Compasión, el arte de no juzgar

Jordi Ysàs
14 Jul 2025 lectura de 6 minutos
Compasión, el arte de no juzgar

Como siempre les digo a mis consultantes, si no eres juez porque juzgas, esto que parece una frase con poco fundamento, nos revela una gran actitud que hacemos constantemente en la vida, juzgar.

Juzgamos y juzgamos, con el pensamiento que solo nosotros estamos en lo cierto, que solo nosotros tenemos la buena opinión o la razón y sobre todo somos la verdad, la vedad absoluta.

Bien, de todos es sabido, que cuando piensas y repiensas que solo tu estas en lo cierto y son todos los demás que están equivocados, algo va mal en ti.

Es el primer paso, la humildad, se humilde en reconocer que hay muchos puntos de vista, que hay muchas opiniones, que hay hasta muchas verdades, y que si tú tienes derecho, los demás también tienen derecho a tener su vida, su opinión y a ser felices por hacer su vida.

Hasta que no dejemos de juzgar y por ende de culpar, de ir acusando con culpas a diestro y siniestro, no vamos a ver, no vamos a detectar, la persona que tenemos delante.

Vamos a seguir negando la autenticidad de esa persona, su valía, su esfuerzo, su idiosincrasia, su razón, su forma de ser, ya no digamos su verdad, su derecho a ser como es.

Y si todo ello no lo percibimos, no hay aceptación, no hay comprensión y el resultado de ello es un eterno enfrentamiento.

Os recomiendo la lectura de mi articulo publicado en este mismo portal titulado: “comprensión, como la generamos”.

Bien hasta que no generemos esta comprensión, no vamos a poder dar el paso a la compasión.

Persona teniendo compasión de otra

La compasión

La compasión en nuestra sociedad judeocristiana, esta teñida por esa visión religiosa de la caridad, la pena, la lastima.

Cuando sentimos pena, lastima por algo o alguien, es cuando nosotros nos ponemos en una posición superior y a salvo y podemos ver al otro en una situación inferior o de desgracia , por lo que nos genera ese sentimiento de lastima, pena, o de acto de caridad, hacia ese necesitado. Por lo que nuestro ego se hincha como un balón.

Bien con esos sentimientos y el ego hinchado no vamos a comprender y saber que es la compasión, porque la compasión no tiene nada que ver con todos esto sentimientos y mucho menos con el ego.

El ego

Por eso el segundo paso es quitar ese ego, esa idea que yo soy distinto de toda la realidad que me rodea y que no formo parte de ella, por lo que la puedo juzgar o sentir pena ya que yo no me identifico con nada de todo ello.

Este paso de identificarte con todo lo que te rodea es el primer paso de acallar tu ego.

Y de poder ver a la persona que tienes delante de ti, como un semejante a ti, es más tu eres un semejante a él, sois semejantes compartiendo un mismo tiempo y espació, una misma realidad, y esa persona al ser semejante tiene sentimientos, pensamientos y acciones que todo ello la han llevado a la situación actual.

Cada uno tenemos una vida, un historial, yo le llamo también un Timeline Emocional de Vida, que lo hemos ido viviendo idiosincráticamente cada uno, llevándonos al presente actual, yo escribiendo este artículo, tu leyendo este artículo, somos semejantes compartiendo espacios y tiempos.

Este paso nos lleva a ver en esta persona, que a pesar de no estar de acuerdo con ella, con lo que hace, o no compartir sus ideas, o de que hay muchas diferencias que nos hacen incompatibles; podemos empezar a comprender porque actúa, piensa o siente de esta manera, porque esta haciendo lo que hace, porque dice lo que dice.

Una chica mostrando comprensión frente a otra

Hemos generado la comprensión.

A partir de esta comprensión generados lo que es la compasión, sentimos y entendemos porque actúa, siente y hace lo que hace.

Puede ser una persona muy toxica, con arrebatos y actitudes hasta agresivas o antisociales.

Pero esa compasión, hace que comprendamos porque y sobre todo que situaciones la han llevado hasta este punto, y si realmente ella es suficientemente consciente para hacerle frete o necesita ayuda.

Esa ayuda no es caridad, no es pena, no es lastima, sino es un conocimiento que nos hace sabedor, que todo lo que nos muestra, es el resultado de todo lo que esta viviendo o ha vivido, y como semejantes, si me hubiese pasado a mí, igual seria yo el que estuviese en esa situación.

A eso le denomino también, ponerse en los zapatos del otro, es esa cualidad se saber compartir y poderse, hasta imaginar esa situación, y si me pasa a mí, que hago, como respondo, como lo soluciono.

Quizás él, ella, no tenga medios o capacidades de afrontación y superación de ese conflicto y yo lo puedo comprender, entonces genero esa compasión y la ayuda, le doy solución son mi compasión, porque puedo compartir su preocupación y dar solución a su desafortunada situación.

La compasión no tiene nada que ver con la lastima

Por eso la compasión no tiene nada que ver con la lastima y si mucho con la ignorancia de no reconocer lo que le está sucediendo.

La compasión nos da la capacidad de saber, la sabiduría de poder comprender su sufrimiento, de saber lo que le esta sucediendo y ese saber, lo mal que lo esta pasando, las penurias que esta viviendo emocionalmente o fisiológicamente, la compasión vemos que es sabiduría. La no compasión es la ignorancia de todo lo que le está sucediendo.

Aquí entendemos la frase de, "corazón que no ve, corazón que no siente". El no saber no soluciona nada, solo es síntoma de nuestra ignorancia.

El darnos cuenta, que esta persona puede actuar de forma tóxica para nosotros o la sociedad, pero también para ella misma, es saber eso, comprenderla, aunque ella no se de cuenta de todo ello e insista en su actitud tóxica, comprender su toxicidad.

Para remarcar, como lo que hemos vivido marca nuestro presente nuestra realidad, os recomiendo la lectura de mi otro artículo publicado en este mismo portal titulado: Timeline Emocional de Vida, liberar emociones.

Espero haber aclarado que la compasión, no es ningún acto de lástima, pena o caridad y si un acto de conocimiento, comprensión, aceptación y sabiduría.