El silencio de las autoridades sanitarias - falta de vitamina D

Franc T. Ruiz
3 May 2018 lectura de 7 minutos
El silencio de las autoridades sanitarias - falta de vitamina D Recomendado

Anualmente millones de seres humanos mueren por causas ajenas a el mismo, las grandes corporaciones en todos los ámbitos deciden nuestro futuro y nuestras vidas. Las guerras, los desastres naturales, accidentes, y como no, enfermedades que nos proporcionan una muerte lenta y en ocasiones muy dolorosas y costosas.

En relación con las enfermedades, la población debería ser informada, que la falta de vitamina D constituye una auténtica pandemia, que afecta a más del 50% de los ciudadanos.

El déficit de Vitamina D

Consideremos que la vitamina D influye en casi 3.000 de sus 24.000 genes. Esto ocurre a través de receptores de vitamina D, que se pueden encontrar por todo el organismo.

Esto ocurre en toda la población en general, pero hay grupos en los que el déficit de vitamina D es más acusado.

Concretamente las personas mayores de 70 años, sintetizan cuatro veces menos vitamina D que los jóvenes, debido al envejecimiento de la piel. Si a ello le sumamos que una persona mayor sale poco, la carencia prácticamente es sistemática. Lo mismo ocurre con los niños, al exponerse muy poco al sol.

El déficit de vitamina D está relacionado, con una gran variedad de problemas de salud, aumentando el riesgo de:

  • Fracturas
  • Varios tipos de cáncer
  • Diabetes y Parkinson
  • Muerte prematura
  • Gripe
  • Depresión

La falta de información y prevención

Me parece un escándalo que las "autoridades sanitarias" se muestren pasivas y mantengan un silencio absoluto respecto a este tema.

Facilitar información apropiada a la población, podrían ahorrar millones de euros cada año, gracias a todas las enfermedades que se podrían evitar, millones que los contribuyentes pagamos a los sistemas de salud.

Una campaña informativa permitiría librar a cientos de miles de personas de tratamientos largos, costosos y dolorosos, como consecuencia de enfermedades que podrían prevenirse fácilmente de haber tenido las cantidades adecuadas de vitamina D.

La industria alimentaria ha encontrado una puerta para aumentar sus beneficios con la producción de alimentos enriquecidos con vitamina D, incluida la leche. Se trata de otra estrategia de marketing para que compremos más, pero que sin ningún beneficio real. Los alimentos enriquecidos con vitamina D sólo aportan una pequeña parte de las dosis recomendadas. Y no tienen ningún efecto sobre las enfermedades susceptibles de mejorar gracias al consumo de vitamina D.

Recordemos que el organismo consume unas 5.000 UI al día, es decir, casi cincuenta veces más que lo que le aporta la alimentación. En consecuencia se podría considerar publicidad engañosa las campañas mencionadas.

Hoy en día, algunos médicos son conscientes del problema y deciden recetar vitamina D2 a sus pacientes, una forma sintética de vitamina D2. Este no es el tipo de vitamina producida por el cuerpo en respuesta a la exposición al sol, que es la vitamina D3.

La vitamina D3 regula las funciones del cuerpo. Al activar 2.000 genes, 200 en el corazón, regula la hipertensión arterial y evita infartos. Regula la trascripción de los genes a través de los receptores nucleares (n VDR).

Necesidades de vitamina D según la edad

En adultos sin problemas de salud es aconsejable una dosis diaria de 1.000 a 1.500 UI al día, mediante un suplemento de vitamina D, correctamente dosificado.

En niños en edad de crecimiento y adolescentes, se estiman unas necesidades diarias de entre 750 y 1.200 UI.

En mujeres embarazadas o proceso de lactancia, la ingesta de vitamina D recomendada es de 2.000 UI.

La importancia de la vitamina D

Investigadores han localizado vías metabólicas para la vitamina D en el hipocampo y cerebelo del cerebro, las áreas involucradas en el planeamiento, procesamiento de información y formación de nuevos recuerdos.

Se ha demostrado que en adultos mayores los niveles bajos de vitamina D están relacionados con una mala función cerebral.

