Silvia Pérez escribió:
Hola,
Me interesa mucho el tema que comentáis por que el sentimiento de culpa es algo que produce más efecto que lo que a priori se puede llegar a pensar. Yo me lo encuentro cada día en el centro donde mucha gente viene y, sin saberlo, tiene un gran resentimiento y todo es debido a la culpa. ¿Como tratáis los que os dedicáis profesionalmente a esto a tratarlo? Muchas veces es algo arraigado y cuesta hacerle entender al paciente.
Muchas gracias
Hola a tod@s. Soy nuevo por aquí y me ha parecido interesante este debate.
Nuestra manera de trabajar con la culpa es similar a cualquier otra emoción. Es decir, que lo fundamental es un acompañamiento respetuoso, cercano y libre de juicios. La diferencia con otras emociones como la rabia, el miedo, la tristeza, etc., es que la culpa es una emoción que aparece más tarde en el desarrollo y suele estar relacionada con la manipulación (generalmente inconsciente) por parte de personas importantes en nuestra infancia. Además de explicar que la culpa suele tener su origen en relaciones en las que no nos hemos sentido con permiso para expresarnos tal y como somos y que frecuentemente detrás de la culpa hay rabia y casi siempre miedo al abandono, ayudamos a las personas a explorar el origen de su culpa y a ir despidiéndose, poco a poco (si ellas quieren), de esta carga.
La culpa es una manera de mantener el vínculo, ya que generalmente va ligada a una preparación para reparar el daño que sentimos que hemos podido hacer. Por eso, es muy importante reconocerle esta función protectora y adaptativa. Generalmente, las personas que tienden a sentirse culpables, desarrollaron esta tendencia como una manera de adaptarse a las exigencias de su entorno (principalmente sus padres). No sería recomendable, bajo nuestro punto de vista, precipitar la eliminación de la culpa. Como cualquier otro síntoma, conforme va explorándose y resolviéndose lo que hay detrás, la culpa va siendo cada vez menor.