Vamos a situarnos en Tailandia, pero no en el país exótico de aguas cristalinas y deliciosa comida, de los viajes de novios, de los mochileros buscadores de experiencias, de los occidentales entrados en años que se “retiran al paraíso”..., este artículo nos llevará hasta la Tailandia que encierra ancestrales conocimientos de salud y bienestar producto del amalgama de culturas que en sus tierras habitan.
Rara avis es quien en estos tiempos no ha oído hablar del masaje tradicional tailandés como práctica holística que nos ayuda a cuidar de nuestro bienestar (atrás van quedando los años y las personas que ven o buscan asociar estas prácticas con el sexo), sobre todo de unos años a esta parte en el que cada vez hay más profesionales que nos dedicamos a ello y más personas que lo demandan.
Como parte de los métodos médicos tradicionales del país, Tailandia cuenta con disciplinas aún no muy conocidas ni divulgadas, y en algunos casos siquiera dentro de sus propias fronteras. Este es el caso del Lanna Tok Sen o masaje con el martillo thai, práctica que toma su nombre de un área geográfica del país y de la herramienta utilizada para su desarrollo (una pequeña maza de madera que golpea sobre un stick también de madera).
En mi ultimo articulo Eliminar al mensajero, hacia referencia al ataque continuado por parte de las autoridades sanitarias y otras organizaciones hacia la persona de Josep Pàmies, un agricultor ,“como el mismo de califica”, que defiende a ultranza las propiedades curativas de algunas plantas.
En esta ocasión, el Heraldo de Zaragoza publica que el Colegio de médicos de esta ciudad ha lanzado una “Alerta” en referencia a una conferencia que dará Josep Pàmies, en ECOZARA el día 8 de Junio “Alimentos que matan y medicamentos que no curan”. Pues bien, comenzando por el título de la conferencia, tengo que decir que es una verdad con evidencias científicas, otra cosa será el contenido de la conferencia.
Con respecto a la “Alarma” del Colegio de Médicos, creo que lo que este organismo debería hacer es alertar a los ciudadanos sobre la ingesta de estatinas, el fármaco más recetado para bajar el “colesterol”, más vendido a nivel mundial que, además de “no curar”, genera más enfermedades y sufrimiento a los pacientes. En esta ocasión, el todo poderoso Colegio de Médicos no podrá decir que no existe evidencia científica, pues son cientos los estudios científicos que han comprobado la ineficacia y efectos negativos en la Salud de aquellos que están tomando las diferentes formas de estatinas.
La vitamina P es un grupo de bioflavonoides presentes en numerosas frutas, verduras y bebidas como vinos, tés que actúa conjuntamente con la vitamina C potenciando sus efectos.
El consumo de esta vitamina escasamente conocida produce un enorme beneficio a nuestro sistema circulatorio evitando cuadros hemorrágicos, trombosis, embolias y varices. Es necesaria para prevenir casos de infarto de miocardio, ictus cerebrales y toda clase de hemorragias (uterinas, digestivas, etc) que puedan poner en peligro nuestras vidas. Razón que me induce a escribir este artículo para que los lectores reciban una información valiosa de esta vitamina muy beneficiosa para nuestra salud.
Nuestro organismo no sintetiza esta vitamina, siendo necesaria consumirla con los alimentos que contienen bioflavonoides o mediante suplementos. Estos son pigmentos naturales presentes en organismos vegetales que protegen al organismo del daño producido por los agentes oxidantes como los rayos ultravioletas y las sustancias químicas presentes en los alimentos. Son compuestos hidrosolubles entre los que se citan naranjina, hesperidina, citrina, antocianinas, flavonas y flavonoles que se encuentran en numerosas frutas y verduras en compañía de vitamina C. Solo se presentan en vegetales y nunca en productos químicos de vitamina C elaborados en laboratorios farmacéuticos.
Consolidado en la cumbre de los hábitos alimentarios, el cacao no solo representa un intenso e inconfundible sabor. Ni todo en él es teobromina o un cúmulo de nutrientes y sustancias químicas. El cacao es, sin duda, mucho más. Se ha convertido en un fenómeno universal casi mágico. Un mundo de sensaciones. De emociones... Pero, llegados a este punto, debemos preguntarnos, ¿qué influencia ejerce sobre nuestra salud?
Esta cuestión ha sido objeto de estudios e investigaciones. Sus resultados, aunque con matizaciones, muestran un balance netamente positivo.
La dosis es una variable fundamental en todos los estudios, observándose una alta coincidencia en que los beneficios del cacao se producen ingiriendo dosis moderadas, mientras que, si la dosis es elevada o excesiva para la persona, esos efectos pueden no producirse.
En cuanto a la composición, los investigadores suelen utilizar cacao puro en polvo. No obstante, dado que resulta en exceso amargo, en ocasiones se mezcla con agua, leche o azúcar, o bien se administra en forma de chocolate con un alto porcentaje de cacao. Se persigue que los resultados sean atribuibles al cacao y no a otros ingredientes, o bien, que éstos no interfieran en las propiedades del cacao. Por ejemplo, se ha observado que, mezclando cacao con agua se obtiene un mayor efecto antiinflamatorio que si se mezcla con leche.