Nuevas evidencias apoyan firmemente de que la vitamina D es extremadamente eficaz no sólo para la diabetes tipo 1, sino también para la diabetes tipo 2. Debemos tener en cuenta que si usted toma suplementos de vitamina D, crea una mayor demanda de vitamina K2.

Un comunicado de prensa de la Orthomolecular Medicine informó en enero de 2013 de la existencia de 33.800 documentos médicos indeterminados sobre la vitamina D, y toda esta investigación muestra que la vitamina D tiene beneficios de largo alcance en la salud física y mental.

La investigación demostró que la vitamina D puede mejorar:

  • Resultados del embarazo (reducción de riesgo de cesárea y pre-eclampsia)
  • Diabetes tipo 1 y 2
  • Enfermedades cardíacas y embolias
  • Autismo, Alzheimer y otra disfunción cerebral
  • Infecciones bacterianas y virales

Algunos de los estudios más recientemente publicados, demuestran cómo aumentar sus niveles de vitamina D puede mejorar la depresión y el dolor en los pacientes diabéticos, la enfermedad de Crohn y el cáncer de mama.

Un reciente Informe Mundial de Ciencias destacó la recomendación de un cirujano británico de cáncer de mama, el profesor Kefah Mokbel, que sugiere a las mujeres a tomar suplementos diarios de vitamina D para reducir su riesgo de cáncer de mama.

Las teorías que vinculan la deficiencia de vitamina D con el cáncer han sido probadas y confirmadas en más de 200 estudios epidemiológicos, y la comprensión de su base fisiológica proviene de más de 2.500 ensayos de laboratorio.

Según la Dra. Carole Baggerly, prácticamente un 90% del cáncer de mama normal podría estar relacionado con la deficiencia de vitamina D. Incluso el cáncer de mama ha sido descrito como "síndrome de deficiencia de vitamina D".

El descubrimiento de la científica e investigadora Dra. Stephanie Seneff, sobre el mecanismo de daño del glifosato, hizo temblar los cimientos de la comunidad médica.

La Dra. Stephanie ha sido una de las primeras personas en señalar los vínculos entre el colesterol y la vitamina D., por otra parte una investigación publicada en la revista Menopause respalda sus teorías sobre la relación entre el colesterol y la vitamina D.

colesterol y vitamina d

En un artículo publicado en el Daily Herald, escrito por el Dr. Patrick B. Massey, MD, Ph. D, director médico de medicina complementaria y alternativa en Alexian Brothers Hospital Network, menciona la importancia de la vitamina D para la prevención del Alzheimer. Un hecho que nuevamente vincula la función cerebral, como la salud cardíaca, dependiendo de las cantidades apropiadas de colesterol y niveles de vitamina D.

Detractores de estas teorías han calificado de coincidencia, posiblemente sin saber que no se puede llamar coincidencia, que del 70 al 90% de los pacientes con Alzheimer tengan deficiencia de vitamina D.

No se puede llamar coincidencia a los estudios que han demostrado que altos niveles de vitamina D aumentan la función cognitiva en las personas de edad avanzada.

Existen un sin número de evidencias y estudios científicos que demuestran el beneficio que supone la Vitamina D en nuestro organismo, y existen al mismo tiempo la evidencia del silencio, ocultación u omisión de esta valiosa información por parte de las Autoridades Sanitarias sobre esta sustancia vital para nuestro organismo.

Según algunas democracias "la fuerza reside en el pueblo" lo que significa que las "Autoridades sanitarias y el propio Gobierno" son meros gestores de los derechos del pueblo, pues bien, creo que alguna organización de consumidores o algún grupo que defienda los derechos del ciudadano debería demandar la "publicación pública", que por derecho nos pertenece, sobre los beneficios de la Vitamina D en nuestro organismo y poder prevenir el sufrimiento de los ciudadanos. Privar a una persona de su derecho a estar sana es privarla de calidad de vida.

Aunque ello signifique la disminución de las ventas de medicamentos prescritos para las enfermedades descritas. No olvidemos que la Agencia Europea del Medicamento calcula que cada año fallecen en Europa 197.000 personas a causa de efectos adversos.

Y no pasemos por alto que la ocultación u omisión deliberada pueden ser consideradas un delito.