Cambiar creencias limitantes es, hoy en día, la base de la mayoría de los procesos para el cambio.
Ya estén más orientados estos procesos al campo mental o al espiritual, todos ellos tienen en común que involucran el cambio de creencias como parte de los mismos.
Sabemos que las más grandes transformaciones, a todos los niveles, tienen que ver a su vez con las transformaciones de los sistemas de pensamiento.
Sin embargo, estos sistemas de pensamiento suelen ser subconscientes. Esto significa que, aunque podamos conocer muchas de nuestras creencias, la gran mayoría estarían funcionando a un nivel por debajo de nuestra mente consciente.
Las creencias son patrones mentales adquiridos desde nuestra infancia que nos llevan a relacionarnos con los demás, con el mundo, con la Vida de una determinada forma según la educación que hemos recibido y lo que hemos visto, oído y sentido en nuestro entorno.
Las creencias son, por así decirlo, “paquetes de información” que utilizamos consciente e inconscientemente para crear nuestra realidad y actuar en la vida de acuerdo con la calidad de dichos paquetes de información.
Existen fundamentalmente dos tipos de creencias:
La definición para las palabras chinas de Feng Shui es "viento" y "agua". Cuando cualquiera de estos dos elementos no fluye armónicamente, la vida está en desequilibrio.
Feng Shui es el estudio del movimiento de la energía y del modo en que esta influye y afecta en todos los aspectos de nuestra vida. Feng Shui es el arte de:
Mediante los cinco elementos de la naturaleza, los colores, formas y elementos decorativos, pueden hacer que nuestras vidas mejoren notablemente. Los antiguos, observando la naturaleza, descubrieron los juegos, sus leyes, sus ritmos y cómo participar en ellos sin el menoscabo de su propia libertad.
Según la tradición china las fuerzas del cielo se manifiestan a través del campo de energía combinado del sol, la luna y las estrellas.
El sol y la luna son las manifestaciones primarias del Qi o Energía Vital Yin y Yang. El sol es Yang (considerado como el Alma Espiritual del Cielo) y la luna es Yin (considerada como el Alma Corpórea de la Tierra). Ambos cambian cíclicamente sus grados de Yin a Yang durante el día, el mes y el año. Y estos cambios afectan a su vez a las correspondientes energías Yin y Yang de la Tierra, así como a la Energía Vital de nuestro cuerpo.
Los biorritmos del cuerpo se encuentran bajo la influencia de estos cambios cíclicos de energía, por ejemplo: en la duración de los ciclos menstruales y emocionales de la mujer que suelen durar 28 días siguiendo los cambios de fases lunares.
También de acuerdo con la Medicina Tradicional China, la Energía Vital y la sangre del cuerpo varían según la cantidad de luz reflejada y también con las pulsaciones gravitaciones del sol y la luna, así como lo hacen las mareas (y no olvidemos que nuestro cuerpo está constituido por un 75% de agua); por lo que los antiguos maestros de Qigong aprovechaban estos ritmos para tonificar o purgar meridianos y órganos en un momento específico.