Según la Organización Mundial de la Salud, dice que dicho trastorno es uno de los más comunes y afecta al 20% de la población y esta cifra está en aumento constante.
Los ataques de pánico son muy incapacitantes. Estos limitan tu vida convirtiéndola en una prisión, ya que lleva consigo una gran desconfianza respecto a tus capacidades y el sentido de la limitación de la autonomía que trae.
Los que sufren de ataques de pánico y no toman ninguna decisión para resolverlos, saben que cada vez que aparezcan los mismos sentimientos, aparecerá el ataque de pánico y sus síntomas (palpitaciones, dolor en el pecho, dificultad para respirar, enrojecimiento de la piel, etc.).
En estos estados, es casi imposible aprender de esa experiencia pasada.
Las teorías clásicas de la Medicina Tradicional China sobre el origen de las enfermedades contempla la acción que tienen los factores climatológicos sobre la capacidad de adaptación de nuestro organismo a los mismos, y cómo a partir de la incapacidad o la dificultad de la persona a adaptarse a estos cambios pueden generarse todo un conjunto de enfermedades. Estos factores climáticos clásicos que interfieren con nuestra homeostasis son:
La vitamina D es una prohormona soluble en grasa que nuestro cuerpo la convierte en hormona, así que actualmente se la considera una hormona.
Su principal función biológica es la de mantener los niveles normales sanguíneos de calcio, fósforo, magnesio, lo que se consigue aumentando la absorción de estos minerales de los alimentos y reduciendo la pérdida de calcio en la orina.
Pero también hemos de tener en cuenta que cuando estamos en un estado de hipocalcemia, la vitamina D al ser una hormona hipercalcemiante, roba el calcio de nuestros huesos para enviarlo al torrente sanguíneo.
Hay quien considera la auriculopuntura como parte de la MTC, yo que la practico, la considero una técnica propia con una gran potencia que ayuda en gran medida a que el resto de terapias funcionen y fluyan, obteniendo resultados espectaculares.
Esta técnica ya se utilizaba en Egipto para el control de la natalidad, y los marineros usaban los aros de oro en las orejas porque creían que mejoraba la visión.
Hipócrates relata cómo los médicos solían realizar pequeñas incisiones en la aurícula con fines terapéuticos para facilitar la eyaculación y disminuir la impotencia sexual. Galeno también destacó la importancia del sangrado de la oreja.