En formaciones de crecimiento personal es muy habitual el uso de la escritura como herramienta terapéutica, ya que el ejercicio de escribir para expresar vivencias, emociones, conflictos, etc. nos puede servir para desahogarnos y, además, para entender cómo somos y cómo funcionamos, para aceptar lo que nos pasa, para cambiar de punto de vista... En definitiva, escribir puede servir para sentirnos mejor.
Las redes sociales y los blogs son una muestra importante del hecho de que muchas personas tienen la necesidad de escribir sus experiencias y, a posteriori, de compartirlas.
La arcilla ya era empleada por la farmacopea humana antes incluso del Homo Sapiens. Los animales consumen regularmente arcilla y toman baños de lodo para curarse. Los primates, ancestros de los humanos, utilizaban la arcilla para curar sus dolencias físicas, tanto externas (baños de fango) como internas (ingerían arcilla para luchar contra los parásitos de los intestinos).
De ahí que, una vez evolucionado a nuestro más próximo ancestro (Homo Sapiens) los hombres han seguido con la utilización de la arcilla como medicina. La arcilla ha sido utilizada en todos los continentes por la mayoría de los humanos y para muchos usos. Hoy en día los animales salvajes siguen ingiriendo arcilla y bañándose en barro. Nosotros nos hemos olvidado de ella, reemplazada por la medicina alopática, como tantos otros remedios y prácticas, hoy casi olvidados.
Pero ella no nos olvidó. Sigue ahí, disponible para aliviarnos y curarnos de muchas dolencias.
En los tiempos actuales hay un boom del mindfulness, mucha gente ofrece cursos de mindfulness, se escucha hablar de sus beneficios y virtudes, pero ¿de qué estamos hablando exactamente?
Mindfulness, bien entendido, podríamos traducirlo por Atención Plena, que además de una técnica es un estado de consciencia al que se llega mediante el entrenamiento sistemático de la atención a la totalidad de nuestras experiencias “aquí y ahora”. Este estado se caracteriza por:
El climaterio es el tiempo en que una mujer pasa del periodo fértil al no fértil, dura varios años, quizás más de una década y en ese tiempo los niveles de producción hormonal bajan de forma significativa, tanto como para dejar de producir estrógenos con lo que aparece la menopausia y además modificar la retención de calcio, alterar el estado de ánimo y otros fenómenos. No a todas las mujeres les afecta por igual.
¿Sabéis cómo se siente una mujer cuando se le acumulan todos estos síntomas y además le dice el médico que eso es lo de menos, que cuidado con la descalcificación y con su corazón?
¿Os imagináis si además de tener bajón anímico y otras lindezas menopáusicas se le suma una fibromialgia, lo cual es frecuente?...