2020: ¿perdimos la libertad?

Franc T. Ruiz
10 Jun 2020 lectura de 6 minutos
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El 2020 será reconocido en el mundo como el año del Covid-19 y para muchos también será reconocido como el principio de nuestra pérdida de libertades, basándose en criterios poco fiables.

Hablar del Coronavirus, puede llevarnos a 2 caminos:

  • Hablar sobre una “pandemia” a nivel sanitario, de las muchas que los ciudadanos ya conocemos.
  • Hablar sobre la manipulación política de la que podemos estar siendo objeto los ciudadanos.

En mi opinión, escojamos el que camino que escojamos, las consecuencias se unen en un mismo punto: El abuso y manipulación de todo orden sobre los ciudadanos del mundo.

Si encauzamos la crisis del Covid-19 como un problema sanitario, las conclusiones de cientos de científicos arrojan resultados irrefutables sobre un estado de salud mediocre a causa de una nefasta nutrición que nos ha llevado a enfermedades crónicas sin precedentes, que podrían haber sido disminuidas con unos criterios saludables por medio de las autoridades sanitarias pertinentes. Estos criterios saludables han sido descritos por cientos de científicos independientes, que durante décadas han avisado de las diferentes deficiencias orgánicas. En consecuencia, las autoridades sanitarias a las cuales pagamos con nuestros impuestos han hecho caso omiso de las advertencias de los científicos, lo que ha llevado a la población a un estado de salud, peor imposible.

Es un hecho, que las personas que mueren por Coronavirus son esencialmente las que estadísticamente morirían este año, porque han llegado al final de sus vidas y sus cuerpos debilitados ya no pueden hacer frente a ningún estrés.

Si encauzamos la crisis de Covid-19 como un problema político, llegaremos a la conclusión de que estamos siendo manipulados por nuestros políticos, imponiéndonos el miedo como bandera para eliminar nuestros derechos establecidos por una Constitución, no hecha por los ciudadanos, sino hecha en secreto, que se venera en España para establecer una democracia de la cual, en España, se carece. Como siempre, los intereses políticos de gobierno, no de Estado. La democracia española no es representativa ni tiene separación de poderes. Lo que acaba como el diseño español, en el cual, la única participación política que se espera de la ciudadanía es acudir a las urnas cuando se convocan elecciones. Puede decirse que España cambio a un régimen dictatorial disfrazado, a una pseudodemocracia. Y esa es la realidad de los españoles y millones de otros ciudadanos del mundo.

Los políticos del mundo no mueven un dedo para prevenir las pandemias de cáncer, obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares, estas enfermedades pueden prevenirse y en la mayoría de los casos podrían curarse, pero la negativa de la medicina convencional a otras alternativa incrementa día a día el numero de enfermos. Nadie tiene la verdad absoluta sobre un medicamento, pero la verdad es que cuando algo no funciona hay que cambiarlo. Tampoco se alarmaron con el millón y medio de muertes, durante la gripe del invierno 2017/18. ¿Qué ha motivado esta alarma mundial?

  • ¿Por qué no se prohíbe el tabaco? Cuando según los científicos, es el causante de la muerte de 60.000 personas cada año en España.
  • ¿Por qué no se prohíben los productos tóxicos en los cosméticos? Cuando cientos de Estudios científicos han comprobados sus efectos nocivos en la salud.
  • ¿Por qué no se prohíben los alimentos procesados? Cuando toda la comunidad científica ha expresado, que son los causantes de la mayoría de las enfermedades crónicas.
  • ¿Por qué no se prohíbe la utilización de tóxicos en la Agricultura? Cuando se ha demostrado que su uso es letal para la salud.
  • ¿Por qué no se prohíben los antibióticos en los animales que pasaran a la cadena alimentaria? Cuando se ha demostrado que la utilización de antibióticos en estos animales son la causa de por lo cual los antibióticos han dejado de causar efectos en los humanos y en consecuencia, han de administrarse medicamentos más fuertes y con mayor toxicidad.

Podríamos decir que el mundo esta siendo manipulado, engañado y empujado hacia un abismo sin fondo, quieren empujarnos a la vacunación obligatoria, a la identificación digital, pero permanecen insensibles a todo aquello que los ciudadanos necesitan para tener una calidad de vida y salud aceptable.

Sobre todos estos tema, en este “confinamiento por ordeno y mando”, he tenido el suficiente tiempo de pensar y expresar mis ideas en un “ensayo”, basado en hechos demostrables y publicados. Estas ideas, sin “consenso” es el fruto de mi derecho de pensamiento, que pueden verse bajo el prisma de las teorías de la conspiración o bajo el prisma de una realidad próxima. De cualquier forma, en el caso de seguir en la “sumisión y la cultura del servilismo”, todos los ciudadanos del mundo estaremos bajo las aguas turbulentas de aquellos que, imponiendo su poder, quieren hacernos esclavos en un mundo autoritario, donde serán ellos lo que decidan “cuando, como y donde” podremos vivir.

Sin embargo, también existen algunas voces que se alzan dentro de esa escala de subordinados políticos, es el caso del Ministerio del Interior alemán que ha definido al coronavirus como "falsa alarma global" en un informe filtrado a la prensa. Lamentablemente esta falsa alarma, ha mantenido confinadas a millones de personas. Ciertamente es una fantasía pensar que los gobiernos puedan mantenernos a salvo de un virus al renunciar a nuestra libertad.

También expertos especialista en enfermedades infecciosas como el profesor Didier Raoult, miembro del consejo científico francés Covid-19, declaró:

Francia, España e Italia se están equivocando al prescribir a la población que permanezca confinada.

Tras terminar el ensayo y leerlo detenidamente, sentía una sensación de impotencia, al presentir el final de nuestras libertades individuales. Solo nosotros, los ciudadanos del mundo, podemos decidir sobre como “parar” la esclavitud a la que quieren someternos a ese “Nuevo Orden Mundial” al que estamos muy cerca de ser sometidos.

No niego que el “Nuevo Orden Mundial” pueda ser necesario, pero con el control de una “sociedad civil” que represente los interese, derechos y libertades de los ciudadanos.


Enlace de descarga del ensayo: Coronavirus: el nuevo orden mundial y el fin de una sociedad libre (pdf, 1Mb).