contenida en su interior, tiene un efecto alcalinizante y favorece la restauración del equilibrio ácido-base. Los tejidos acidificados son un terreno fértil para la aparición de cualquier enfermedad. En un ambiente básico, las bacterias patógenas mueren, dejando espacio a una correcta flora intestinal y a un sistema inmunitario más fuerte.
  • Equinacea propoleo: dos remedios muy útiles. Preferido es el extracto hidroalcohólico, especialmente en la estación más fría, tanto en forma preventiva que como tratamiento en caso de afecciones ya existentes. Ambas refuerzan el sistema inmunitario: la primera es más indicada en casos de resfriados y nariz tapada, la segunda para infecciones de garganta.
  • Jengibre: Se puede considerar una panacea, coadyuvante para el entero organismo en los procesos de protección y ha fuertes propiedades antiinflamatorias, protegiendo el intestino, las vías pulmonares. Muy útil en los dolores articulares, es un óptimo tónico para el bazo y aclara la mente,. Preferible el utilizo de la planta fresca.
  • Batidos/ extracto vegetal: Un buen sistema inmunitario se basa sobre un correcto funcionamiento del intestino, que necesita una constante aportación de vitaminas, sales minerales, enzimas vivas que protegen las mucosas y le garantizan un correcto funcionamiento. Los extractos unen el beneficio de los alimentos crudos para una fácil absorción a nivel intestinal, sin sobrecargar las funciones digestivas. Se recomienda por lo menos uno al día y preferentemente en ayunas.
  • Jalea real: Remedio antiguo, todos hemos oído hablar de ella, pero pocos conocen sus múltiples propiedades. Es un inmunomodulante, estimula la producción de anticuerpos y es un muy buen tónico energético, tiene también una buena propiedad antioxidante y antibacteriana.
  • Limón: El jugo del limón, que al gusto resulta ácido, se transforma, en el interior del cuerpo, produciendo un efecto básico que contrarresta la acidificación de los tejidos, sustentando la acción del sistema inmunitario. La vitamina C, en general, es útil a nivel intestinal para favorecer la absorción de otras sustancias, como el hierro u otros tratamientos, por ejemplo aquellos a base de hongos.

Alimentación, movimiento y reposo

Por último pero absolutamente no menos importante, es el conjunto de acciones que desarrollamos a diario. Buscamos a menudo tratamientos que puedan compensar nuestras distracciones, con todo esto es propio la acción constante y continuada en el tiempo que garantiza los mejores resultados. Y después bienvenida sea el confiarnos cada día a los preciosos aliados que la Naturaleza nos ofrece.