Ansiedad e inseguridad: el cuerpo, clave para recuperar la calma

Mercedes Rodrigo Pérez
28 Ago 2025 lectura de 4 minutos
Ansiedad e inseguridad: el cuerpo, clave para recuperar la calma

Vivimos en una época donde la ansiedad y la inseguridad se han convertido en compañeras silenciosas de muchas personas. A veces se presentan como pensamientos que no paran, como una voz interna que cuestiona cada decisión o que anticipa lo peor. Otras veces se manifiestan en la dificultad para hablar en público, en la sensación de quedarse en blanco o en el miedo constante a no estar a la altura de lo que se espera. Lo que casi nunca se dice es que la ansiedad no solo vive en la mente: también se instala en el cuerpo.

Cuando atravesamos experiencias difíciles o traumáticas, el sistema nervioso guarda la huella. Incluso cuando la situación ya pasó y aparentemente está superada, el cuerpo sigue reaccionando como si aún estuviéramos en peligro. Esto explica por qué una persona puede sentir palpitaciones, falta de aire, tensión en el estómago o en los hombros, aunque no exista un riesgo real. El organismo, en su intento de protegernos, activa mecanismos automáticos que resultan agotadores cuando se repiten sin control.

La raíz corporal del trauma

Desde la psicología actual sabemos que el trauma no es solo lo que ocurrió, sino lo que quedó sin poder procesarse en ese momento. El recuerdo permanece fragmentado, y el cuerpo responde como si esa amenaza siguiera presente. Es habitual que aparezcan bloqueos, sensación de desconexión o una alerta constante difícil de apagar.

Comprender que la ansiedad y la inseguridad tienen esta base fisiológica ayuda a dejar de culparse. No es un signo de debilidad ni de falta de carácter, sino una respuesta natural de un cuerpo que intenta protegerse.

¿Cómo puede ayudarnos la terapia?

Un enfoque integrador permite trabajar no solo desde lo racional, sino también desde lo corporal y lo emocional. Técnicas como EMDR ayudan al cerebro a reubicar recuerdos bloqueados, de modo que dejen de tener la misma carga emocional y puedan ser recordados sin dolor ni sobresalto. A su vez, las técnicas psicocorporales facilitan liberar tensiones físicas, ampliar la conciencia sobre lo que ocurre en el cuerpo y recuperar la sensación de estar en el presente.

Este trabajo es especialmente útil porque no todo se resuelve hablando. Muchas personas saben de dónde vienen sus miedos o inseguridades, pero aun así no logran sentirse diferentes. Ahí es donde el cuerpo se convierte en un aliado: al integrar lo que sentimos con lo que pensamos, se produce un cambio más profundo y duradero.

Además, una mirada transpersonal y compasiva aporta un marco más amplio. No se trata solo de reducir síntomas, sino de reconocer a la persona en su totalidad: cuerpo, mente, emociones y dimensión de sentido. Esta visión ayuda a encontrar un equilibrio interno más sólido, que no depende de cumplir expectativas externas, sino de reconectar con la propia esencia.

Un ejercicio sencillo para el día a día. Cuando notes ansiedad o inseguridad, prueba este recurso breve:

  1. Lleva tu atención a los pies y siente el contacto con el suelo.
  2. Inhala profundamente por la nariz y exhala despacio por la boca tres veces.
  3. Observa cómo tu cuerpo responde sin intentar cambiar nada, solo notando la sensación de sostén.

Aunque parezca pequeño, este gesto le recuerda a tu sistema nervioso que en este momento estás a salvo. La práctica constante de recursos sencillos como este no sustituye un acompañamiento terapéutico, pero sí ayuda a entrenar al cuerpo en la seguridad del presente.

En conclusión

La ansiedad y la inseguridad no definen quién eres. Son respuestas automáticas de un sistema que en algún momento necesitó protegerte. Con el acompañamiento adecuado es posible dejar de luchar contra ellas y empezar a escucharlas como señales que guían hacia un proceso de transformación. Aprender a regular tu sistema nervioso, a confiar en tus propios recursos y a habitar tu cuerpo con más presencia puede convertirse en el primer paso para vivir con mayor calma y seguridad.